La decisi¨®n testamentaria, vinculada a la 'operaci¨®n rescate' de la obra daliniana por el Estado

La hip¨®tesis m¨¢s extendida acerca de la decisi¨®n testamentaria de Dal¨ª, que nombra su heredero universal al Estado espa?ol, es que el rescate de la obra daliniana y el arreglo de la delicada situaci¨®n fiscal del pintor, empreadidos por el abogado Miguel Dom¨¦nech en 1981 y apoyados por los organismos estatales, con el aval expl¨ªcito y la cooperaci¨®n de la Corona -que nombr¨® a Dal¨ª marqu¨¦s y le condecor¨®- se encuentran en el origen del ¨²ltimo cambio testamentario del pintor, realizado dos meses despues de las gestiones legales para la repatriaci¨®n de su patrimonio y la regularizaci¨®n de su situaci¨®n fiscal dentro y fuera de Espa?a.En s¨ªntesis, la situaci¨®n a principios de 1981 era la siguiente: la mayor parte de la obra propiedad del artista se hallaba en almacenes de Nueva York, Ginebra y Par¨ªs. El pintor ten¨ªa residencia oficial en M¨®naco, por sugerencia de su secretario, Enric Sabater, con el que hab¨ªa roto a finales de 1980. Dal¨ª y Gala, debilitados por la edad y en un estado an¨ªmico muy deprimido, manifestaron su deseo de fijar su residencia en Espa?a y repatriar sus pertenencias. En Espa?a, Dal¨ª llevaba cinco a?os sin pagar impuestos sobre su patrimonio (las casas de Figueres, Port Lligat y P¨²bol).

Los abogados del bufete Verdeuil de Par¨ªs, que gestionaban los asuntos del pintor en Francia, sugirieron la contrataci¨®n de un abogado espa?ol con buenas conexiones oficiales. El elegido fue Miguel Dom¨¦nech, muy pr¨®ximo al entonces presidente del gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo.

El 6 de noviembre de 1981, con ocasi¨®n de la inauguraci¨®n de la antol¨®gica dedicada a Picasso en el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo de Madrid, el rey don Juan Carlos, en presencia del entonces presidente del gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, su ministro de Cultura, I?igo Cavero y Javier Tusell, a la saz¨®n director general de Bellas Artes, dijo: "Cualquier cosa que pueda hacer por Dal¨ª, dec¨ªdmelo; me preocupa este asunto; que no vuelva a pasarnos como con Picasso". El 6 de enero de 1982, el BOE publicaba un real decreto por el que se conced¨ªa a Dal¨ª la Gran Cruz de Carlos III. El 20 de julio del mismo a?o, otro real decreto otorgaba a Dal¨ª el t¨ªtulo de marqu¨¦s de Dal¨ª de P¨²bol. A finales de julio de 1981, el Estado compr¨® al artista dos obras por 100 millones de pesetas. Dos meses despu¨¦s, Dal¨ª cambi¨® su testamento que convierte al Estado heredero universal de su obra.