10 a?os de medicina electr¨®nica
El 6 de julio de 1979, el periodista asturiano Ram¨®n S¨¢nchez Oca?a, por entonces m¨¢s redondito y con unas frondosas patillas a la moda, presentaba el primer programa de la serie M¨¢s vale prevenir, del que era adem¨¢s director y guionista.Un reportaje sobre los accidentes infantiles, cuyas peculiaridades se escenificaban y comentaban, abri¨® el primer espacio. Dos secciones m¨¢s abrochaban el programa. En una de ellas -Sepa lo que come- se pasaba revista a las caracter¨ªsticas de los alimentos. En Pregunte usted las dudas de los espectadores se hac¨ªan llegar a un especialista m¨¦dico.
Desde entonces pasaron por el programa m¨¢s de 400 temas sanitarios en una cita semanal, casi el mismo n¨²mero de expertos, nuevas secciones y nueve a?os. M¨¢s vale prevenir escal¨® al primer puesto en los paneles de audiencia a los pocos meses de aparecer en pantalla y se mantuvo ininterrumpidamente tres a?os m¨¢s. Despu¨¦s se mantuvo siempre en situaci¨®n privilegiada.
Hace justo un a?o, M¨¢s vale prevenir se transform¨® en Diccionario de salud, la nueva edici¨®n que hoy concluye tras 53 semanas en antena. Con el t¨ªtulo se modific¨® ligeramente el formato del programa. La secci¨®n De la a a la z ha aclarado parte de la ardua constelaci¨®n de t¨¦rminos m¨¦dicos. Si las va cunas, despiden hoy el espacio, los accidentes de los cr¨ªos volvieron hace un a?o a servir de estreno a un S¨¢nchez Oca?a canoso, que hab¨ªa perdido y las patillas y algunos kilos. Incluso hab¨ªa dejado de fumar, que todo se pega.
Problemas cercanos
El programa ha sido casi la ¨²nica informaci¨®n sobre salud y medicina preventiva al alcance de un p¨²blico originariamente poco interesado por tales sutilezas y complicaciones. Aun que una de las claves de su ¨¦xito y permanencia radica precisamente en que este terreno, el de los problemas sanitarios, ata?e muy de cerca a todo bicho viviente, hipocondriacos y obsesivos aparte.S¨¢nchez Oca?a, divulgador y comunicador reconocido, ha utilizado los t¨¦rminos precisos y las justas comparaciones para tomar inteligible el galimat¨ªas m¨¦dico y convencer a ese espectador nada documentado de la necesidad de creerse que la educaci¨®n para la salud es algo m¨¢s que una palabra. Con monigotes, animaci¨®n o cualquier otro recurso, con unos costes muy bajos, seg¨²n indica ¨¦l mismo.
Bultos, temblores, dolores, erupciones, calenturas y otros s¨ªntomas o signos m¨¢gicos son convertidos en conceptos de andar por casa, personajes que los sufren tras el televisor y en algo interesante o al menos inquietante para quien no hojear¨ªa en su vida una revista de informaci¨®n cient¨ªfica. Y eso sin caer, en aras de la divulgaci¨®n, en falsedades, simplificaciones gratuitas o inexactitudes.
S¨¢nchez Oca?a ha anunciado que ya tiene balas nuevas en la rec¨¢mara. Amenaza con un programa similar que parta de situaciones extremas y en el que se explique c¨®mo prevenirlas. Los bancos de semen, la fecundaci¨®n in vitro y otras nuevas formas de nacer estar¨¢n en una serie bautizada como Los hijos del fr¨ªo.
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