Exposici¨®n de Fortuny en el Mercado Puerta de Toledo

La muestra sobre Mariano Fortuny y Madrazo (Granada, 1871-Venecia, 1949), el polifac¨¦tico artista hijo del gran pintor catal¨¢n Mariano Fortuny y de Cecilia Madrazo, emparentada con la otra dinast¨ªa art¨ªstica dominante del siglo XIX espa?ol, se abre hoy dentro de la serie de actos oficiales de inauguraci¨®n del Mercado Puerta de Toledo, punta de lanza de un ambicioso proyecto de reanimaci¨®n urban¨ªstica en una zona hist¨®rica de Madrid.

Hace ahora exactamente cuatro a?os se present¨® otra exposici¨®n monogr¨¢fica sobre este mismo creador, titulada El Fortuny de Venecia, organizada por el Banco de Bilbao. Y aunque el contenido de ambas no coincide exactamente, no se puede evitar la sensaci¨®n de reiteraci¨®n. Es obvio que los organizadores de esta segunda versi¨®n son conscientes de la insistencia, pero han tenido que asumirla por las caracter¨ªsticas del destino que se quiere dar a la sala de exposiciones del Mercado Puerta de Toledo, en el que habr¨¢n de cobijarse exposiciones relacionadas con el dise?o, la fotograria, las artes industriales, etc¨¦tera; en una palabra: con ese tipo de creaci¨®n vers¨¢til en la que Mariano Fortuny fue un maestro simpar. Fortuny dise?¨® miles de motivos para sus tejidos, los decorativos y los de vestidos. Las aplicaciones plata y oro son caracter¨ªsticas de sus telas, descritas a las perfecci¨®n por Proust.

Trabajo virtuoso

Por otra parte, soy de los que piensan que, trat¨¢ndose de figuras interesantes, las segundas partes nunca est¨¢n de m¨¢s y que el lugar de exhibici¨®n constituye un condicionante decisivo. En este sentido, los responsables de la concepci¨®n y el montaje de la muestra -desde el comisario, Juan Manuel Bonet, hasta los coordinadores t¨¦cnicos, Rafael Bl¨¢zquez y Lola D¨ªaz, pasando por el dise?ador del conjunto,Juan Ari?o- han tenido que realizar un trabajo virtuos¨ªstico, desafiando obst¨¢culos de toda ¨ªndole. Sin regatearles, por tanto, el elogio que merecen, habr¨¢ que meditar de todas formas qu¨¦ se va a hacer all¨ª en el futuro.En cuanto al contenido de la exposici¨®n, se puede afirmar que es m¨¢s amplio y ambicioso incluso que lo necesario. En efecto, un conjunto de m¨¢s de 150 piezas, entre ¨®leos, dibujos, grabados, flatograflas, trajes, tejidos, l¨¢mparas y otros objetos de dise?o producto de la fecunda y refinada imaginaci¨®n del artista m¨¢s adorado por los c¨ªrculos exigentes de la belle ¨¦poque europea, con Marcel Proust a la cabeza, desborda lo que cab¨ªa esperar en un centro de las caracter¨ªsticas descritas. Los trajes de Fortuny, inspirados en Grecia y Roma, son el descubrimiento del desnudo femenino.

En todo caso, el riqu¨ªsimo material se ha presentado inteligentemente con grandes vitrinas, en las que un fondo negro hace resaltar la suntuosidad de la mayor¨ªa de los productos, aprovech¨¢ndose adem¨¢s con habilidad las rasantes visuales para situar estrat¨¦gicamente las maravillosas fotograf¨ªas venecianas del maestro.

En fin, sea cual sea la suerte futura que le sea deparada a la sala y al centro en cuesti¨®n, lo que no se puede negar es que arranca echando las campanas al vuelo. Es, por tanto, un comienzo verdaderamente comprometedor.