'George Washington', segunda parte de la vida del primer presidente de EE UU

A pesar de los altos ¨ªndices de audiencia en Estados Unidos (un 30% de promedio) y de varias nominaciones al Emmy en 1984, pocos pensiaron en la oportunidad de una segunda parte de George Washington: la forja de una naci¨®n, sobria cr¨®nica de la vida y ¨¦poca del primer presidente norteamericano basada en la documentada tetralog¨ªa (Premio Pulitzer) escrita por James Thomas Flexner. Pero aqu¨ª est¨¢ la continuaci¨®n, una producci¨®n de cuatro horas, con el mismo equipo y protagonista, Barry Bostwick, y con un gmon que despert¨® reticencias en la cadena CBS por presentar los a?os presidenciales "demasiado pol¨¦micos".

La desconfianza acerca de la acogida de una segunda parte (la primera no tuvo un ¨¦xito paralelo fuera de EE UU) fue un obst¨¢culo en el despegue de la miniserie. ?sta reserva se bas¨® fundamentalmente en la falta de: atractivo potencial para la gran audiencia de un Washington en sus ¨²ltimos a?os, con episodios b¨¦licos y amorosos, centrado casi exclusivamente en conflictos pol¨ªticos internos.La primera parte, que conclu¨ªa con la firma del Tratado de Versalles y el retiro del presidente a su plantaci¨®n de Virginia, mostraba a un Washington joven y cansm¨¢tico, alternativamente contemplado en el campo de batalla frente a los brit¨¢nicos o rom¨¢nticamente implicado con su plat¨®nico amor por Sally Fairfax (Jaclyn Smith), la mujer de su mejor amigo (Patty Duke interpretaba a la devota esposa, Marta).

En la continuaci¨®n, que el guionista y productor Richard Fielder describe como "la batalla entre Thomas Jefferson y Alexander Hamilton por el alma de Washington", los temas pol¨ªticos son el centro de atenci¨®n; cuestiones como la ratificaci¨®n de la Constituci¨®n, las finanzas de la naci¨®n, los conflictos diplom¨¢ticos con brit¨¢nicos y franceses, y un largo etc¨¦tera de arduas cuestiones pol¨ªticas, hicieron temer a la cadena CBS que se convirtiera en un programa poco entretenido y pol¨¦mico.

Profunda identidad

El mismo Barry Bostwick fue aconsejado por sus agentes para que rechazara el papel. Bostwick no abandon¨® el personaje, con el que, como repetidamente ha afirmado, se "obsesion¨®" e identific¨® profundamente. Pero al productor ejecutivo David Gerber, empe?ado en ser leal a la historia y a su personaje, le cost¨® sudor y l¨¢grimas conseguir los ocho millones de d¨®lares de presupuesto, despu¨¦s de que la CBS exigiera un recorte del gui¨®n y terminara por retirarse de la producci¨®n. Finalmente, la General Motors, patrocinadora de la primera parte, hizo la inversi¨®n, y Gerber y su asociado, MGM, pusieron el resto (la CBS s¨®lo puso la promoci¨®n).La realizaci¨®n estuvo marcada por una doble obsesi¨®n: ahorrar tiempo y dinero. Bajo esta presi¨®n, hubo que realizar rodajes (en escenarios local¨ªzados en Filadelfia, Pensilvania y Virginia) en condiciones adversas, como sucedi¨® con la secuencia de la rebeli¨®n de Whiskey, realizada en medio de una tormenta primaveral. Las prisas forzaron a los actores a representar escenas cruciales antes de estar verdaderamente preparados, y algunas de las escenas, rodadas con menos tiempo de preproducci¨®n del habitual, tuvieron que ser repetidas tras obtener toscos resultados. Pero el esfuerzo tuvo su compensaci¨®n en las respetuosas cr¨ªticas, en general comprensivas, con lo que. calificaron un serio intento de realizar una inteligente y cuidada pel¨ªcula hist¨®rica.

George Washington se emite a las 15,35, por TVE-1