Livinio Stuyck
Un mismo apellido tras el esplendor de los tapices de Goya
Livinio, Gabino, Livinio, Gabino. Todos con el apellido Stuyck, y as¨ª desde mediados del siglo XVIII hasta hoy al frente de la Real F¨¢brica de Tapices. Es una m¨¢s de las tradiciones de esta familia unida al arte del tapiz desde hace 268 a?os. El actual director propietario sostiene que en las ¨¦pocas Livinio la f¨¢brica ha atravesado profundas crisis, mientras que su florecimiento siempre lo han disfrutado los Gabino. ?l es Livinio Stuyck, tiene 46 a?os y est¨¢ al frente de la empresa desde 1975. Lleva con estoicismo la grave situaci¨®n que vive en la actualidad la f¨¢brica y conf¨ªa en que su hijo Gabino disfrute en el futuro del esplendor de los tapices que hiciera famosos Francisco de Goya.
Ha habido cuatro Livinios y tres Gabinos, desde que Livinio Stuyck van Dergotten se hiciera cargo de la Real F¨¢brica de Tapices, despu¨¦s de la muerte de los primeros maestros directores tra¨ªdos directamente de Flandes por el rey Felipe V por su experiencia en el arte del telar. Quiz¨¢ por su nacimiento, la Real F¨¢brica de Tapices ha estado ligada de manera permanente a la Casa Real, con un claro objetivo: cubrir las necesidades de tapices y telares de los palacios. Hasta 1963 tuvo una dependencia directa del Estado. Fue en aquel a?o, cuando el Patrimonio Nacional no renov¨® el contrato con la f¨¢brica, que pas¨® a ftincionar como empresa privada.El actual director propietario, Livinio Stuyck, tiene muchas cosas en com¨²n con susantepasados, presentes todos ellos en grandiosas pinturas o tapices instalados a lo largo del edificio. Una de ellas salta a la vista: lacara afilada y el cuerpo delgado, com¨²n a todos los Stuyck. Otra la cuenta ¨¦l mismo: "Anteponemos los valores materiales al amor a una tradici¨®n. Esto, que es dificil de explicar, se: transmite con el ejemplo y el sacrificio de otras muchas cosas".
Naci¨® en la misma f¨¢brica hace 46 a?os y sigue viviendo en ella. A los 12 a?os, su padre, Gabino Stuyck, empez¨® a instruirle en las artes del tapiz, y un d¨ªa a la semana le llevaba de visita a palacios y museos. M¨¢s tarde compatibiliz¨® los estudios de Econ¨®micas con el aprendizaje como adjunto en la direcci¨®n. En 1975, en el mes de junio, muri¨® su padre y, como ¨¦l mismo dice, "a rey muerto, rey puesto". Al d¨ªa siguiente era ya el director propietario de la Real F¨¢brica de Tapices.
Sabe que le ha tocado una etapa dif¨ªcil y est¨¢ empe?ado en dotar a la f¨¢brica de una nueva estructura con vistas al a?o 2000. Le asusta la idea de que se cierre la posibilidad de apoyar la transmisi¨®n del oficio, cada d¨ªa m¨¢s restringido. "Hay mucha gente que no sabe lo que es esto. Aqu¨ª seguimos trabajando igual que en el siglo XVIII. Con estos medios tradicionales es la ¨²nica f¨¢brica de tapices que existe a nivel mundial".
El segundo de sus cuatro hijos, Gabino, de ocho a?os, le pregunta si adem¨¢s de ser el director de la f¨¢brica podr¨¢ serfutbolista. A Livinio Stuyck le da igual que-el pr¨®ximo director se llame Gabino o que, ya puestos a romper otra tradici¨®n, sea una mujer. Lo ¨²nico que realmente le obsesiona es lograr que la f¨¢brica, sus tapices y su forma de trabajo subsistan como instituci¨®n cultural en nuestro pa¨ªs. "Yo hac¨ªa versos cuando me hice cargo de la f¨¢brica. Ahora se me han ido las inspiraciones. Mi cabeza s¨®lo m¨¢quina continuamente en torno al futuro de la f¨¢brica", confiesa en tono amargo, pero orgulloso.
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