Gorbachov y el Pac¨ªfico
ESTA VEZ todo indica que la pol¨ªtica de la URSS en relaci¨®n con Jap¨®n ha iniciado en serio un, viraje, que probablemente se confirmar¨¢ durante la visita que el a?o pr¨®ximo tiene previsto realizar Mijail Gorbachov a Tokio. Hasta hace poco, las iniciativas del l¨ªder sovi¨¦tico en esa parte del mundo se hab¨ªan limitado a propuestas generales sobre "seguridad en el Pac¨ªfico", no muy distintas de las formuladas por Breznev. Sin embargo, en el reciente viaje a Jap¨®n del ministro sovi¨¦tico de Exteriores, Edvard Shevardnadze, se ha dado un paso importante para preparar la firma de un tratado de paz entre los dos pa¨ªses, pendiente desde el fin de la II Guerra Mundial. Para llegar a ello, los sovi¨¦ticos han aceptado discutir un tema hasta ahora tab¨²: la reivindicaci¨®n japonesa sobre el grupo de islas m¨¢s meridionales del archipi¨¦lago de las Kuriles, territorio nip¨®n hasta la contienda mundial, que fue incorporado a la URSS en 1945 en virtud de una decisi¨®n de los aliados victoriosos.Tras la reuni¨®n se anunci¨® que un grupo de expertos va a preparar el contenido del futuro tratado de paz. El ministro sovi¨¦tico precis¨® que para ello har¨¢ falta un documento en el que se combinen "los temas pol¨ªticos, econ¨®micos, geogr¨¢ficos y otros". La palabra "geogr¨¢ficos" es una alusi¨®n lo bastante expl¨ªcita al contencioso pendiente entre los dos pa¨ªses. Para la URSS, mejorar sus relaciones con Jap¨®n es un objetivo primordial; no se puede olvidar que, por esenciales que sean para ella sus relaciones con Occidente, la URS S es tambi¨¦n una gran potencia asi¨¢tica. Por otra parte, Mijail Gorbachov comparte la tesis de muchos analistas estadounidenses de que el Pac¨ªfico es uno de los futuros ejes de la vida internacional.
Esta apertura se inscribe en un proceso de dinamizaci¨®n de la pol¨ªtica gorbachoviana en Asia: la URSS se ha decidido a presionar a Vietnam para que se retire de Camboya, lo cual ha permitido concertar con China, para la primera mitad de 1989, una cumbre Gorbachov-Deng en Pek¨ªn. La influencia de la URSS se ha hecho sentir tambi¨¦n en el acercamiento entre China y la India. Pero el caso de Jap¨®n es especial porque se relaciona con el problema n¨²mero uno de toda la audaz empresa pol¨ªtica de Mija¨ªl Gorbachov: la reforma econ¨®mica y la modernizaci¨®n de la URSS. Si saltase el tap¨®n que ha representado hasta ahora el asunto de las Kuriles, se abrir¨ªa la posibilidad de que Jap¨®n iniciase una pol¨ªtica de cooperaci¨®n e inversiones para el desarrollo de Siberia. Es uno de los grandes sue?os de los reformadores sovi¨¦ticos. Porque as¨ª como reformar la econom¨ªa en territorio europeo implica remover monta?as de burocracia, Siheria es una tierra en gran parte todav¨ªa virgen. En su suelo se esconden reservas gigantescas de materias primas, s¨®lo explotables con inversiones de un pa¨ªs de alta tecnolog¨ªa. Por ello la cooperaci¨®n econ¨®mica con Jap¨®n podr¨ªa abrir a la perestroika, en su aspecto m¨¢s dificil, posibilidades insospechadas.
Sin embargo, los obst¨¢culos ser¨¢n a¨²n considerables. Basta mirar un mapa para ver el valor que tiene para la flota sovi¨¦tica conservar las cuatro islas y algunos islotes en disputa. Por eso la posici¨®n de los militares en ese tema ha sido de total intransigencia. Cualquier flexibilizaci¨®n de la actitud de la URSS significar¨ªa, a no dudarlo, un descenso del peso de los militares en las decisiones de pol¨ªtica exterior. Algo que ya se ha manifestado en los ¨²ltimos cambios de la pol¨ªtica asi¨¢tica de la URS S: primero en la renuncia a los misiles de alcance medio; luego en Afganist¨¢n, frontera china, Camboya, etc¨¦tera. Todo ello viene a ratificar el hecho de que Gorbachov, superando sin duda resistencias de las fuerzas armadas, est¨¢ definiendo una pol¨ªtica exterior en la que pesan menos las consideraciones de eficacia militar. Esta misma actitud se ha reflejado en la visita de Shevardnadze a Filipinas, en la que el ministro sovi¨¦tico ha hablado incluso de que la UR SS podr¨ªa suprimir unilateralmente su base de la bah¨ªa de Cam Ranh. Con esta orientaci¨®n, la URSS podr¨ªa dar un impulso a sus relaciones en esa parte del mundo, el Pac¨ªfico, en la que crecen las corrientes deseosas de superar los residuos de una concepci¨®n supermilitarizada de la pol¨ªtica.
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