El FLN de Argelia deja en la cuneta el debate sobre el multipartidismo
JAVIER VALENZUELA ENVIADO ESPECIAL, El congreso del Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), que ayer comenz¨® sus trabajos en Argel, terminar¨¢ hoy sin haber aprobado el multipartidismo. Los reformistas, encabezados por el presidente, Chadli Benyedid, arrancar¨¢n con toda probabilidad a la vieja guardia una resoluci¨®n en la que se proclamar¨¢ el "retorno a las fuentes", "la apertura a otras sensibilidades pol¨ªtica y una cierta liberalizaci¨®n de la vida argelina. Los congresistas celebraban ayer acalorados debates, en los que muchos sosten¨ªan que las reformas "radicales, profundas y globales" defendidas por el presidente constituyen el entierro de los "idealaes revolucionarios" del partido ¨²nico argelino.
El presidente Chadli Benyedid, que parece tener el respaldo de las fuerzas armadas y cuya pol¨ªtica reformista fue aprobada por refer¨¦ndum popular el pasado 3 de noviembre, debe ser, en principio, el vencedor de este hist¨®rico congreso inaugurado ayer en medio de una atm¨®sfera tensa y febril.El coronel Chadli Benyedid, secretario general del FLN, jefe supremo de las fuerzas armadas y presidente de la Rep¨²blica Democr¨¢tica y Popular de Argelia, apareci¨® a las 10.05 en el fondo del gran anfiteatro cubierto por una c¨²pula de la Ciudad Deportiva 5 de Julio.
Chadli Benyedid iba solo, vestido con traje de corter moderno y elegante y parec¨ªa m¨¢s delgado y mucho m¨¢s seguro de: s¨ª mismo que en su aparici¨®n televisiva del pasado 10 de octubre, cuando logr¨® detener con su promesa de apertura pol¨ªtica la llamada revuelta de la s¨¦mola, que caus¨® la muerte a m¨¢s de medio millar de manifestantes.
El presidente baj¨® despacio unas largas escaleras y se sent¨®, siempre solo, en la tribuna presidencial del VI Congreso del FLN, que hasta entonces permanec¨ªa vac¨ªa.
Tan majestuosa entrada fue saludada por un corto aplauso, al que se sum¨®, sin entusiasmo, Cherif Mesadia, el jefe del aparato del FLN, defenestrado por Benyedid tras los sucesos de octubre.
Mesadia ocupaba, sin embargo, un sill¨®n de la primera fila de los delegados, justo al lado del general Abdala Belhuchet, amigo y consejero personal del presidente.
El que fue hombre fuerte del FLN y el que lo es del Ej¨¦rcito argelino fueron los blancos preferidos de los fot¨®grafos y equipos de televisi¨®n presentes en la sesi¨®n de apertura del congreso. Formaban, en verdad, una extra?a pareja: el impopular Mesadia, p¨¢lido como la cera y forzando la sonrisa; el militar, no menos serio y vestido de civil.
No faltaban uniformes de oficiales entre los 5.000 delegados que abarrotaban el anfiteatro. Los periodistas extranjeros contaban unos 700, la mayor¨ªa formando una ancha y larga columna de color verde p¨¢lido. Los otros congresistas vest¨ªan ropas civiles occidentales, salvo algunos enviados del desierto, que se recubr¨ªan enteramente, boca incluida, con ropajes blancos. Las mujeres, apenas unas cuantas decenas.
Ca¨ªdos en desgracia
En primera fila estaban tambi¨¦n otros antiguos y nuevos hombres fuertes del r¨¦gimen argelino, cuyo esqueleto es el partido ¨²nico, y su nervio, las fuerzas armadas.
Entre los ca¨ªdos en desgracia, el ex ministro de Asuntos Exteriores Taleb Ibrahimi, uno de los principales arquitectos del tradicional apoyo argelino al Frente Polisario; entre los due?os de la actual situaci¨®n, el ex jefe de los servicios de seguridad militares, Kasdi Merbah, flamante primer ministro, y el sustituto de Mesadia al frente del partido, el ex embajador en Marruecos, Abdelhamid Mehri. Unos y otros estaban a pocas sillas de distancia.
