La libertad para Torres Rojas facilita m¨¢s el indulto a Armada

El general Luis Torres Rojas, condenado a 12 a?os de prisi¨®n por participar en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, abandon¨® ayer el hospital militar G¨®mez Ulla, de Madrid, horas despu¨¦s de que, por telegrama, se te comunicara que el juzgado militar de La Coru?a le conced¨ªa la libertad condicional por estar enfermo y tener m¨¢s de 70 a?os. La decisi¨®n se interpret¨® en c¨ªrculos jur¨ªdicos y oficiales como un paso previo conveniente para que el Gobierno acuerde ahora indultar al ex general Alfonso Armada, hip¨®tesis considerada muy probable por todas las partes consultadas.

El telegrama se recibi¨® en el hospital, seg¨²n Defensa, hacia las dos de la madrugada, pero Torres Rojas opt¨® por pasar la noche all¨ª. Gerardo Quintana, su abogado, dijo que el general -Torres Rojas mantiene ese empleo militar porque no fue condenado a m¨¢s de 12 a?os hab¨ªa salido del hospital entre las seis y las siete de la ma?ana, pero Defensa asegur¨® que lo hizo hacia las once.La esposa y una hija del militar acudieron a esperarle al hospital, desde el que Torres Rojas se traslad¨® al domicilio de su hija Cristina, en el que pas¨® la mayor parte del d¨ªa para eludir a los periodistas. A ¨²ltima hora de ayer, el general se?al¨® a este peri¨®dico: "Me encuentro muy satisfecho de estar con mi familia, como es l¨®gico". Torres Rojas agreg¨® que seguir¨¢ haciendo recuperaci¨®n en el hospital G¨®mez Ulla ya que sufre "un hundimiento de v¨¦rtebras". El militar no quiso hacer m¨¢s declaraciones "porque todo est¨¢ sub j¨²d?ce".

La solicitud de libertad condicional fue presentada el pasado junio, y estaba basada en el hecho de que el general golpista sufr¨ªa una enfermedad que le obligaba a un tratamieto continuado -ha sido intervenido quir¨²rgicamente en los ojos y en la columna vertebral- y que estaba a punto de cumplir los 70 a?os (los cumpli¨® el pasado 13 de octubre).

En su d¨ªa, tambi¨¦n el ex general Alfonso Armada -condenado a 26 a?os y ocho meses- pidi¨® la libertad condicional por motivos similares, pero el Supremo la deneg¨® argumentando que no cumpl¨ªa un requisito fundamental para un preso ingresado en un centro militar: haber cumplido la mitad de la condena. Este requisito s¨ª lo cumple Torres Rojas y ha sido clave para su libertad.

En estos mismos d¨ªas, el equipo jur¨ªdico de Defensa analiza el informe del Supremo seg¨²n el cual el alto tribunal es favorable a la concesi¨®n del indulto para el ex general.

Pr¨®xima decisi¨®n

En estas pasadas fechas, tanto fuentes de Defensa como abogados de los golpistas hab¨ªan coincidido en afirmar que la probable concesi¨®n de la medida de gracia no pod¨ªa producirse, por razones de conveniencia, antes de que el juez de Vigilancia Penitenciaria de La Coru?a, comandante Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez Sineiro, decidiera poner en libertad a Torres Rojas.

[Narc¨ªs Serra, titular de Defensa, coment¨® ayer en Montpellier que a¨²n no ha recibido el estudio de sus t¨¦cnicos jur¨ªdicos y que, por tanto, no pod¨ªa hablar de plazos para que el Gobierno adopte una decisi¨®n].

Torres Rojas, nacido en Melilla, era gobernador militar de La Coru?a cuando se produjo el golpe de Estado del 23-F. En los a?os anteriores, hab¨ªa sido jefe de la Divisi¨®n Acorazada Brunete, con sede en Madrid, y en las reuniones de los golpistas previas al 23 de febrero se acord¨® que fuera Torres Rojas quien, una vez tomado el Congreso de los Diputados por miembros de la Guardia Civil, se hiciera cargo del mando de tan importante divisi¨®n.

Por eso, Torres Rojas se desplaz¨® por v¨ªa a¨¦rea a mediod¨ªa de esa fecha de La Coru?a a Madrid. De Barajas se fue directamente a la Divisi¨®n Acorazada, donde a primera hora de la tarde se reuni¨® con varios mandos de la unidad y se distribuyeron misiones, como la toma de TVE o de emisoras de radio. A ¨²ltima hora de la tarde, y despu¨¦s de la toma del Congreso, Torres Rojas regres¨® a la Coru?a, tambi¨¦n en avi¨®n, despu¨¦s de ver, como declar¨® en el juicio por el golpe, que la operaci¨®n hab¨ªa fracasado.