Submarinos alemanes

"Me temo que nuestra conversaci¨®n va a ser muy seria", dice Kasparov al saludar, "as¨ª que le voy a contar un chiste para que lo ponga en la introducci¨®n: Poco despu¨¦s del aterrizaje de Mathias Rust en la Plaza Roja, dos amigos moscovitas se encuentran por la calle y uno de ellos pregunta: '?Sabes por qu¨¦ han quitado la fuente que hab¨ªa enfrente de los almacenes Gum?'. 'Claro', le contesta el otro, 'ten¨ªan miedo de que apareciera por ella un submarino alem¨¢n".El joven campe¨®n r¨ªe a carcajadas y gest¨ªcula constantemente para apoyar sus palabras. Su madre, Clara Kasparova, estuvo presente durante las dos horas de la entrevista, intervino en algunos momentos para.precisar detalles, exigi¨® una copia de la grabaci¨®n y felicit¨® a su hijo al fin de ¨¦sta.

Apadrinado por Alexander Yakovlev, soporte principal de Mijail Gorbachov en el Politbur¨®, Kasparov asegura que su ascensi¨®n habr¨ªa sido "imposible" sin el apoyo de los progresistas, y se declara "afortunado" por pertenecer al "ala izquierda por educaci¨®n y por destino".

Al examinar a quienes han dirigido la Uni¨®n Sovi¨¦tica, se?ala: "Tengo una opini¨®n formada sobre Stalin y Breznev. Ambos simbolizaron la degradaci¨®n de la sociedad y pervirtieron a la gente. La diferencia es que uno borr¨® el concepto de humanismo con sangre, y el otro, con dinero y corrupci¨®n. Para poder definir a Lenin, Trotski y Jruschov se necesita una visi¨®n muy profunda de la historia, y a m¨ª me resulta muy dif¨ªcil hacer esto, ya que la vida de Lenin, por ejemplo, no ha sido reflejada en su totalidad en las biograf¨ªas. Tiene muchas lagunas".

Si hubiera tenido oportunidad de votar en las elecciones de Estados Unidos, indica que tanto ¨¦l como sus "amigos" lo habr¨ªan hecho por el t¨¢ndem Dukakis-Bentsen, y no parece convencido de que la posici¨®n oficial diera preferencia a George Bush.

Hijo de armenia, Gary Kasparov dice delos conflictos que se dan en su tierra natal: "Por desgracia, se ha aplicado durante muchos a?os una pol¨ªtica uniforme, con resultados muy negativos. Creo que s¨®lo la perestroika puede arreglar eso y que Gorbachov tiene raz¨®n cuando propugna unas rep¨²blicas fuertes unidas por un centro fuerte, haciendo coincidir los intereses particulares con los colectivos".