Walesa reanuda sin resultados el di¨¢logo con el Gobierno polaco
El l¨ªder de Solidaridad, Lech Walesa, y el ministro polaco del Interior, general Czeslaw Kiszczak, mantuvieron el viernes y el s¨¢bado pasados dos encuentros en Varsovia que no han servido para desbloquear el di¨¢logo entre el Gobierno y la oposici¨®n. El comunicado difundido al final de las dos entrevistas s¨®lo menciona que "las dos partes han decidido continuar las conversaciones con objeto de aproximar las posiciones".Se trata de los primeros contactos directos del l¨ªder sindical polaco con el general Kiszczak desde hace dos meses, en el marco de la preparaci¨®n de la "mesa redonda" de negociaciones con la oposici¨®n, que deber¨ªa, haber empezado hace ya un mes. Lech Walesa declar¨® ayer que el principal problema es la decisi¨®n pol¨ªtica de las autoridades de reconocer el pluralismo y apunt¨® que en la ¨²ltima ronda de conversaciones no se han logrado avances sustanciales en este camino.
La oposici¨®n polaca insiste en que las autoridades abran las negociaciones con una declaraci¨®n, de intenciones respecto al plurafismo sindical, por temor a que los representantes del r¨¦gimen quieran marginar este tema. Este recelo de la oposici¨®n no carece de justificaci¨®n, si se tiene en cuenta que el m¨¢ximo dirigente polaco, general Wojciech Jaruzelski, condicion¨® el pasado 22 de octubre el retorno al pluralismo sindical en Polonia al restablecimiento del equilibrio econ¨®mico.
Las ¨²ltimas semanas se han caracterizado por la paulatina marcha atr¨¢s dada por las autoridades en lo que la oposici¨®n daba por acordado despu¨¦s del encuentro del 16 de septiembre que el ministro de Interior mantuvo con varios l¨ªderes del sindicato ?legal.
Esta postura de las autoridades ha sido duramente criticada en los ¨²ltimos d¨ªas por los obispos polacos, quienes acusaron al Gobierno de crear un clima desfavorable para las negociaciones al organizar campa?as propagand¨ªsticas contra el pluralismo sindical, cerrar los astilleros Lenin de Gdarisk, cuna del sindicato Solidaridad, e incumplir su promesa de no perseguir a los organizadores de las huelgas de agosto pasado.
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