Ciencia, tecnolog¨ªa y solidaridad

En los tiempos que corren no es dificil o¨ªr en cualquier charla, comentario o anuncio televisivo, el futuro dorado que nos espera con los recientes avances cient¨ªficos y su desarrollo tecnol¨®gico. Los Gobiernos hacen programas que se basan en hacer progresar a sus pa¨ªses a partir de un gran desarrollo de las tecnolog¨ªas punta. Sabios y expertos creen que sin ciencia y progreso tecnol¨®gico actualmente no hay posibilidad de crear riqueza al ritmo necesario para tener una calidad de vida acorde con los tiempos que corren y con el crecimiento de la poblaci¨®n activa. En mi opini¨®n, estas generalidades tienen m¨¢s de verdaderas que de falsas, pero no dejan de ser generalidades.Un Estado moderno como el nuestro, con unos 40 millones de habitantes, que aspira a estar compitiendo en una econom¨ªa de mercado, debe desarrollar sus posibilidades de crear ciencia como base de un futuro desarrollo tecnol¨®gico que nos haga competitivos y tecnoindependientes. Al mismo tiempo, un Estado moderno como el nuestro, que quiere el bienestar y bienvivir de sus ciudadanos, 40 millones, debe ser distributivo y solidario con la riqueza y la mayor productividad que nos aportan las nuevas tecnolog¨ªas. Si no es as¨ª, si somos poco competitivos y tecnodependientes, y adem¨¢s no existe la solidaridad entre los ciudadanos, la generaci¨®n de riqueza puede significar abrir una gran zanja, una trinchera abismal entre los que poseen y disfrutan de la riqueza acumulativa y los que por una consecuencia l¨®gica son segregados a una mayor pobreza. Sin lugar a dudas, el conocimiento cient¨ªfico y su aplicaci¨®n tecnol¨®gica crean riqueza si por ello entendemos aumentar la productividad de bienes reduciendo costes. Pero ello por s¨ª mismo no mejora la calidad ni el nivel de vida global de todos los ciudadanos. Esto es una cosa que depende de c¨®mo se distribuya la riqueza producida y de que las t¨¦cnicas introducidas generen m¨¢s puestos de trabajo que los que elimina, obteniendo nuevos mercados. Yo no s¨¦ si nuestro pa¨ªs es solidario y distributivo o no (nuestros sindicatos parecen decir que no, aunque el Gobierno afirma lo contrario), pero s¨ª s¨¦ que nuestro nivel cient¨ªfico es bajo y somos tremendamente tecnodependientes de otros pa¨ªses que lideran el desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico. Esto por s¨ª solo tambi¨¦n puede segregar a much¨ªsimos ciudadanos a la pobreza, al mismo tiempo que tiende a reducir el patrimonio nacional, patrimonio que pertenece a los ciudadanos del Estado espa?ol aun cuando se haya creado una gran acumulaci¨®n de riqueza.

La tecnodependencia es concomitante con el paro y la pobreza, y las perspectivas de futuro que crea son poco halag¨¹e?as porque no ayuda a abrir nuevos mercados y adem¨¢s no es competitiva. Es cierto que tecnologizar y modernizar aumenta la productividad, disminuye el n¨²mero de puestos de trabajo para la misma producci¨®n y nos hace m¨¢s competitivos en el mercado interior, pero no en el mercado internacional. Quien nos cede la tecnolog¨ªa lo hace, no para que compitamos con ellos, para que tomemos sus mercados, sino para establecer una cabeza de puente en nuestro sistema de producci¨®n y as¨ª abrir un mercado para ellos en nuestro pa¨ªs. Para eso somos tecnodependientes. No hay escapatoria de esta situaci¨®n. La cabeza de puente establecida, adem¨¢s de beneficiarse de la pol¨ªtica del Estado que facilita la introducci¨®n de tecnolog¨ªa, sirve tambi¨¦n para que la inversi¨®n for¨¢nea establezca un buen negocio y adquiera parte del patrimonio del pa¨ªs. Esto, adem¨¢s, conduce a que las empresas nacionales que ni siquiera tienen la tecnolog¨ªa (no de punta) dejen de ser competitivas y se vean acorraladas aun dentro del mercado nacional, y su ¨²nica salida sea caer en manos de otra empresa for¨¢nea que las refuerce tecnol¨®gicamente. Para eso somos tecnodependientes y, claro, la idea de ellos, no la nuestra, es que cada d¨ªa lo seamos m¨¢s. La pregunta clave, ir¨®nica y cruda, la hizo una de nuestras mentes con visi¨®n de futuro, Pedro Toledo, presidente del Banco de Vizcaya: "?Estamos vendiendo el pa¨ªs a precio de saldo?". Afirmativa o negativa, el Gobierno de un Estado que quiere ser moderno, pero que es tecnodependiente, no tiene otra salida sino caer en el proceso de venta descrito anteriormente. La ¨²nica v¨ªa de escape es lograr la tecnoindependencia, y esto s¨®lo se consigue invirtiendo en ciencia, aumentando nuestras capacidades y conocimientos cient¨ªficos.

