Entre Forster y Batjin
Mientras que en la primera parte de este art¨ªculo Fuentes describ¨ªa dos tipos de lectores, el que lee y el que consume, en esta segunda entrega analiza las posiciones literarias que alimentan a esos lectores y que estar¨ªan representadas por el realismo moderno de E. M. Forster y la novela dial¨®gica de Mijail Bajtin.
En nuestro tiempo, estas posiciones siguen present¨¢ndose como oposiciones. Escojo dos representantes notables de cada una. Los aspectos de la novela, publicados en 1927 por E. M. Forster, consagran las leyes del realismo moderno. Se trata de un c¨®digo as¨¦ptico, reductivista, en el que el Tristram Shandy puede ser criticado como "un galimat¨ªas" en el mismo momento en que la Saturday Review reservaba id¨¦ntica caracterizaci¨®n para El castillo (MuddIe, llamaba Forster a Sterne; rigmarole, dice la revista neoyorquina de Kafka). ?Qu¨¦ se dice contempor¨¢neamente y sobre este tel¨®n de fondo de Las virtudes del p¨¢jaro solitario, de Goytisolo; de Larva, de Juli¨¢n R¨ªos; de todas las obras que no caben dentro de la estrechez de un c¨®digo incapaz de leerlas? No se dice nada, porque la reducci¨®n de la obra a lo que la obra no es, ni quiere ser, es su negaci¨®n.La otra posici¨®n es, ejemplarmente, la de Mijail Bajtin. El gran cr¨ªtico ruso ampl¨ªa el canon para incluir, dentro de su concepto de la novela dial¨®gica (o polif¨®nica, como la llamar¨ªa Broch), una pluralidad de di¨¢logos ya no s¨®lo entre personajes psicol¨®gicos dentro de un marco realista, sino tambi¨¦n entre lenguajes contradictorios, ¨¦pocas hist¨®ricas distantes, clases sociales o visiones hist¨®ricas opuestas que de otra manera no tendr¨ªan oportunidad de dialogar entre s¨ª: de conocerse mediante la imaginaci¨®n, que es la forma de conocer en literatura.
El honor
La libertad creativa de Bajtin es la que conviene a la novela contempor¨¢nea, la que da cabida a su potencialidad, concebida en t¨¦rminos verbales, pero, mediante el lenguaje, en t¨¦rminos hist¨®ricos, pol¨ªticos y aun nacionales din¨¢micos, no pasivos; con costillas, no con papillas; inclusivos, no excluyentes. ?ste es el honor de la novela contempor¨¢nea, y Juan Goytisolo lo encarna y lo defiende soberanamente.
Su ¨²ltima novela, Las virtudes del p¨¢jaro solitario, ha sido objeto de cr¨ªticas que reflejan, bien el af¨¢n de la facilidad diver y light o bien el apego a los c¨®digos proba dos que Goytisolo radicalmente avasalla. ?Mucha p¨®lvora y poco infierno, como se ha escrito? Al contrario: la p¨®lvora equivale al infierno que la produjo, pero adem¨¢s vuela uno que otro purgatorio y abre a tiros verbales la puerta de un para¨ªso vedado, que es el del encuentro de los cuerpos a trav¨¦s de: los textos que los escriben y ponen en contacto cuando todas las leyes del mundo proh¨ªben que se encuentren.
El p¨¢jaro solitario de Goytisolo re¨²ne todas las condiciones del texto que! quiere Bajtin y desde?a Forster. Debe ser juzgada por su fidelidad al c¨®digo que la afirma, no al que la ignora. No es un di¨¢logo de personajes psicol¨®gicos, no es una narraci¨®n lineal, no tiene argumento visible, no posee principio y fin claros. Su di¨¢logo m¨¢s bien es entre tres textos: la obra de San Juan de la Cruz; la poes¨ªa suf¨ª, con su gran carga m¨ªstica, asc¨¦tica y quietista, de Ibn Al Farid, Al Gazel y Jalal ad-Din Rumi; y el propio texto contempor¨¢neo, posibilidad e imposibilidad actual de los anteriores, de Goytisolo. Su narraci¨®n, para abarcar esta materia textual, tiene que ser sinuosa y simultane¨ªsta. Es, como toda gran novela, un desplazamiento. Pero el viaje es asimismo un argumento el¨ªptico que nos conduce del "texto de la representaci¨®n cotidiana" (el c¨®digo realista, transparente, directamente inteligible) al texto radicalmente ininteligible, "enigma insoluble" que asume "los giros de su lenguaje quebrado y tenso".
Al descubrir, por gracia de la escritura de Goytisolo, el misterio de lo que parec¨ªa un texto obvio por acostumbrado, el lector se ve obligado a retomar el mismo texto, verlo con ojos nuevos, efectuar la segunda lectura. Descubre entonces que la primera vez no ley¨® porque no se extra?¨®. Crey¨® (esper¨®) un texto de la representaci¨®n cotidiana y se encontr¨®, reley¨¦ndolo, con un "enigma insoluble". Pero entre la claridad y el misterio, un tercer desplazamiento (tercer viaje, tercera lectura, tercer argumento) se ve obligado a tomar el texto al pie de la letra: leerlo de verdad, sin tomarlo como un valor dado ni como un misterio infranqueable, sino viendo por primera vez lo que realmente est¨¢ all¨ª.
