Existe otra Argentina

Soy un argentino que vive desde hace siete a?os en Barcelona. Como tal conservo lo que se llama las ra¨ªces, que es algo irracional que lo lleva a uno a sentirse atado siempre a la tierra y la gente que lo vio crecer. Tuve oportunidad de visitar Argentina el a?o pasado, en plena ¨¦poca electoral, y este a?o, apenas un d¨ªa despu¨¦s de la payasada reiterativa de los carapintada.A observar aquella realidad descubro que la informaci¨®n que recibo, estando en Europa, es tan limitada, tan pobre y tan sesgada, que no sirve para nada. Pongamos como ejemplo la ¨²ltima asonada de Seineld¨ªn y los carapintada de diciembre ¨²ltimo. Fue primera plana dos d¨ªas, motivo de editorial otro, reflexiones una semana y ya est¨¢. No hay antes, no hay despu¨¦s. ?Cu¨¢l fue el mensaje? Que un coronel argentino fan¨¢tico sac¨® los carros de combate a la calle para presionar a un Gobierno constitucional. ?Cu¨¢l es la dimensi¨®n del suceso? Para el lector medio de EL PAIS, la dimensi¨®n es absoluta: Argentina no exist¨ªa antes de Seineld¨ªn, y tampoco despu¨¦s. Argentina "es" en la medida que van surgiendo Seineldines y carros de combate en la calle. Esto le confiere al suceso un valor absoluto y referencial. Pero, ?cu¨¢l es la dimensi¨®n real delsuceso?

Desde luego, la fr¨¢gil democracia que hoy vive Argentina no est¨¢ amenazada por los carros de combate de los carapintada. Hay demasiado odio y frustraci¨®n acumulados para soportar de nuevo eso. Pero s¨ª est¨¢ amenazada por la crisis econ¨®mica, s¨ª est¨¢ amenazada por una deuda externa que consume la totalidad de las exportaciones anuales.

Como argentino, no deseo otra cosa que un asentamiento

Pasa a la p¨¢gina siguiente Viene de la p¨¢gina anterior

definitivo de esa democracia sobre un esquema de estabilidad social y econ¨®mica que permita a aquel hermoso pa¨ªs salir adelante- Luis Ruiz Avila.