Nuevas f¨®rmulas sobre viejos esquemas

Los toreros toman medidas para que el dinero no les desaparezca nada m¨¢s cobrarlo, como ven¨ªa siendo normal. Sus gastos son cuantiosos, y la mayor¨ªa asegura que si en una corrida no ganan del mill¨®n para arriba, tienen p¨¦rdidas.A los desembolsos que suponen los honorarios de los subalternos, porcentaje de apoderamiento, viajes y hoteles propios y de toda la cuadrilla, m¨¢s otros onerosos flecos, se une la obligaci¨®n tributaria.La f¨®rmula que est¨¢n adoptando cada vez m¨¢s diestros es constituirse en sociedades an¨®nimas pues, al parecer, esta f¨®rmula jur¨ªdica les reporta beneficios fiscales. Se trata seguramente de una buena idea, pero no pasa de ser un parche porque el problema principal de los toreros no es Hacienda sino el viejo e injusto esquema que configura el negocio taurino. La generalizaci¨®n de las exclusivas robustece el monopolio empresarial. Y, por otra parte, las fuertes cantidades que muchos espadas dedican a granjearse opiniones favorables, m¨¢s las que distribuyen para aminorar riesgos en el ruedo, fomentan un ampl¨ªsimo club de vividores, cuyos intereses acaban por asfixiar los del propio torero.Rafael Moreno con Espartaco, Mart¨ªn Arranz con Joselito -entre otros casos- gerencian escrupulosamente las sociedades constituidas en base a los respectivos diestros, pero los ingresos por corrida sufren importantes mermas como consecuencia de la gama de corruptelas m¨¢s o menos veladas que atenazan la fiesta. Es una estructura muy gravosa para los diestros, que nadie ha intentado erradicar. Quiz¨¢ sean los nuevos gerentes quienes aborden el problema.