Roma veta un catecismo elaborado por los obispos de Ecuador

La Congregaci¨®n para el Clero ha informado negativamente sobre el Catecismo nacional b¨¢sico, preparado por la Iglesia cat¨®lica de Ecuador, por considerar que su contenido es excesivamente sociopol¨ªtico. En una carta remitida a finales del pasado a?o por el citado dicasterio vaticano a los obispos ecuatorianos, a la que ha tenido acceso este diario, se se?ala que "el texto no podr¨¢ recibir eventuales retoques ni enmiendas, sino que deber¨¢ sufrir una sustancial reforma". La opci¨®n por los pobres, una visi¨®n horizontalista de la Iglesia, as¨ª como el tratamiento abierto en temas morales, son las principales fuentes de preocupaci¨®n de Roma para con este catecismo.Las observaciones al texto de los obispos parten fundamentalmente de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, que preside el cardenal Joseph Ratzinger, y en ellas se afirma que el catecismo "cita como magisterio s¨®lo al Concilio Vaticano II y todo lo posterior a ¨¦l, como si todo lo precedente no tuviera importancia o valor".

El Vaticano critica que en un tema como el del matrimonio el catecismo diga que "cuando hay amor, pero el sacramento no se recibe, hay matrimonio, en el sentido profundo creacional del hombre".

Sin embargo, las principales objeciones van dirigidas al terreno sociopol¨ªtico. Esta secuencia es significativa: "Empresas multinacionales; las multinacionales generan consumo; los poderes econ¨®micos; los monopolios de la informaci¨®n o los grandes empresarios nacionales son representantes del capital transnacional", se asegura en la carta fechada en Roma.

"En general", dice la carta, "se oculta un cierto matiz modernista en las interpretaciones y tambi¨¦n, aunque no de forma expresa, un difuso sentimiento antinatalista", que el Vaticano considera "contrario a los intereses de Ecuador".

"Se exagera", de acuerdo con el texto del dicasterio de Ratzinger, "la situaci¨®n de opresi¨®n de la mujer".

En el terreno sociolaboral, el documento romano recrimina al texto de los obispos, en el que, a su juicio, no se justifica incluir un cap¨ªtulo entero dedicado al estudio de "pobres y ricos, que podr¨ªa ser entendido como una incitaci¨®n a la lucha de clases".