La bancarrota del Lliure

Los responsables del Teatre Lliure han anunciado esta semana que cerrar¨¢n en febrero las puertas si las administraciones p¨²blicas catalanas no incrementan su ayuda econ¨®mica a la cooperativa, que, seg¨²n Fabi¨¤ Puigserver, est¨¢ en bancarrota. Pero en la contabilidad de los 12 a?os de existencia del Lliure figura, adem¨¢s de la penuria econ¨®mica, su conflictiva relaci¨®n con las citadas administraciones -evidenciada en los obst¨¢culos que impiden su desarrollo como teatro p¨²blico-, la importante cantera de profesionales del teatro que se han vinculado o formado en su seno y, por encima de todo, la defensa de unz po¨¦tica teatral rigurosa en su larga lista de montajes.

No es la primera vez que Puigcerver se plantea cerrar el local. En junio de 1986, el Lliure ya padeci¨® una grave crisis econ¨®mica que termin¨® con el incremento de las subvenciones, un paliativo temporal que las administraciones catalanas -Generalitat, Diputaci¨®n de Barcelona y Ayuntamiento- encontraron para evitar la responsabilidad del cierre. Sin embargo, esas administraciones ya fueron incapaces entonces de aceptar la propuesta de, Puigserver de crear un consorcio que diera una mayor estabilidad a la cooperativa y sentara as bases de un sistema concertado de gesti¨®n p¨²blica del centro. Algunos representantes de la administraci¨®n comentaban, entonces, en petit comit¨¦, que el Lliure estaba vinculado al empe?o personal de un reducido grupo de profesionales y que ello no garantizaba su continuidad. Dos a?os m¨¢s tarde, la propuesta de crear una fundaci¨®n p¨²blica por parte del Lliure ha topado con similares reticencias.El Lliure abri¨® sus puerta en los locales de la cooperativa La Lleialtat, de Gr¨¤cia, el 1 de diciembre de 1976 con Cami de nit, una obra de Josep Barcel¨® con direcci¨®n de Llu¨ªs Pasqual. Los obst¨¢culos administrativos para el Lliure, sin embargo, ya datan de antes del estreno, porque la burocracia oficial no quer¨ªa dar permiso de apertura a un teatro que carec¨ªa de escenario a la italiana, algo imprescindible para los estrechos conceptos teatrales de los funcionarios gubernativos.

Teatro catal¨¢n

Aunque el Lliure debut¨® con una obra de autor catal¨¢n, su repertorio posterior se bas¨® en piezas extranjeras (Brecht, Schnitzler, B¨¹chner, Shakespeare, lbsen, Marlolve, Enquist ... ). La evidencia de esta n¨®mina propici¨®, a los tres a?os de trabajo, que se prodigaran las acusaciones al Lliure por olvidar el teatro catal¨¢n. La gente del Lliure defend¨ªa que tambi¨¦n son parte del teatro catal¨¢n los traductores, directores de escena, actores... y que era un reduccionismo injusto fundar la acusaci¨®n en la lista de autores. Rusi?ol, Mart¨ª Pol, Espriu, Benet i Jornet han sido, con todo, incorporados al repertorio de la compa?¨ªa.En mayo de 1978, se estrenaba La vida del Rei Eduard II d'Anglaterra. Llu¨ªs Pasqual dirigi¨® en aquella ocasi¨®n a Josep Maria Flotats. Fue el regreso, entonces pasajero, del actor a Catalu?a. En la actualidad, Flotats encabeza el proyecto del Teatre Nacional de Catalunya que cuenta con todos los benepl¨¢citos de la presidencia de la Generalitat sin que el parlamento catal¨¢n haya todav¨ªa conseguido una informaci¨®n fidedigna sobre las subvenciones concedidas a la compa?¨ªa de Flotats, germen del citado proyecto.

