Columnistas
Hace algunos meses, Luis Solana aprovech¨® una colaboraci¨®n en un magazine para quejarse, con la amabilidad que le caracteriza, de los columnistas duros, y ¨¦l expresaba su deseo de alg¨²n d¨ªa llegar a ser columnista, pero constructivo, solidario, nunca un columnista navajero. Pobre Luis Solana. La de columnas que le van a caer encima en su actual condici¨®n de pararrayos de todas las tormentas en esta Espa?a encerrada en una sola habitaci¨®n y con un solo juguete. Ni los 100 d¨ªas de tregua le van a ser concedidos, entre otros motivos porque ya es sabidur¨ªa convencional que los directores generales de radio y televisi¨®n est¨¢n ah¨ª para eso, para recibir todos los pelotazos de la feria. Y, adem¨¢s, nos ha dejado los tel¨¦fonos algo confundidos y es militante de la Trilateral. No s¨¦, no s¨¦ qu¨¦ podremos hacer por este muchacho.Yo aprovecho estas l¨ªneas para dirigirme al sindicato de columnistas con el fin de llegar al t¨¢cito acuerdo de concederle el beneficio de la duda. A ver qu¨¦ hace Luis Solana con los chips que le han sobrado en su etapa de primer telefonista de? reino. Una vez devorada Pilar Mir¨®, relamidas las fauces entintadas por la sangre de la tigresa, hartas las v¨ªsceras por tan duradero bocado, tal vez la digesti¨®n de su antecesora ayude a que incluso Solana disponga de un cierto respiro entre los columnistas. La verdad es que el espect¨¢culo del calvario de la Mir¨®, si a algo invitaba ¨²ltimamente, era a apartar la mirada y desear que Pilar volviera a filmar y dejara de ser filmada. A Calvi?o le toc¨® fraguar la p¨ªrrica victoria de un refer¨¦ndum que nos ha hecho perder la inocencia hist¨®rica para siempre, a Pilar Mir¨® le ha tocado impedir una huelga general en muy mal momento y Solana deber¨¢ ganar unas elecciones generales por mayor¨ªa absoluta. Porque, de no conseguirlo, ¨¦l siempre podr¨¢ ejercer de columnista, pero a su programador, Felipe Gonz¨¢lez, ni siquiera le queda el recurso de volver a ser abogado laboralista. ?De qu¨¦ sindicato? Porque si no consigue la mayor¨ªa absoluta, ?alguien se imagina a Felipe Gonz¨¢lez aliado con otro que no sea ¨¦l mismo?
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