Kasparov: "Lo importante es cambiar como sea"
El campe¨®n mundial de ajedrez est¨¢ convencido de que la 'perestroika' tendr¨¢ ¨¦xito
Naci¨® hace 25 a?os en Azerbaiy¨¢n, de madre armenia y padre jud¨ªo. En la adolescencia se dedic¨® a llenar de conocimientos su enorme memoria y a jugar al ajedrez para lograr el objetivo que le dict¨® su madre: ser campe¨®n del mundo. Lo consigui¨® con gran esc¨¢ndalo, en 1985, al ganar en el tablero a Anatoli Karpov, un h¨¦roe nacional, y fuera de ¨¦l, a los bur¨®cratas breznevianos que intentaron marginarle. Gari Kasparov se autodefine como "el embajador cultural de la perestroika" y asegura que "lo importante es cambiar como sea". Uno de los primeros en denunciar el amateurismo marr¨®n en el deporte sovi¨¦tico, trata en esta entrevista la pol¨ªtica de su pa¨ªs.
Pregunta. Ante la pol¨ªtica aperturista de Jruschov, la dirigente israel¨ª Golda Meir dijo: "En cuanto tengan libertad, los pueblos sovi¨¦ticos se matar¨¢n entre ellos". Parece que los hechos recientes le dan la raz¨®n...Respuesta. Creo que los pueblos no pueden exterminarse por s¨ª solos. Los tr¨¢gicos hechos de Armenia y Azerbaiy¨¢n tienen dos causas: o el mismo sistema los favorece o a los l¨ªderes les interesa fomentarlos. El sistema brezneviano puso en el poder a clanes totalmente corruptos que han echado ra¨ªces tanto en el partido como en el aparato dirigente. Durante la ¨¦poca de Breznev no hab¨ªa discusiones interregionales porque la mafia dominante era interregional.
Todos los problemas ¨¦tnicos de Azerbaiy¨¢n, la rep¨²blica que mejor conozco, est¨¢n fomentados por los componentes del ala derecha del poder tratando de ayudar a los n¨²cleos m¨¢s conservadores del Kremlin y de socavar la fe que la gente pueda tener en la democracia. Por otra parte, el problema de esas dos rep¨²blicas se remonta a varios siglos, y en terreno abonado tambi¨¦n la mala hierba crece f¨¢cilmente.
P. ?C¨®mo valora la actitud del poder central durante los sucesos?
R. Como ciudadano sovi¨¦tico, tengo dos reproches que hacer al Gobierno: primero, la lentitud en denunciar la existencia de esas fuerzas oscuras. Si lo hubieran hecho a tiempo habr¨ªan evitado muchas tragedias. Y segundo, el coste que provoca la falta de comprensi¨®n de la democracia. La Prensa central meti¨® en el mismo saco a los manifestantes y huelguistas de Nagorno-Karabaj y a los saqueadores de Sumgait. Aunque los manifestantes no tengan raz¨®n y sus acciones vayan en contra de la ley, jam¨¢s se les debe poner al mismo nivel que los saqueadores y asesinos. Tras lo ocurrido en Sumgait es f¨¢cil comprender el horror y la indignaci¨®n de armenios y azer¨ªes al ver que no ten¨ªan defensa legal ante la muerte de personas inocentes. La permisividad excesiva de esos bajos instintos, el fanatismo religioso y el oscurantismo hizo que lo ocurrido en Sumgait se repitiera despu¨¦s en Kirovabad.
Bomba retardada
P. ?Ve alguna soluci¨®n para estos problemas?R. Hay que hacer principalmente dos cosas: desenmascarar a las fuerzas oscuras y llevar a la pr¨¢ctica las promesas democr¨¢ticas. La tardanza actual tiene un car¨¢cter casi delictivo y s¨®lo es justificable porque a Mosc¨² le resulta dif¨ªcil entender la esencia del conflicto. De hecho, Gorbachov se encontr¨® con una bomba retardada que en realidad fue colocada en la ¨¦poca de Stalin. Creo que lo m¨¢s importante ahora -una vez que el terremoto de Armenia ha cambiado el orden de prioridades- es evitar a toda costa mayores sangr¨ªas y aprender la lecci¨®n para que no se reproduzcan en otras rep¨²blicas.
P. En Espa?a se dice: "A r¨ªo revuelto, ganancia de pescadores". ?Tiene el integrismo isl¨¢mico del vecino Ir¨¢n algo que pescar en las aguas de la musulmana Azerbaiy¨¢n?
R. Nueve a?os de propaganda musulmana procedente de Ir¨¢n y los resultados de la guerra de Afganist¨¢n fomentaron ciertas corrientes integristas en el sur de la URSS y, sobre todo, en Azerbaiy¨¢n. Hay que tener en cuenta que en Ir¨¢n viven de 10 a 11 millones de azer¨ªes, o sea, m¨¢s que en la URSS, y est¨¢n ligados incluso por relaciones de parentesco. Por tanto, la informaci¨®n cay¨® en un terreno f¨¦rtil, ya que dentro de la rep¨²blica, llena de corrupci¨®n por otra parte, no exist¨ªa una ideolog¨ªa tan fuerte como ¨¦sa. Afortunadamente, hay un importante grupo de azer¨ªes, y entre ellos muchos intelectuales, que comulgan con la perestroika. Espero que estas personas eviten una ca¨ªda de Azerbaiy¨¢n en el yugo del fundamentalismo isl¨¢mico de Ir¨¢n,
P. La Uni¨®n Sovi¨¦tica no ha conocido nunca la democracia, sus bur¨®cratas tienen un enorme poder y aglutina a decenas de etnias diferentes. ?Cu¨¢l de estos obst¨¢culos ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil de saltar para Gorbachov?
R. Es negativo que el pa¨ªs no haya conocido la democracia, pero se puede educar a una generaci¨®n para que la sienta desde su nacimiento. Tambi¨¦n lo es que los bur¨®cratas tengan mucho poder y que est¨¦ tan centralizado, pero se pueden crear nuevas leyes econ¨®micas que fomenten la actividad. Creo que Gorbachov podr¨¢ saltar estos dos obst¨¢culos en cinco o diez a?os; pero el tercero tendr¨¢n que superarlo sus sucesores.
P. La reciente dimisi¨®n del mariscal Ajromeiev, ?podr¨ªa indicar que, a juicio de los militares, Gorbachov ha ido demasiado lejos?
R. No estoy introducido en esas sutilezas, y adem¨¢s estaba en el extranjero cuando se anunci¨® el cambio, pero intuyo que las relaciones entre Gorbachov y el aparato militar no son precisamente relajadas.
P. Durante la olimp¨ªada de ajedrez en Sal¨®nica, la sovi¨¦tica Elena Ajmilovskaia huy¨® a EE UU tras casarse en secreto con el entrenador norteamericano...
R. Estoy seguro de que, de haberlo hecho de forma legal, no habr¨ªa tenido ning¨²n problema. El ¨²nico reproche que puedo hacerle como profesional es que se fue a cuatro rondas del final, dejando al equipo en una situaci¨®n muy delicada.
P. ?Quiere decir que las puertas se encuentran ahora abiertas para estas situaciones?
R. Quiz¨¢ no del todo, pero la gran mayor¨ªa de los impedimentos que antes pod¨ªa haber han sido superados.
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