Algo del Madrid de los 80
A punto de desembocar en los noventa, el Ayuntamiento de Madrid ha iniciado un ciclo de tres d¨ªas de conciertos en el que actuar¨¢n 16 artistas, con la pretensi¨®n de mostrar algunos aspectos representativos de la m¨²sica realizada desde Madrid durante la d¨¦cada los ochenta.La iniciativa se ha realizado con muchos de los m¨²sicos habituales de la sala El¨ªgeme, uno de los centros m¨¢s activos de Madrid de los ¨²ltimos a?os, pero no el ¨²nico, por lo que el ciclo resulta interesante, parcial e incompleto. Significa la oportunidad de escuchar a m¨²sicos que no tienen facilidad para actuar, porque el desarrollo de la m¨²sica espa?ola durante los ochenta ha sido injusto con muchos artistas de calidad y sensibilidad. Pero se han quedado fuera del ciclo otros muchos que no han tenido acceso a esta "oportunidad de los que tienen pocas oportunidades".
Madrid: canciones de los 80
Moncho Alpuente, El Gran Wyoming y Reverendo. Javier Ruibal. Javier Krahe. Joaqu¨ªn Sabina. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 21 de diciembre.
Moncho Alpuente, El Gran Wyoming, Reverendo, Javier Krahe y Joaqu¨ªn Sabina fueron artistas cercanos al cafet¨ªn La Mandr¨¢gora, impulsor de muchos cantantes que han tenido signIficaci¨®n durante los ochenta. Los tres primeros acaban de publicar un disco bajo el t¨ªtulo de The Moncho Alpuente experience, en el que mantienen su humor ¨¢cido, corrosivo e improvisado. Su espect¨¢culo es una mezcla de fiesta fin de curso y humor de caf¨¦ cantante, pero realizado sin mayores pretensiones. Lo mismo imitan al d¨²o Pimpinela que se mofan de la pol¨ªtica de subvenciones en el cine, y como los primeros en ponerse en la picota son ellos mismos, su espect¨¢culo es de visi¨®n imprescindible para quien quiera partirse las muelas.
Javier Ruibal es un andaluz con proyecci¨®n. Int¨¦rprete de gran finura y sensibilidad, algunas de sus canciones son magn¨ªficas y estren¨® dos temas de su ¨²ltimo disco, todav¨ªa in¨¦dito. Mezcla con habilidad aires flamencos con el pop y ¨²nicamente deber¨ªa plantearse su concepto de los arreglos, excesivamente ac¨²sticos y carentes de ambientaci¨®n, y limar un exceso de efectismo que le resta intimidad.
Carrera subterr¨¢nea
Siempre es una alegr¨ªa reencontrarse con Javier Krahe, int¨¦rprete personal y de carrera subterr¨¢nea. Con un doble elep¨¦ en directo recientemente publicado, mantiene un n¨²cleo de fieles segu dore que le permiten continuar como ¨²nico representante de una canci¨®n de autor a la francesa al margen de las modas. Krahe ofreci¨® una excelente actuaci¨®n, con su tierno sentido del humor y su personal monoton¨ªa para construir m¨²sicas y textos, ¨²nico en la canci¨®n espa?ola. Acompa?ado por un grupo id¨®neo, demostr¨® que es un artista imprescindible porque con ¨¦l comienza y termina un estilo que, por su sagacidad, resulta dificil para la mayor¨ªa de un p¨²blico que en los ochenta se ha acostumbrado a consumir lo f¨¢cil, inmediato y encasillable.A ese eterno superviviente musical que es Javier Krahe sigui¨® Joaqu¨ªn Sabina, su compa?ero de comienzos de carrera y uno de los triunfadores de los ochenta, que tuvo el detalle de unirse a la fiesta olvidando problemas de voz. Sabina ha actuado mucho este a?o y el rodaje se nota. El grupo suena compacto, dio un repaso a sus ¨²ltimos ¨¦xitos y tampoco faltaron sus caracter¨ªsticos gestos esc¨¦nicos, a medio camino entre Chuck Berry y Groucho Marx. Demostr¨® que, a pesar del ¨¦xito, contin¨²a al lado de sus compa?eros que no han tenido tanta suerte. En este mantener los pies en el suelo puede hallarse una de las causas de la aceptaci¨®n popular que hoy goza y padece Sabina, uno de los int¨¦rpretes m¨¢s caracter¨ªsticos de los ochenta por su capacidad de sintetizar y resumir tendencias y estilos.
El ciclo Madrid: canciones de los ochenta finaliza hoy con las actuaciones de Javier Batanero, Miguel Vigil, La Trampa, Manolo Tena y Ramonc¨ªn.
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