Un a?o m¨¢s tarde, el Lliure estrenaba La bella Helena montaje que la cooperativa present¨® posteriormente en otra salas de Barcelona -acudi¨® por ejemplo, al festival del Grec-. El teatro de Gr¨¤cia empezaba a quedarse peque?o un problema que frenaba su dearrollo. De ah¨ª que el a?o pa sado, el Lliure propusiera un proyecto para utilizar el recinto de Las Arenas, espacio que fi nalmente, con el apoyo municipal, ha quedado en manos de la Feria de Barcelona. En el reparto de La bella Helena figuraban Anna Lizar¨¢n, Llu¨ªs Homar, Ferm¨ª Reixach, Juanjo Puigcorber, y otros muchos rostros que ya eran habituales y queridos para los asiduos del Lliure. Nombres de actores que despu¨¦s podr¨¢n rastrearse en montajes de Flotats (Una jornada particular, en el caso de Anna Lizar¨¢n), producciones cinematogr¨¢ficas de ¨¦xito (La pla?a del Diamant, Llu¨ªs Homar), series de televisi¨®n y producciones del Centro Dram¨¢tico Nacional (Juanjo Puigcorber) y experiencias en solitario tras un ba?o neoyorquino (Reixach).

El Lliure, sin embargo, no se nutri¨® ¨²nicamente de su propia cantera, y tras la experiencia Flotats, invit¨® a Rosa Mar¨ªa Sard¨¢ para protagonizar Rosa

Maria y, despu¨¦s, El balc¨®, de Jean Genet. Era junio de 1980. En enero del a?o siguiente, otro invitado, Albert Boadella, dirigir¨ªa en la sala de Gr¨¤cia Operaci¨® Ub¨², una adaptaci¨®n de la obra de Alfred Jarry, en la que la figura de Jordi Pujol era perfectamente reconocible como protagonista de una pol¨¦mica parodia. Hoy en d¨ªa es dificil encontrar profesionales catalanes del teatro que no hayan estado vinculados, de una u otra manera, al LIiure.

En 1982, el Lliure volver¨ªa a salir de su recinto para estrenar en el Romea, Centre Dram¨¢tic de la Generalialitat, la Primera Historia d'Esther, de Espriu. El a?o pasado, el Lliure solicit¨® este teatro para remediar el ya citado agobio de espacio -que no afecta ¨²nicamente a la capacidad de espectadores sino que, tambi¨¦n, limita determinados empe?os escenogr¨¢ficos- pero la Generalitat consider¨® excesivas las condiciones que impon¨ªa el Lliure. En la temporada 1987-88, el Lliure estrenar¨ªa en el Mercat de les Flors, teatro municipal, ja bona persona del Sezuan. Estos d¨ªas, en la b¨²squeda de nuevo espacio, el Lliure ha iniciado negociaciones con el municipio para su hipot¨¦tica instalaci¨®n en el Palau de l'Agricultura, un edificio ubicado a cincuenta metros del Mercat.

D¨¦ficit

Al cerrar la temporada 1982-83, el balance econ¨®mico del Lliure ya presentaba un d¨¦ficit de cerca de cinco millones de pesetas. Las estrecheces econ¨®micas no impidieron que la apertura del curso 1983-84 se hiciera con otro montaje espl¨¦ndido de Shakespeare, Al vostre gust, de Pasqual, en la versi¨®n catalana de Josep Maria de Sagarra.En 1984, el Lliure sorprendi¨® con la a Japtaci¨®n de la ¨®pera mozartiziana La flauta m¨¢gica. El teatro ya hab¨ªa levantado montajes con un claro componente musical como Mahagonny -que los herederos de Kurt Weill no aceptaron que repusiera el Lliure en una versi¨®n reducida en 1985- o Fulgor i mort de Joaquim Murrieta, espect¨¢culo coral que supuso otra heterodoxia del Lliure: traducir Neruda al catal¨¢n. Este inter¨¦s plural de la gente del Lliure se evidenci¨® claramente cuando, bajo su amparo, debutaba en octubre de 1985 el grupo de c¨¢mara instrumental Teatre Lliure. Uno de los grupos punteros de la danza en Catalu?a, la compa?¨ªa Gelabert-Azzopardi est¨¢ vinculada al Lliure, donde, adem¨¢s, han presentado varios espect¨¢culos.

Chejov (Les tres germanes), Goldoni (Un dels ¨²ltims capvespres de carnaval), Strinberg (La senyoreta Julia) o Alfred de Musset: (Lorenzaccio) son algunos de los autores que configuran la brillante trayectoria del Lliure, que ahora depende de una falsa prodigalidad de las instituciones. Estas nunca han querido un compromiso pol¨ªtico con el proyecto del Lliure m¨¢s all¨¢ del suministro, siempre a la baja, de unas justificadas subvenciones.