"No existe aventura sin la posibilidad de morir"
Reinhold Messner, uno de los m¨¢s grandes alpinistas de la historia, renuncia a coronar otro 'ocho mil'
Pregunta. ?Qu¨¦ le indujo a dedica,- toda su vida a escalar monta?as?Respuesta. El azar, simplemente el azar. Nac¨ª en las monta?as, en las Dolomitas, al norte de Italia. Desde ni?o estuve en contacto con la monta?a y as¨ª fue c¨®mo naci¨® mi pasi¨®n hacia ella. A los cinco a?os ya empec¨¦ a subirme a los montes.
V, ?Cu¨¢l ha sido su ochomil m¨¢s dificil?
R. El m¨¢s dificil fue, sin duda, el Annapurna. (8.031 metros). Logr¨¦ abrir una nueva ruta de extrema dificultad por la cara noroeste, formando cordada con el alem¨¢n Hans Karrimerlander, uno de mis habituales compa?eros de cordada. Todos los ochomiles tienen una v¨ªa normal, que no suele ser tan dif¨ªcil como el resto de rutas abiertas en sus paredes. La dificultad de un ochomil depende de la ruta y del estilo de escalada que se emplee.
P. ?Qu¨¦ tipo de expediciones prefiere, grandes o peque?as?
R. Mis 38 a?os de experiencia me permiten recomendar las expediciones peque?as, siempre y cuando sea posible. Me explicar¨¦. El Lhotse, por ejemplo, tiene 8.511 metros y es muy dificil, casi imposible, coronar la cara sur con una expedici¨®n reducida, es decir, de dos a cuatro personas, ya que el trabajo a realizar es muy intenso. Se necesita, pues, una decena de personas. Si me pregunta por mis preferencias, insisto en que prefiero las ligeras.
P. ?Prefiere escalar solo o acompa?ado?
R. Las dos cosas. No soy un alpinista de grupo y tampoco un especialista en solitario. Me gustan ambas experiencias. Puedes sentirte feliz de las dos modalidades, aunque es fascinante hacerlo en solitario, a tu ritmo.
P. ?Qu¨¦ es la aventura para Messner?
R. Prefiero no utilizar la palabra aventura, ya que me parece un vocablo muy manido. Las expediciones a las grandes cimas han evolucionado enormemente durante la ¨²ltima d¨¦cada. Se han profesionalizado mucho y, en ese sentido, han dejado de ser una aventura, ya que se cuenta con medios y conocimientos muy superiores a los que utilizaban hace 30 a?os.
P. ?Ha pensado alguna vez que pod¨ªa morir durante una escalada?
R. He tenido la fortuna de vivir el peligro cuando hab¨ªa poca gente en la monta?a. Hasta 1981, las monta?as que escal¨¢bamos estaban limpias de expediciones. Uno pod¨ªa recrearse en el campo base, disfrutar de la naturaleza. En estos momentos, cualquier campo base de cualquier ochomil debe ser compartido con otras expediciones, lo que de alguna manera deja de ser una aventura.
En cuanto a la muerte, s¨®lo puedo decir que forma parte de la vida. La vida incluye la muerte. Sin la muerte, la vida ser¨ªa otra cosa. Tambi¨¦n la aventura ser¨ªa diferente. Yo siempre digo que no existe aventura sin la posibilidad de morir. He vivido la muerte en la monta?a. No la he visto, porque no es visible como un animal o una persona. Acepto la muerte, venga cuando venga, pero al escalar nunca pienso que puedo morir en el empe?o.
P. El polaco Jerzy Kukuczka tambi¨¦n ha coronado los 14 ochomiles que hay en la tierra, ?qu¨¦ opini¨®n le merece?
R. Lo sigo desde 1979, cuando ascendi¨® al Lhotse en los inicios de su carrera. Me lo presentaron en 1981, y desde entonces lo he admirado much¨ªsimo porque es un hombre muy valiente, bravo, que ama la monta?a. Su condici¨®n f¨ªsica, su t¨¦cnica y su estilo alpino le han permitido algo mucho m¨¢s importante que coronar cimas de 8.000 metros y es la posibilidad de hacerlo por rutas in¨¦ditas.
P. Hablando de gestas ineditas, el franc¨¦s Marc Batard acaba de batir el r¨¦cord de velocidad en la subida al Everest al hacerlo en 22 horas y 30 minutos. ?Qu¨¦ comentario le sugiere esa marca?
R. Batard es un alpinista muy fuerte, muy bueno. Me parece un gran logro, pero no siento una admiraci¨®n especial hacia este tipo de alpinismo. Batard utiliz¨® los campos de altura instalados previamente por su expedici¨®n. Considero, por ejemplo, que la marca realizada por el suizo Erhard Loretan, que coron¨® el Everest en 40 horas por la dif¨ªcil cara norte del T¨ªbet, tiene tanto m¨¦rito o m¨¢s que la de Batard.
P. Hace dos a?os, le prometi¨® a su madre que no volver¨ªa a coronar un ochomil. ?Cree que podr¨¢ mantener esa promesa por mucho tiempo?
R. S¨®lo puedo decir una cosa: en marzo iniciar¨¦ una nueva expedici¨®n al Lhotse, en la que estar¨¢ el espa?ol Enric Lucas. No pienso intentar la cumbre. Voy como jefe de expedici¨®n para ayudar y aconsejar a los j¨®venes alpinistas que he reunido. La promesa que le hice a mi madre la mantendr¨¦. Estoy seguro.
"El alpinismo es creaci¨®n"
Pregunta. ?Se considera un fil¨®sofo del alpinismo?Respuesta. No, no soy fil¨®sofo. El alpinismo no es ¨²nicamente una actividad f¨ªsica, ya que tiene una componente cultural muy importante. El alpinismo posee 200 a?os de historia, de una gran y bella historia plagada de gestas. La preparaci¨®n de una expedici¨®n implica, al margen de una actividad deportiva y t¨¦cnica, unos conocimientos materiales, toda una forma de entender la vida.
P. Cuando organiza una expedici¨®n, ?tiene la sensaci¨®n de estar realizando una obra?
R. El alpinismo tiene una faceta art¨ªstica. Hay cien maneras de preparar una expedici¨®n. La historia demuestra que los alpinistas son personas muy interesadas por las culturas de los pueblos que visitan. Al alpinista no s¨®lo le interesa coronar la cima, tambi¨¦n se siente motivado por conocer el mundo que rodea esas cumbres. Al fin y al cabo, muchas de las cosas que se conocen de esos pueblos, de esas zonas, han sido difundidas por las expediciones que han visitado esas monta?as. No deber¨ªamos cometer el error de reducir el alpinismo a un deporte meramente competitivo. Es algo m¨¢s. De eso saben m¨¢s los alpinistas que el resto de la gente.
P. ?Quiere ello decir que rechaza la competici¨®n en la monta?a?
R. La competici¨®n en las monta?as existe desde 1786, cuando se coron¨® por vez primera el Montblanc (4.807 metros). La competici¨®n ha sido siempre una constante en nuestra actividad. Todos quer¨ªan ser los primeros en coronar una cima. Esta competencia ha cambiado much¨ªsimo durante los ¨²ltimos cinco a?os, ya que se ha creado una forma m¨¢s directa de enfrentarse unos a otros. Se trata de la escalada deportiva, las competiciones que se realizan en recintos cerrados, principalmente pabellones deportivos, en los que se construyen grandes muros sobre los que compiten los escaladores. Los que sienten necesidad de ganar, acuden a estas competiciones. Los dem¨¢s, seguimos acudiendo a la monta?a.
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