'Sole¨¢'

Manolo Sanl¨²car es, sin duda, el guitarrista que mejor ha sabido traspasar la barrera -la servidumbre si se quiere- de lo flamenco para, leg¨ªtimamente, aspirar a la creaci¨®n sinf¨®nica con un rigor ejemplar.Obras sinf¨®nicas fueron su Medea, su Trebujena, y lo es esta admirable Sole¨¢. Sanl¨²car ha creado una m¨²sica espl¨¦ndida, brillante y sensible a la vez, en que lo jondo es protagonista en todo momento.

Una m¨²sica realmente valiosa, como ¨¦sta, puede complicar el trabajo de un core¨®grafo si no la entiende en sus justos t¨¦rminos. En este caso, Jos¨¦ Antonio ha logrado una obra arm¨®nica, llena de ideas, imaginativa. Ha entendido muy bien lo flamenco, sin olvidar las exigencias de un espect¨¢culo teatral de esta naturaleza.

El ¨²nico error, a mi juicio, es que en la ¨²ltima parte de Sole¨¢, cuando se plantea el desenlace, la obra pierde ritmo, se hace un tanto morosa y discursiva cuando antes hab¨ªa sido un prodigio de viveza, frescura y gracia.

Formidable Merche Esmeralda, vers¨¢til, matizando muy bien los distintos estados de ¨¢nimo, en una variedad de registros in¨¦ditos en ella. El elogio hay que extenderlo a todos los dem¨¢s, en especial a esos flamencos eminentes llamados Luis Habichuela y Juan Cantero, a quienes se ha puesto a bailar cuando lo suyo es, respectivamente, tocar la guitarra y cantar.