No hay mejor democracia que la cubana, afirma Castro

ENVIADO ESPECIALEl presidente cubano, Fidel Castro, sali¨® al paso de las presiones internacionales a favor de una apertura del r¨¦gimen de la isla, elogi¨® la forma de democracia que se practica en el pa¨ªs y asegur¨® que no se va a introducir ning¨²n cambio en el sistema. "No tenemos que avergonzarnos de las imp¨²dicas calumnias contra la revoluci¨®n, ya que tenemos un sistema electoral que no tienen otros pa¨ªses" dijo en un discurso con el que se conmemoraba el 30? aniversario de la revoluci¨®n y en el que reconoci¨® que Cuba tiene "contradicciones" con la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Fidel Castro explic¨® en la noche del mi¨¦rcoles (madrugada de ayer en Espa?a) que el sistema pol¨ªtico cubano contempla la designaci¨®n directa por "las masas del pueblo" de los candidatos que las representan en las asambleas municipales y en la Asamblea Nacional. "Si la mayor¨ªa del pueblo fuera contrarrevolucionario no tendr¨ªan m¨¢s que postular a los contrarrevolucionarios y los delegados estar¨ªan contra la revoluci¨®n y contra el socialismo", dijo.El presidente cubano sostuvo que "no puede haber democracia superior a la de un pa¨ªs donde los obreros y los campesinos tienen las armas". "A todos esos pa¨ªses occidentales que cuestionan la democracia en Cuba", a?adio, "podemos decirles que entreguen las armas a los campesinos, a los estudiantes. Veremos si pueden echar gases lacrim¨®genos contra cualquier huelga, veremos si pueden estar ech¨¢ndoles los perros a las masas". "No tenemos que ir a ninguna otra parte a aprender nada, tal vez tendr¨ªan que venir a aprender aqu¨ª", concluy¨®.

?sta es la primera reacci¨®n de Fidel Castro desde que, coincidiendo con el 30? aniversario de la revoluci¨®n, un grupo internacional de intelectuales hizo p¨²blico un documento en el que se exhortaba al presidente cubano a convocar un refer¨¦ndum similar al celebrado el a?o pasado en Chile.

Campa?a de Prensa

Castro denunci¨® una campa?a de prensa contra su pa¨ªs. "Los ¨®rganos del imperialismo se ensa?an con Cuba. Quisieran decirnos en Occidente lo que tenemos que hacer, que si imitamos eso, que si hacemos lo otro. No sabemos por qu¨¦ nos hemos convertido en desvelo de tanta. gente". "Lo que s¨ª puedo asegurarles", dirigi¨¦ndose a una audiencia de periodistas extranjeros y numerosos invitados oficiales, "es que la revoluci¨®n no va a cambiar. No vamos a permitir que nada ni nadie cambie la l¨ªnea pura y recta de la revoluci¨®n".El l¨ªder cubano acus¨® particularmente a la Prensa de "exagerar las contradicciones entre Cuba y la URSS, que existen en algunos temas pero no tienen por qu¨¦ convertirse en fricciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica". "Debemos tener respeto por la forma en que cada pa¨ªs decida construir el socialismo", manifest¨®.

Fidel Castro marc¨® otra diferencia. con la Uni¨®n Sovi¨¦tica cuando, al condenar el ataque de Estados Unidos contra dos aviones militares de Libia, declar¨® que ¨¦ste "obliga a preguntarse qu¨¦ entiende el imperialismo por paz". "Apoyamos decididamente la pol¨ªtica de paz del compa?ero Mijail Gorbachov; ahora bien, expresamos el temor de que el imperialismo entienda la paz como paz entre las grandes potencias, reserv¨¢ndose el derecho a agredir a otros pa¨ªses del Tercer Mundo". "Queremos la paz", dijo, "pero una paz con derechos para todos los pueblos del mundo".

Las palabras de Fidel Castro, en un discurso de casi tres horas de duraci¨®n -el m¨¢s importante de los pronunciados durante las celebraciones del 30? aniversario-, confirman un cierre de filas en todo el pa¨ªs en momentos en que Cuba siente ser blanco de una fuerte agresi¨®n ideol¨®gica.

El documento de los intelectuales ha encontrado aqu¨ª, sobre todo por su comparaci¨®n con Chile, el repudio incluso de sectores que habitualmente son cr¨ªticos con el r¨¦gimen. Fuentes de la propia intelectualidad cubana consideran que ese tipo de gestiones dificulta el trabajo de quienes quieren cambiar las cosas desde dentro y fortalecen al grupo m¨¢s reaccionario del sistema.

Fidel Castro volvi¨® a dejar claro en la noche del mi¨¦rcoles que ninguna presi¨®n internacional le obligar¨¢ a cambiar. El presidente cubano empieza a sentirse c¨®modo en su recuperado papel nacionalista y parece totalmente decidido a seguir haciendo las cosas a su modo, moleste a quien moleste. "Si en 1968 no pudo oponerse a la invasi¨®n de Checoslovaquia por los tanques sovi¨¦ticos, hoy s¨ª puede oponerse a la perestroika, y lo har¨¢", comenta una fuente independiente.