Texto literal
Y lo que est¨¢ all¨ª es una ambig¨¹edad, parte transparencia y parte misterio. Lo que est¨¢ all¨ª es "¨¦xtasis f¨¦rvido y cabal suspensi¨®n de los sentidos", "tir¨¢nicos movimientos del cuerpo", "enardecimiento, sudor, desmayos", "raptos, visiones y goces de una perpetua castidad" Como en Faulkner, como en Beckett, en Goytisolo el argumento no est¨¢ pre-escrito. S¨®lo se encuentra haciendo el viaje del texto cotidiano al texto enigm¨¢tico, al texto ambiguo, que es, al cabo, el texto literal en el sentido m¨¢s verdadero de la palabra.
El argumento es ¨¦ste:
"...desde la edad de siete a?os comenz¨® a escoltarla en secreto un hermoso mancebo con quien se despos¨® y vivi¨® en matrimonio, hecho que no revel¨® a nadie por tratarse del Bienamado".
Argumento m¨ªstico de quien no puede vivir sin Dios. Pero tambi¨¦n argumento f¨ªsico de quien busca al ser amado, lo encuentra en secreto, reclina el rostro sobre ¨¦l, se abandona, siente el cuello herido, rompe la tela del dulce encuentro y se queda dormida con el cuerpo amado. Y, c¨®mo no, argumento dram¨¢tico, en noche oscura, escapando de la casa sosegada mediante el enga?o, usando disfraces, protegida por la oscuridad: drama del silencio, la sombra y el ardiente deseo...
La intrahistoria unamuniana comienza a perfilarse, pero s¨®lo gracias a un hecho de la escritura que es precisamente la ruptura del sistema realista que, prometiendo transparencia, entreg¨® misterio porque hizo creer que era visible en la realidad lo que s¨®lo es legible en el texto. "Ruptura del sistema de equivalencias, expansi¨®n infinita del sentido de los vocablos". ?sta es la acci¨®n del autor, y mediante ella enriquece infinitamente el texto de san Juan, los de los poetas suf¨ªs y el propio texto de Juan Goytisolo. Como se junta el Amado con la Amada, as¨ª se re¨²nen el Texto con el Texto. Y como se transforma la Amada en el Amado, as¨ª se transforma el Texto en Otro Texto.
La bella y emocionante operaci¨®n realizada por Goytisolo sobre uno de los textos capitales de nuestra lengua es no s¨®lo un homenaje; es una necesidad y tiene un triple prop¨®sito: hist¨®rico, amoroso y moral.
Hist¨®ricamente une lo que el tiempo y el prejuicio separaron: la poes¨ªa de san Juan, sus antecedentes persas y nuestro propio lenguaje moderno.
Amorosamente realiza el milagro de negar la discontinuidad de los cuerpos reuni¨¦ndolos a trav¨¦s de un texto (un poema, una novela). No es algo nuevo: don Quixote y Dulcinea, Romeo y Julieta, Cathy y Heatlicliff s¨®lo trascienden su separaci¨®n en el texto literario, vencedor de la muerte, ¨²nico triunfo posible del erotismo.
Y moralmente, El p¨¢jaro solitario es un texto transgresor, violador, her¨¦tico. Pero su herej¨ªa es la de Pelagio contra san Agust¨ªn: la gracia no requiere de otra mediaci¨®n que la palabra y el cuerpo que la pronuncia, es asequible a todos y no depende de nuestra sumisi¨®n a jerarqu¨ªas religiosas o pol¨ªticas. Sent¨ª en la obra una premonici¨®n digna de Henry James. "El hecho que menciona no ha ocurrido todav¨ªa", escribe Goytisolo. ?Ser¨¢ ese hecho una rebeli¨®n imprevista?. ?Y ser¨¢ esta rebeli¨®n una revuelta paralela hacia lo sagrado y lo er¨®tico hermanados en la poes¨ªa? ?Y hay mejores presencias para esta empresa que san Juan de la Cruz, los poetas sufis y el novelista espa?ol?
Aporte extraordinario
La obra de Juan Goytisolo constituye un extraordinario aporte en castellano a la revoluci¨®n permanente de la narrativa contempor¨¢nea. Acosada por la anacron¨ªa, el chovinismo, las ruinas del realismo, la presbicia f¨¢ctica, la frivolidad diver y light, el terrorismo racionalista y la inseguridad ps¨ªquica, la geograf¨ªa de la novela moderna se aprovecha de todas estas fronteras para trascenderlas y ensanchar, en contra de todos sus detractores, el horizonte de la posibilidad humana en la historia.
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