Un regreso aplazado

El editor Jaime Salinas recuerda con precisi¨®n los momentos que rodearon la llegada al aeropuerto de Barajas de la escritora Mar¨ªa Zambrano, el 20 de noviembre de 1984, cuando Salinas era todav¨ªa director general del Libro. La llegada estuvo precedida de numerosas conversaciones telef¨®nicas en la que se invitaba a Maria Zambrano a regresar del exilio. Al parecer, exist¨ªa una cierta preocupaci¨®n en el Ministerio de Cultura por la situaci¨®n econ¨®mica de esta pensadora que viv¨ªa en Francia y que se hab¨ªa resistido a volver, a pesar de las continuas invitaciones hechas tanto por las instituciones como por intelectuales espa?oles. Jaime Salinas recuerda que en aquellas conversaciones iniciales, Mar¨ªa Zambrano "se resist¨ªa". Unos d¨ªas antes de su regreso, la escritora le llam¨® por tel¨¦fono para pedirle que fuera a recogerle a Barajas, pero no en su condici¨®n de director general del Libro, sino como particular. M¨¢s exactamente "como hijo de Pedro Salinas". "Jaimito, llego dentro de una semana y quiero que vaya a recibirme al aeropuerto el hijo de Pedro Salinas".Salinas insiste mucho en que no fue solicitado ni por su condici¨®n administrativa, ni por su persona. Mar¨ªa Zambrano quer¨ªa aterrizar en Madrid y encontrar un lazo con el pasado de los lejanos d¨ªas de su generaci¨®n.

En estas condiciones, el entonces Director General del Libro no pudo servirse de la cobertura period¨ªstica que exig¨ªa el caso y no pudo facilitar las tareas de los inforinadores que se desplazaron a Barajas. El suceso le vali¨® al editor m¨¢s de un reproche por parte de los medios informativos que recibieron a la escritora con un importante despliegue. Fue uno de los grandes acontecimientos culturales del final de la transici¨®n espa?ola.