En el nombre del padre

El a?o 1988 no ha sido bueno para Udai. Obligado por razones de Estado a renunciar a su primera esposa, e implicado ahora en un oscuro asesinato, el hijo mayor del presidente iraqu¨ª, Sadam Husein, espera en prisi¨®n el resultado de un juicio que su padre no ha querido evitar y que puede condenarle a la pena capital. M¨¢s all¨¢ de su responsabilidad en la muerte de Karnal Hana Yayo, Udai, de 24 a?os, sufre ahora las consecuencias de su vida de ni?o mimado de la alta sociedad iraqu¨ª.

La sorpresa fue may¨²scula cuando en la radio y la televisi¨®n oficiales se procedi¨®, el pasado lunes, a la lectura de un mensaje del presidente Husein a su ministro de Defensa, en el que le ordenaba que juzgara a su hijo por asesinato. "Solicito que se le juzgue de acuerdo con las leyes, y que Dios ilumine a quienes usted elija para llevar a cabo la investigaci¨®n de forma que satisfaga a Dios", dec¨ªa el texto del mensaje.

Repentina dimisi¨®n

Los observadores comprendieron entonces la causa de la repentina dimisi¨®n, hace dos semanas, "por razones personales", de Udai como presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico iraqu¨ª y de la Federaci¨®n Nacional de F¨²tbol.En la dictadura de Bagdad, el m¨ªnimo signo puede aclarar los intr¨ªngulis de su herm¨¦tica pol¨ªtica, y la desaparici¨®n del nombre de Udal de la mancheta del peri¨®dico deportivo Al Baaz Al Riyadi tampoco hab¨ªa pasado desapercibida.

De acuerdo con la versi¨®n de los hechos relatada por el propio presidente, la muerte de Yayo -un empleado presidencial-, el pasado 18 de octubre, fue fruto de un accidente. El fallecido, que celebraba una fiesta familiar, estaba ebrio y disparaba al aire cerca del palacio presidencial cuando fue reprendido por Udai, quien, al ver deso¨ªda su orden de que cesaran los disparos, le golpe¨® con un palo en la cabeza. Seg¨²n testigos presenciales, Udai quiso darle en los hombros, pero un movimiento de la v¨ªctima provoc¨® el desenlace fatal.

El texto presidencial relataba tambi¨¦n tres intentos de suicidio del presunto asesino. "Quiso expresar su dolor por lo que hab¨ªa hecho y por el da?o que ha causado a la familia", justificaba Husein. Pocos d¨ªas despu¨¦s del asesinato, la oficina presidencial hizo p¨²blica una orden por la que se proh¨ªben los disparos al aire, una forma de celebrar cualquier acontecimiento bastante generalizada en el mundo ¨¢rabe y, especialmente, en Irak. Varias decenas de personas resultaron muertas y numerosas m¨¢s heridas como consecuencia de esta pr¨¢ctica en los d¨ªas de fiesta decretados en agosto para celebrar el alto el fuego con Ir¨¢n.

Por esas mismas fechas se anunci¨® tambi¨¦n su boda, una noticia que caus¨® extra?eza por cuanto Udai ya estaba casado. El comunicado oficial no hac¨ªa referencia a que ¨¦stas fueran sus segundas nupcias, ni mencionaba proceso de divorcio alguno.

A falta de informaci¨®n, los rumores explicaron que el padre de su primera esposa, un general bastante pr¨®ximo al presidente, hab¨ªa ca¨ªdo en desgracia y hab¨ªa sido degradado. Inmediatamente, el hijo de Sadam habr¨ªa repudiado a su mujer.

Udai nunca ha mantenido buenas relaciones con su padre, quien, al parecer, siempre ha desaprobado su vida un tanto relajada.