El baile de las alianzas

Los Consejos de Ministros de Asuntos Exteriores y de Agricultura de la CE que se celebran hoy en Bruselas, los primeros bajo presidencia espa?ola, marcan el inicio del dif¨ªcil ejercicio de arbitrar consensos entre 12 pa¨ªses con intereses dispares y a veces encontrados. Durante seis meses, a Espa?a le toca dirigir un baile de alianzas cambiantes para obtener acuerdos en los que el objetivo es que haya ganadores, pero nunca derrotados.

"La presidencia es como la viruela, que la pasan todos los ni?os. Lo que hay que procurar es que no deje huellas", dice Francisco Fern¨¢ndez F¨¢bregas, director de Relaciones Exteriores del Consejo de Ministros de la CE.En la secretar¨ªa general del Consejo, la opini¨®n es que Espa?a 6 hecho un esfuerzo previo estimable de ordenaci¨®n de temas y ajuste de calendario.

Tambi¨¦n ha cometido errores de biso?ez, como presentar demasiados objetivos sin definir prioridades o incluir el mandato para negociar el acuerdo de libre comercio con los pa¨ªses del Golfo. "La Comisi¨®n se resiste a elaborar una propuesta en un asunto delicado para el sector de refino europeo, atacado de sobrecapacidad e inferioridad tecnol¨®gica respecto a los pa¨ªses productores de petr¨®leo", apunta un alto funcionario.

La regla del funcionamiento de la CE es que la Comisi¨®n Europea propone, el Parlamento opina y, el Consejo de Ministros dispone. Cuando no hay propuesta previa es casi imposible tomar una decisi¨®n porque se necesita la unanimidad.

Francia-RFA, la aorta

Sobre las relaciones de poder dentro de la Comunidad Europea existen varias teor¨ªas, todas muy parecidas. Una de ellas explica que el eje Francia-RFA es la arteria aorta de la CE. Estos dos pa¨ªses se reservaron -los franceses, la agricultura, y los alemanes occidentales, las ventajas comerciales e industriales- los mejores beneficios de la asociaci¨®n europea. Esto fue del todo cierto con la Europa a seis, en la que a Italia se le aplacaba a base de ayudas regionales.

Luego, desde la ampliaci¨®n de 1973, el Reino Unido ha intentado formar otro sistema arterial con vasos comunicantes a Holanda y Dinamarca. Con el ingreso de Espa?a en 1986 ha surgido la circulaci¨®n extracorp¨®rea de los perif¨¦ricos. Los ocho votos espa?oles unidos a los 10 italianos y a los cuatro griegos suman los 22 votos necesarios para una minor¨ªa de bloqueo. "Con nosotros dentro, a italianos y griegos les vino Dios a ver a la hora de sacar contrapartidas", afirma el embajador Carlos Westendorp. Y fue un pol¨ªtico tan incombustible como Giulio Andreotti quien salud¨® el ingreso espa?ol como el nacimiento del frente sur de la CE. "Hay que trasladar el centro de gravedad", dijo entonces, pero la profec¨ªa no se ha cumplido.

Es cierto que estos tres pa¨ªses unen con frecuencia sus votos para frenar los perjuicios de una pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n decantada a los productos continentales y olvidadiza con los mediterr¨¢neos. Sin embargo, se tiran a matar cada vez que el reparto es entre ellos. Un ejemplo reciente fue la oposici¨®n italiana a que a Espa?a se le liberara de la peste porcina, pues lo que se avecina es la guerra del jam¨®n serrano contra el de Parma.

Despu¨¦s de tres a?os de experiencia, el embajador adjunto ante la CE, Javier Elorza, opina que las alianzas funcionan con la condici¨®n de que no vayan contra nadie. Existe un cuidado exquisito para evitar minor¨ªas enquistadas, y al perdedor en un acuerdo se le ofrece siempre una salida digna a base de plazos derogatorios y compensaciones.

En la jerga comunitaria, la frase es que "para evitar que te violen hay que negociar hasta el fin". As¨ª, Espa?a consigui¨® una f¨®rmula indefinida para la sobretasa del consorcio de compensaci¨®n de seguros o la supresi¨®n de trabas a la exportaci¨®n de patatas, y Francia, dejar sin IVA al ron de los departamentos de ultramar.

A la hora de las decisiones importantes hay una norma de oro que dice que pa¨ªs grande es igual a presidencia fuerte. Pero los estilos de juego var¨ªan. El Reino Unido eligi¨® aislar minor¨ªas y cosech¨® recelos y escasas decisiones. La Rep¨²blica Federal de Alemania opt¨® por forzar consensos, incluso a martillazos, y pasar¨¢ a la historia como la gran impulsora de la Europa del mercado ¨²nico.

Todav¨ªa son la RFA y Francia quienes deciden los grandes hitos de la CE; constituyen el llamado directorio. Pero los alemanes occidentales aportan la tercera parte del presupuesto comunitario, y por eso "pesan cada d¨ªa un gramo m¨¢s", asegura el ministro Fern¨¢ndez Ord¨®?ez. Fuera de esos dos pa¨ªses, lo que m¨¢s cuenta para lograr avances es tener apoyos.

La siembra

En el Ministerio de Asuntos Exteriores dicen que la siembra se ha hecho. Para Fern¨¢ndez Ord¨®?ez existe buen margen de maniobra: "Con el Reino Unido hay diferencias de criterio, pero las relaciones son muy buenas. Con Francia tenemos peloteras a causa de frutas y hortalizas, pero nos llevamos de miedo; nos necesitamos. En el tema de la apertura al Este, estamos muy cerca de la RFA".

El esquema se completa, a juicio del secretario de Estado Pedro Solbes, porque "con italianos y franceses formamos un tr¨ªpode para apoyar un esquema de cooperaci¨®n con Am¨¦rica Latina", y, seg¨²n Westendorp, "los griegos pisan por nuestros pasos". El ¨²nico problema, coinciden todos, es que "los pa¨ªses del Norte se comportan como fieras en la pelea del d¨ªa a d¨ªa" y "los holandeses est¨¢n intratables". Pero se puede utilizar con tino el poder de decidir el orden del d¨ªa de cada Consejo o grupo de trabajo. S¨®lo falta obtener resultados.

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