Holanda libera a los dos presos m¨¢s antiguos

El Parlamento holand¨¦s aprob¨® ayer, por 85 votos contra 55, una propuesta del Gobierno para liberar a Ferdinand aus der F¨¹nten, de 79 a?os, y Franz Fischer, de 86, criminales de guerra nazis que llevaban 40 a?os encarcelados en Breda. Ambos abandonaron ayer la c¨¢rcel. La medida, propuesta por la coalici¨®n democristiana y liberal presidida por Rud Lubbers, ha dividido al pa¨ªs y ha ido al primer plano las viejas heridas de la ¨²ltima guerra mundial.
Condenados a muerte en 1949, sus sentencias fueron conmutadas por cadenas perpetuas dos a?os m¨¢s tarde y, tras la muerte de Rudolf Hess en 1987, los dos de Breda se convirtieron en los presos nazis m¨¢s antiguos del mundo. Los dos de Breda abandonaron ayer mismo la carcel de Koepel, tres horas y media despu¨¦s de la votaci¨®n en el Parlamento, en una ambulancia, con destino desconocido, si bien estaba previsto que fueran expulsados del pa¨ªs a trav¨¦s deexpulsados del pa¨ªs a trav¨¦s de la frontera con la Rep¨²blica Federal de Alemania.La votaci¨®n de ayer estuvo precedida, la v¨ªspera, de una sesi¨®n cargada de emoci¨®n, donde varios diputados apenas pudieron leer sus discursos y otros lloraban, en un clima de repulsa, tristeza y crisis nerviosa de los supervivientes de la guerra y la comunidad jud¨ªa holandesa, que suman buena parte de la poblaci¨®n.
El jueves y viernes pasados, las calles de Amsterdam. y La Haya vieron el paso de supervivientes y familiares de las v¨ªctimas de los horrores nazis, que, en muchos casos, regresaron a sus hogares llorando tras manifestar su rechazo a la medida.
Se da la circunstancia de que ma?ana se conmemora en Amsterdam, como todos los a?os, el drama de los miles de jud¨ªos holandeses muertos en el campo de concentraci¨®n de Auschwitz. Aus der F¨¹nten, que era en 1942 el jefe del departamento de transporte de hebreos, firm¨®, entre otras, la deportaci¨®n a ese campo alem¨¢n de unos 2.000 ancianos, mujeres y ni?os. Fischer, por su parte, se encargaba de la polic¨ªa del Reich en La Haya. ?l dio personalmente la orden dedio personalmente la orden de torturar a cientos de prisioneros. La coincidencia del aniversario de Auschwitz y el recuerdo, en febrero pr¨®ximo, de la huelga de los ferroviarios holandeses que se negaron a transportar jud¨ªos llev¨® a muchos de los parlamentarios a calificar de insensible al Gobierno en sus discursos.
Crisis nerviosas
Entre los supervivientes, el drama fue distinto. Buena parte de los 4.000 que telefonearon al Centro de Ayuda para las V¨ªctimas de la Guerra, situado en Utrecht, lo hac¨ªan en plena crisis emocional. Seg¨²n un portavoz, muchos fueron incapaces de segu¨ªr el debate por televisi¨®n sin sufrir un ataque de nervios o sentirse abandonados.La medida de gracia ven¨ªa precedida de una carta del ministro de Justicia, Korthals Altes, del democristiano CDA. Para su redacci¨®n, Alt¨¦s hab¨ªa estudiado a fondo la solicitud de liberaci¨®n avalada por 19 firmas relev¨¢ntes del pa¨ªs, adem¨¢s de un detallado informe m¨¦dico. El Gobierno de Bonn tambi¨¦n apoy¨® la petici¨®n, aduciendo razones humanitarias.
Altes hab¨ªa justificado la medida en la necesidad de perd¨®n y de terminar con la "funci¨®n simb¨®lica" que representaban los condenados. El Gobierno neg¨® que intentara evitar con la liberaci¨®n la denuncia que grupos neonaz¨ªs alemanes pretend¨ªan elevar al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, sobre la situaci¨®n carcelaria de los dos ancianos nazis.
En 1972 fue derrotada en el Parlamento otra medida de gracia similar para los dos detenidos, a los que se sumaba en esa ocasi¨®n un tercero, Joseph Kotaela, que muri¨® en prisi¨®n en 1979.
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