"Espero que avancen en UGT los partidarios del proyecto del PSOE"
El secretario de organizaci¨®n del PSOE, Txiki Benegas, se mostr¨® cauteloso y parco en esta entrevista en lo referente a los contactos del Gobierno con la c¨²pula de ETA, aunque advirti¨® a la organizaci¨®n terrorista que el tiempo se acaba. "ETA debe saber que est¨¢ ante la ¨²ltima oportunidad para lograr un final dialogado de la violencia, ¨²ltima, porque ni la oferta de di¨¢logo ni la reinserci¨®n se pueden mantener permanentemente". Para Benegas, "es positivo que ETA haya aceptado que no se puede dialogar y matar al mismo tiempo". El Gobierno en "ese posible di¨¢logo" tiene dos l¨ªmites muy claros: el ordenamiento jur¨ªdico y los acuerdos alcanzados y firmados con las fuerzas pol¨ªticas democr¨¢ticas". Id¨¦ntica cautela mostr¨® sobre las actuales negociaciones entre Gobierno y sindicatos, al no haber terminado el plazo establecido entre ambos para llegar a un acuerdo, que cumple el d¨ªa 31.Pregunta. ?Es previsible que antes de que UGT llegue a pedir el voto para otro partido se consume la definitiva escisi¨®n entre las dos organizaciones?
Respuesta. Eso seria gravisimo en relaci¨®n con lo que han sido las relaciones hist¨®ricas entre el PSOE y la UGT. Se entrar¨ªa en un sistema de venta de votos al mejor postor. Ante esta situaci¨®n lo ¨²nico que puede hacer el PSOE es reafirmar su compromiso electoral del 86 y cumplir lo pactado con UGT, y reformular para el 90 un proyecto que sea apoyado por los ciudadanos.
P. ?Quiere usted decir que se dirigir¨ªan sin intermediarios a la sociedad, prescindiendo de UGT y de sus sugerencias?
R. Ser¨ªa al rev¨¦s, ya que es el sindicato el que prescinde del partido, lo cual es un error enorme.
P. As¨ª las cosas, ?comparte la opini¨®n de que hay que pensar para el futuro en un partido socialdem¨®crata aut¨®nomo, sin apoyo sindical, expresada por muchos socialistas en voz baja y con toda claridad por el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga?
R. Yo le digo lo que pienso. El modelo que hemos mantenido hasta ahora es el m¨¢s correcto. Este modelo consiste, o consist¨ªa, en s¨ªntesis, en que todos los militantes del PSOE ten¨ªan obligaci¨®n de militar en UGT, y en que compart¨ªan los objetivos generales de un proyecto de transformaci¨®n de la sociedad. A partir de ah¨ª cada uno asum¨ªa su papel, pero compart¨ªan los objetivos generales, aunque pudiera haber discrepancias en las reivindicaciones parciales. Reafirmo la validez de un proyecto socialista con el apoyo de una organizaci¨®n sindical y con clara presencia en el movimiento obrero.
P. ?C¨®mo se explica desde el lado del PSOE la crisis de este viejo modelo?
R. Se han roto entre las dos organizaciones todos los lugares de encuentro que hab¨ªa para discutir los proyectos y resolver las discrepancias, y no ha sido el PSOE el que los ha roto. Adem¨¢s, los militantes del PSOE tienen la obligaci¨®n de militar en UGT, y cuando defienden al partido son sancionados o expulsados. Por otro lado, hemos pasado de un sindicalismo de corresponsabilidad con los objetivos generales del pa¨ªs a otro reiv¨ªndicativo de cuestiones parciales. El sindicalismo del futuro tiene que tener un m¨ªnimo de corresponsabilizaci¨®n en los asuntos generales del pa¨ªs; a partir de ah¨ª se pueden ajustar las reivindicaciones parciales, pero no al contrario. Esto lleva a una situaci¨®n que produce conflicto entre los intereses de todos los ciudadanos y las peticiones parciales. Llegados a ese punto, ?qui¨¦n interpreta el inter¨¦s general? ?Qui¨¦n resuelve las contradicciones? Pues deben ser los depositarios de la voluntad popular: el Gobierno y el Parlamento.
"Nos jugamos el futuro"
P. No parece que pueda haber acuerdo cuando precisamente UGT se corresponsabiliz¨® con el PSOE en un programa electoral, y en algunos aspectos no se ha cumplido.
R. El PSOE tiene la obligaci¨®n de formular un proyecto de dimensiones nacionales. Lo hizo en el 82 y se corrigieron pautas hist¨®ricas negativas. Ahora nuestro objetivo es que las parcelas conseguidas se consoliden, porque nos jugamos el futuro, y este proyecto de progreso es el que nos gustar¨ªa compartir con los sindicatos.
P. ?No se preguntan ustedes que, si su proyecto fuera tan beneficioso, los sindicatos, a los que hay que suponer al menos tanta capacidad de discernimiento corno la que puedan tener el PSOE y el Gobierno, lo reconocer¨ªan?
R. Bueno, habr¨ªa que intentar, desde dentro, que UGT compartiera los intereses generales de un proyecto socialista, lo cual no indica un cheque en blanco al Gobierno, porque ¨¦se no es el papel de un sindicato.
P. ?Quiere decir que con un sector de UGT ser¨ªa posible, pero no con la actual direcci¨®n, y que debe ser del sindicato de donde surja la corriente af¨ªn al PSOE?
