El pacto de Copiac

EL PA?S El acuerdo de la Comisi¨®n Permanente Intersectorial de Asociaciones Cinematogr¨¢ficas (Coplac) al que hace referenc¨ªa el ministro de Cultura se alcanz¨® el 20 de septiembre de 1985 entre representantes de los sectores de producci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n, cuando era Pilar Mir¨® directora general del Instituto de Cinematograf¨ªa y de las Artes Audiovisuales.

Los firmantes del documento aseguraban que la propuesta de reforma que contiene el documento supon¨ªa, "por primera vez en la historia de la cinematograria nacional, un acuerdo ¨²nanime de los sectores de producci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n" sobre aspectos que consideraban fundamentales para una ordenaci¨®n racional de la industria cinematogr¨¢fica. "Por tanto", se?alaban en el documento, "solicitamos que estos acuerdos sean entendidos como un conjunto de medidas que deben ser tenidas en cuenta y no parcialmente".

Los acuerdos suscritos trataban sobre el sistema de contrataci¨®n de pel¨ªculas, cuota de pantalla, cuota de distribuci¨®n, relaciones cine-televisi¨®n, mercado audiovisual y medidas en favor de los sectores cinematogr¨¢ficos. El acuerdo no entraba ni en la cuant¨ªa ni en la distribuci¨®n de las subvenciones oficiales a la producci¨®n.

Desgravaciones fiscales

Entre las medidas en favor de los sectores cinematogr¨¢ficos, el documento contemplaba la desgravaci¨®n de impuestos a a las empresas distribuidoras y exhibidoras, la desgravaci¨®n de impuestos a los capitales ajenos a la cinematograf¨ªa que se inviertan en la producci¨®n de pel¨ªculas espa?olas, para as¨ª potenciar su financiaci¨®n y la reconversi¨®n del parque de salas.

La ¨²nica reserva al acuerdo fue el de la Federaci¨®n Espa?ola de Asociaciones y gremios de Distribuidores de Pel¨ªculas Cinematogr¨¢ ficas en los referente al cap¨ªtulo de cuota de distribuci¨®n, que afirmaba que "solamente las pel¨ªculas espa?olas generar¨¢n licencias de doblaje para pel¨ªculas de terceros pa¨ªses", y a esos efectos manten¨ªa el sistema de licencias de doblaje fijado en la legislaci¨®n vigente.

Este acuerdo, sin embargo, nunca se utiliz¨® para reformar el llamado decreto Mir¨®, que hab¨ªa suscitado tantas cr¨ªticas como elogios en la industria cinematogr¨¢fica espa?ola. Los principales detractores de decreto Mir¨® han sido aquellos productores que no han conseguido, con la frecuencia que ellos consideraban justa, la subvenci¨®n del ministerio. La reforma Sempr¨²n quiere poner fin al papel del Ministerio de Cultura como ¨¢rbitro de la producci¨®n cinematogr¨¢fica espa?ola y establecer criterios m¨¢s objetivos y que se apoyen en el esp¨ªritu de riesgo de los productores, al mismo tiempo que se inicie una amplia reforma y apoyo a los sectores de distribuci¨®n y exhibici¨®n.