Una pintada hist¨®rica
20 a?os despu¨¦s, Arranz-Bravo y Bartolozzi vuelven a pintar la f¨¢brica que escandaliz¨® al MOPU
En 1968, Eduardo Arranz-Bravo se disfrazaba de Groucho Marx, y la cabeza de Rafael Bartolozzi parec¨ªa un enjambre de abejas. Era un ¨¦poca en que -tanto juntos como separados- lo pintaban todo: camisetas de f¨²tbol, cuadros, pancartas de la Fiesta de Anunciaci¨®n de Granollers, fachadas del barrio chino, televisores y tubos de ox¨ªgeno. ?Por qu¨¦ no las paredes de una f¨¢brica? Isidor Prenafeta, que hab¨ªa sido pintor y compa?ero de ambos en Bellas Artes, les pidi¨® que pintaran su f¨¢brica. "Recuerdo que vi la maqueta una noche de mucho fr¨ªo, en Vallvidrera", cuenta ahora Prenafeta, "y me asust¨¦ mucho. Aquello no se hab¨ªa hecho nunca. Mi mujer dijo que nos meter¨ªan en la c¨¢rcel'.
Pero todo el mundo aplaudi¨® aquellos colores de parque de diversiones en las paredes de una f¨¢brica de curtido de pieles en Parets del Vall¨¦s. Ricard Bofill, por ejemplo, dijo que eran "las dos ¨²nicas personas del momento que est¨¢n preparadas para trabajar en grande y jugar a casar ladrillos, pinturas y espacio".A Oriol Bohigas, por su parte, le interes¨® "el intento de superponer el factor pict¨®rico al arquitect¨®nico como un elemento pr¨¢cticamente aut¨®nomo que contradice incluso la morfolog¨ªa del objeto sobre el que se apoya: una t¨¦cnica que viene a enriquecer las posibilidades comunicativas de la arquitectura, utiliz¨¢ndola como un soporte amorfo en el que se aplican los m¨¦todos de la publicidad o de las pintadas".Pronto el tr¨ªo -industrial, mecenas y pintores- recibi¨® el regalo del esc¨¢ndalo. La f¨¢brica se ve¨ªa -se ve- desde la autopista, y a Prenafeta le lleg¨® una carta del Ministerio de Obras P¨²blicas con una denuncia de Autopistas Concesionaria Espa?ola, SA: "Dicha construcci¨®n", dec¨ªa, "se ha pintado en la fachada de cara a la autopista con diferentes colores, que dan como resultado una especie de cuadro modernista, que por ser tan luminoso y llamativo se cree que podr¨ªa afectar a la seguridad de la circulaci¨®n". En aquella ¨¦poca cosas as¨ª sab¨ªan como bombones.Por eso, 20 a?os despu¨¦s hay que festejarlas. Prenafeta -que colecciona cuadros de los dos pintores- les ha hecho una segunda invitaci¨®n: m¨¢s colores para m¨¢s paredes. Pero todo ha cambiado demasiado. Muerto el t¨¢ndem hace tiempo, los dos se muestran celosos de su individualidad. Arranz-Bravo, para colmo, no est¨¢ dispuesto a transar con la nostalgia: "No siento ninguna nostalgia por el pasado. El pasado no me interesa; adem¨¢s, no me acuerdo de nada". Bartolozzi es menos tajante: "Esa f¨¢brica es para m¨ª una segunda casa, y todo lo que ha pasado all¨ª se relaciona con mi vida. No he dejado de ir en ning¨²n momento, e incluso, cuando naci¨® mi hijo, lo fotografi¨¦ junto a los corderitos que inventamos para el jard¨ªn. Hacer este nuevo trabajo ha sido para m¨ª como arreglar los muebles de mi casa".
A Arranz-Bravo, adem¨¢s, no le gusta que se t¨ªlde de pop aquel trabajo: "Yo no tengo nada que ver con el pop, que es fr¨ªo y exclusivamente americano. Aunque tampoco me convence cuando me dicen que lo que hago ahora es expresionista. Lo ser¨¢ en la medida en que expresa unas tensiones; en la medida en que, cuando pasas por aqu¨ª, lo primero que ves son esas formas, y no este cami¨®n o aquel coche. Pero odio las etiquetas y las simplificaciones". Bartolozzi: "A m¨ª no me molesta el calificativo de pop, pero tengo que decir que los calificativos no me entusiasman. Preferir¨ªa que se llamara la f¨¢brica pintada, sin m¨¢s".
Pero los dos recurren al calificativo de ingenua para comentar las paredes pintadas hace 20 a?os: "Veo aquello espectacular, pero muy inocente" (Arranz-Bravo); "hab¨ªa mucha ingenuidad e ilusi¨®n. La f¨¢brica empezaba: mientras se iban construyendo las paredes, nosotros pint¨¢bamos" (Bartolozzi).
Pintar a cuatro manos
Pintaban en aquella ¨¦poca a cuatro manos las mismas paredes; ahora, cada uno pinta su propia pared._Y lo hacen, dicen,de manera m¨¢s reflexiva. Seg¨²n Arranz-Bravo, "lo de hace 20 a?os era quiz¨¢ m¨¢s vivo; lo de ahora, m¨¢s elaborado"; seg¨²n Bartolozzi, "he tratado de respetar lo antiguo, de conjugar lo de ahora con lo de antes, en lugar de, por ejemplo, borrarlo y volverlo a pintar, o de enfrentarme a aquello. Pero de una manera reflexiva. Las formas son menos hirientes, y los colores, m¨¢s suaves".Arranz-Bravo se pasea alrededor de la f¨¢brica explicando, por ejemplo, que ha puesto en la pared formas que aludan a la referencia cercana de los bidones. Pero vence la parquedad, sobre todo al hablar de su trabajo solitario: "En mi estudio de Cadaqu¨¦s me limpio de ideas. Hay que vaciarse para trabajar. Cierro el estudio y no hablo con nadie. La pintura es un movimiento gimn¨¢stico. Sale del est¨®mago. Me gustar¨ªa ser un est¨®mago con manitas". Bartolozzi tambi¨¦n disfruta comentando su encierro en el estudio de la casa de Tarragona, que construyeron juntos -en base a un proyecto de Javier Sust- y compartieron un tiempo.
En 1968 contestaban el cuestionario Proust como melenudos que eran (por ejemplo: "?Qu¨¦ detesta por encima de todo?": A.: "Proust". B.: "Proust"). Ahora -Arranz-Bravo, contenidamente crispado; Bartolozzi, sereno- conciben las paredes nuevas de la f¨¢brica Tipel como un cuadro m¨¢s. Y, para bien y para mal, perdieron las ganas, seguramente, de hacerles, como entonces, camisetas de f¨²tbol a los obreros.
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