R. Por el momento parece que es imposible con la actual direcci¨®n, y ah¨ª est¨¢ el anuncio de que pueden pedir el voto para otro partido. Pero no me gusta personalizar porque estamos ante problemas pol¨ªticos como lo fue la huelga del 14 de diciembre. Se trata de que las posiciones que conduzcan a compartir un proyecto avancen en el sindicato. Hay muchos militantes cn UGT favorables a mantener el modelo tradicional.
P. En el ¨²ltimo comit¨¦ federal, Alfonso Guerra se?al¨® que el problema viene desde el congreso del PSOE de Suresnes, del que sali¨® l¨ªder Felipe Gonz¨¢lez, lo que todav¨ªa no ha digerido Nicol¨¢s Redondo al aspirar tambi¨¦n al puesto. Para muchos, esta afirmaci¨®n fue una gran sorpresa, porque la historia oficial del PSOE hasta ese d¨ªa ha proclamado que Redondo facilit¨® y aval¨® el acceso de Felipe Gonz¨¢lez a la secretar¨ªa general.
R. No conozco si hay o no un problema personal entre Felipe Gonz¨¢lez y Redondo, pero lo que afirmo es que el presidente del Gobierno no puede ser reh¨¦n del congreso de Suresnes.
P. Si est¨¢n tan convencidos de que la pol¨ªtica que hacen es la ¨²nica posible, ?c¨®mo explican el seguimiento de la huelga general?
R. Hemos hecho una reflexi¨®n autocr¨ªtica despu¨¦s del 14 de diciembre, al margen las interpretaciones de inhibici¨®n, o temor, que pudieran llevar a algunos a ir a la huelga. Se nos est¨¢ pidiendo que, en la medida de las posibilidades de la econom¨ªa espa?ola y en la medida en que puede haber m¨¢s m¨¢rgenes, aceleremos las pol¨ªticas sociales. Como consecuencia de la expansi¨®n econ¨®mica estamos viviendo cierta cris¨ªs de la econom¨ªa que tiene dos consecuencias claras. El crecimiento ha colapsado ciertos servicios y ha puesto de manifiesto la clara insuficiencia de nuestras infraestructuras. De otro lado, el propio crecimiento ha aumentado las expectativas de los ciudadanos y hace que se planteen nuevas demandas que nunca nacer¨ªan en un per¨ªodo de crisis aguda. Estudiamos qu¨¦ m¨¢s de lo que se est¨¢ haciendo se puede hacer, teniendo en cuenta que muchas veces las reiv¨ªndicaciones que hacen m¨¢s ruido no son las m¨¢s necesarias desde un punto de vista social. C¨®mo abaratar el precio de las viviendas es un proyecto que hemos iniciado. Pero no vamos a incurrir en el error de salvar el hoy e hipotecar el ma?ana. Por salir de una forma oportunista de los problemas no vamos a poner en peligro lo conseguido porque eso no entra en las convicciones de Felipe Gonz¨¢lez ni en las de la direcci¨®n del PSOE.
Si alg¨²n d¨ªa nos echan del Gobierno que sea porque hemos sido serios y no porque hayamos sido unos fr¨ªvolos hipotecando el futuro de los espa?oles.
Pol¨ªtica social
P. Desde la huelga general parece que ustedes han puesto m¨¢s inter¨¦s en hablar el lenguaje de la calle y abandonar las cifras macroecon¨®micas un tanto triunfalistas que contrastan con la realidad de muchos ciudadanos.
R. Se hace una falsa distinci¨®n entre pol¨ªtica econ¨®mica y pol¨ªtica social. Para el PSOE todo es pol¨ªtica social. Cuando nos proponemos crecer al 5% es porque tenemos un objetivo social: crear empleo. Cuando queremos contener la inflaci¨®n es para no perjudicar a los m¨¢s desfavorecidos.
Cuando nos proponemos reducir el d¨¦ficit p¨²blico, queremos que las futuras generaciones no se vean hipotecadas por el endeudamiento y el pago de las cargas financieras. Todo ello son objetivos sociales. Se le podr¨ªa dar a la m¨¢quina de hacer dinero pero estar¨ªamos hipotecando el futuro de los espa?oles. Es decir, toda nuestra pol¨ªtica tiene objetivos sociales. Se podr¨¢n discutir las prioridades pero insisto en que s¨®lo nos mueven esos objetivos sociales.
P. Cada vez que se les pregunta sobre la moralidad p¨²blica de los altos cargos del PSOE responden a la defensiva, diciendo que es demagogia. ?Realmente creen que esa imagen no les est¨¢ restando credibilidad?
R. El PSOE tiene 233.500 militantes, y el perfil medio es el de personas de clase media o media baja con comportamientos de austeridad y honestidad.
P. La pregunta no se refiere a los militantes, sino a los altos cargos.
R. Los altos cargos viven de un sueldo, y en muchos casos ganar¨ªan m¨¢s en la empresa privada. Ocurre que estamos sufriendo una campa?a que se basa en determinadas actitudes que pue den suponer un 0,01% de la militancia y se extrapolan al conjunto de los socialistas. Como no hay programas pol¨ªticos alternativos, el ataque funciona a trav¨¦s del clich¨¦. Antes era el rodillo, luego la prepotencia y ahora la corrupci¨®n.
P. ?Ser¨ªa usted partidario de que Miguel Boyer y Pilar Mir¨® se dieran de baja en el partido?
R. No, y no voy a decir nada m¨¢s sobre ese asunto.
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