El FNL de Argelia deja en la cuneta el debate sobre el multipartidismo
La tensi¨®n en el anfiteatro era como la que precede a una batalla. Chadli Benyedid se puso de pie e invit¨® a los presentes a orar Una voz femenina cant¨® la fatiha, la profesi¨®n de fe musulmana y, acto seguido, son¨® el hermoso himno nacional argelino. Lo in terpret¨®, con sus instrumentos y sus voces, la misma banda militar de chaquetas rojas que, el pasado 15 de noviembre, festej¨® el nacimiento en Argel del Estado Palestino independiente.Entonces comenzaron los incidentes. Un peque?o grupo de delegados protest¨® en¨¦rgicamente por la supresi¨®n en la letra del himno nacional de un p¨¢rrafo muy hostil contra Francia. Ese p¨¢rrafo no ha sido nunca retira do de modo oficial, aunque en lo ¨²ltimos a?os casi nunca se canta.
Benyedid, inmutable
Chadli Benyedid no se inmut¨®. El mandatario ten¨ªa detr¨¢s una gran bandera argelina, el escudo del partido y un inmenso retrato suyo, en el que el jefe del Estado aparec¨ªa con un mostacho que ya no usa. Todo un s¨ªmbolo de los tiempos que corren, la foto de Chadli Benyedid era m¨¢s grande que el escudo del FLN, una antorcha sobre un libro abierto, recogidos ambos por una rama, y una rueda dentada, un dibujo de indudable inspiraci¨®n socialista.
Chadli Benyedid hizo subir a Abdelhamid Mehri y su equipo; abandon¨® la tribuna por la primera fila; los periodistas, argelinos o extranjeros, tuvieron que abandonar la sala, y vino el segundo conflicto de la ma?ana. Los informadores argelinos protestaron vivamente por no poder seguir en directo el desarrollo del congreso.
"Este congreso pretende definir la v¨ªa argelina a la democracia, y debe celebrarse con luz y taqu¨ªgrafos", dijo un prestigioso columnista de Revolution Africaine, el ¨®rgano central del FLN.
"En el congreso del Partido Desturiano de T¨²nez, que consagr¨® a Ben Al¨ª el pasado verano, la Prensa pudo asistir a todos los discursos y todos los debates" a?adi¨® un redactor de Algerie Actualit¨¦. Terci¨® entonces uno del diario El Moud?ahid: "S¨®lo pedimos el derecho a estar informados para poder informar a nuestro pueblo. Rechazamos ser los difusores de las mentiras de otros".
En el tropel que sigui¨®, una verdadera asamblea a las puertas del congreso, resonaron como disparos lanzados por los periodistas argelinos las palabras democracia y libertad de prensa. Finalmente, los informadores consiguieron una victoria que calificaron de hist¨®rica: pudieron volver a la gran sala circular donde se desarrollaba el congreso y cubrir todas sus actividades.
Quejas period¨ªsticas
El pasado jueves, decenas de periodistas celebraron una asamblea de seis horas de duraci¨®n en presencia del ministro de Informaci¨®n, Al¨ª Ammar.
"Veintis¨¦is a?os de frustraci¨®n es algo que finalmente termina por explotar. Y los periodistas explotaron literalmente el jueves", escribi¨® ayer el diario Horizons.
Los periodistas expusieron al nuevo ministro sus quejas, con esa vehemencia t¨ªpicamente argelina. Cuando el ministro replic¨®: "Os comprendo; me gusta vuestra franqueza", tuvo que escuchar las siguientes palabras de los representantes de la Prensa: "Eso no arregla nuestros problemas; queremos soluciones".
La televisi¨®n, las radios y toda la prensa escrita en Argelia pertenecen al Estado. Desde los sucesos del pasado octubre, no obstante, los profesionales han comenzado a abrir en esos medios espacios de libertad, donde se denuncia la tortura y la corrupci¨®n y se defienden los ideales democr¨¢ticos.
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