"Esto es la revoluci¨®n"
J. V. El partido ¨²nico argelino discute su futuro en la Ciudad Deportiva 5 de Julio; en la calle, estudiantes y profesionales hablan de democracia sin adjetivos, los obreros hacen hueIgas y la mayor¨ªa de la poblaci¨®n expresa su desconter to por la carest¨ªa de la vida, las colas permanentes y la penuria de agua.
A¨²n m¨¢s, en el Algerie Actualite se citan, con nombres y apellidos, los funcionarios del Estado y los miembros del Frente de Liberaci¨®n Nacional acusados por la poblaci¨®n de Hennaya de asesinar fr¨ªame ite a dos vecinos el pasado 10 de octubre.
Argelia se agita y algunos de sus m¨¢s optimistas ciudadanos creen ya que, en breve, volver¨¢ a ser la vanguardia pol¨ªtica del Magreb y de toda ?frica. "S¨®lo que esta vez ser¨¢ avanzada en la conquista de la democracia", dice un abogado de una de las tres ligas de derechos del hombre, un veterano moudjahid o combatiente por la independencia argelina.
'A falta de partidos pol¨ªtico, de oposici¨®n verdaderamente implantados en el pa¨ªs", a?ade, "son organizaciones como la nuestra las que constituyen en estos momentos el motor de la lucha por la democracia", a?ade el mismo interlocutor.
Esa falta de alternativa pol¨ªtica organizada devuelve toda su importancia al actual congreso del FLN, el sexto que celebra el partido desde la independencia del pa¨ªs. Incluso los que est¨¢n en contra del partido ¨²nico saben que ahora s¨®lo el reformismo del presidente puede consolidar los espacios de libertad arrancados desde el pasado 5 de octubre.
"Vivimos una revoluci¨®n", afirma el periodista Aziuz Mojtari. "Se equivocan los que llaman a los sucesos de octubre revuelta de la s¨¦mola. La gente no sal¨ªa a la calle a mendigar cuscus, sino a luchar por su dignidad". Tras 25 a?os de letargo pol¨ªtico, la pasi¨®n argelina por la libertad, contra la que Francia luch¨® en vano durante un siglo y medio, ha renacido con ¨ªmpetu este oto?o.
El Ej¨¦rcito, afirman muchos ciudadanos argelinos, no est¨¢ contra la apertura pol¨ªtica, e incluso el multipartidismo, siempre que salvaguarde la unidad y la estabilidad de la naci¨®n, y, a?aden algunos, sus intereses particulares.
Las ideas y proyectos del presidente Chadli Benyedid han sido bien acogidas por la poblaci¨®n, pero han llevado la lucha y el debate interno al seno del partido, donde las resistencias son tan claras como dif¨ªcilmente superables. El periodo de autocr¨ªtica argelino no tiene precedentes desde la independencia del pa¨ªs, de Francia, en 1962.
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