En mi opini¨®n, el Gobierno actual, de los anteriores mejor no hablar, ha actuado regular en este proceso ciencia-tecnolog¨ªa; ha apostado primero por el desarrollo tecnol¨®gico, dejando la ciencia b¨¢sica en segundo plano, poniendo el carro delante del caballo; ha hecho propaganda f¨¢cil, y los consejos que ha recibido no han sido, por los resultados a la vista, los m¨¢s afortunados. Nuestra cobertura tecnol¨®gica, es decir, nuestro balance exportaci¨®n-importaci¨®n de productos llamados tecnol¨®gicos ha empeorado. Y adem¨¢s, gran parte de estas exportaciones se deben a las que realizan las propias multinacionales establecidas en nuestro pa¨ªs. Nuestra cobertura tecnol¨®gica seguir¨¢ empeorando porque simplemente no hay proyecto tecnol¨®gico importante y de futuro que pueda efectuarse sin conocimientos cient¨ªficos b¨¢sicos profundos relacionados con el proyecto. Nuestro pa¨ªs no tiene ahora estos conocimientos ni la infraestructura t¨¦cnica necesaria. La formulaci¨®n profesional, base de cualquier desarrollo tecnol¨®gico, brilla por su ausencia y es lamentable.

Como dec¨ªa anteriormente, la pol¨ªtica de venta del pa¨ªs est¨¢ ligada a la pol¨ªtica agresiva de mercado. Nuestro Gobierno sabe que no tiene otra escapatoria m¨¢s que hacerla. Pero tambi¨¦n deber¨ªa establecer los controles adecuados para que: a) la venta sea seria, con futuro y a precio de no saldo; b) la venta sirva para aumentar y crear un ambiente educativo: formaci¨®n profesional e investigaci¨®n b¨¢sica que nos pueda permitir dejar poco a poco nuestra tecnodependencia, y c) la riqueza que generen las ventas se distribuya de una manera m¨¢s solidaria entre los ciudadanos. Ya sabemos que la tecnodependencia va a generar paro, pero que la reducci¨®n del coste no sea para que unos pocos se enriquezcan desmesuradamente mientras una mayor¨ªa se empobrece y margina a pasos agigantados. Si la necesidad de introducir nuevas tecnolog¨ªas aumenta el desempleo, que ¨¦ste se recicle con parte de la riqueza que se genera con la reducci¨®n de puestos de trabajo, porque para eso se genera m¨¢s riqueza. As¨ª adquirir¨ªamos nuevos conocimientos y t¨¦cnicas con vistas a un futuro en el que verdaderamente tengamos nuestra propia tecnolog¨ªa. Esta pol¨ªtica de reciclaje y solidaria de hoy por ti, ma?ana por m¨ª, y de educaci¨®n profesional ciudadana, que hoy es pr¨¢cticamente inexistente, ser¨ªa, en mi opini¨®n, una pol¨ªtica realista de futuro para quiz¨¢ un d¨ªa dejar de ser tecnodependientes.