Testigos del ¨²ltimo deseo

Joaquim Chicot, el cuidador del castillo de P¨²bol, recuerda perfectamente lo que ocurri¨® el 20 de septiembre de 1982. Aquel d¨ªa Chicot fue uno de los testigos de la redacci¨®n del ¨²ltimo testamento de Dal¨ª. "Estaba en mi casa y Arturo Caminada [el ch¨®fer del pintor] me llam¨® para que le acompa?ara al castillo", recordaba ayer Chicot a unos pocos metros de la entrada norte de la gran mansi¨®n ampurdanesa de Dal¨ª.

"Caminada me coment¨® que Dal¨ª deseaba cambiar de testamento y que el notario de La Bisbal [Jos¨¦ Mar¨ªa Foncillas Casaus] me necesitaba como testigo". Seg¨²n el relato del cuidador, cuando entr¨® en el castillo tambi¨¦n estaba Narc¨ªs Vil¨¢, vecino de La Pera y esposo de una empleada del pintor. En el m¨¢s absoluto silencio, Vil¨¢ y el cuidador escucharon el ¨²ltimo deseo testamentario de Dal¨ª y durante los ¨²ltimos seis a?os ambos demostraron su fidelidad al pintor, silenciando sus ¨²ltimas decisiones.

Chicot declar¨® a EL PA?S, antes de penetrar en el castillo, acompa?ado por su esposa, Dolors Bosch, empleada de Gala y Dal¨ª durante los ¨²ltimos 15 a?os: "No deseo hablar del testamento", y a?adi¨®: "Creo que fui efectivamente testigo del ¨²ltimo deseo del pintor, porque no creo que posteriormente hubiera hecho ning¨²n otro testamento".

La muerte de Dal¨ª ha cambiado la vida de la peque?a poblaci¨®n de P¨²bol, un conjunto hist¨®rico-art¨ªstico situado a un kil¨®metro de La Pera. Los 50 habitantes de P¨²bol, cuyas actividades se centran principalmente en el cuidado de ganado y el trabajo en una f¨¢brica de cer¨¢micas cercana y en una papelera de Flag¨¢, es ahora "por lo menos mucho m¨¢s silenciosa", explica Pere Chicot, de 22 a?os, hijo del cuidador. Seg¨²n afirma Pere: "Mis padres mantuvieron siempre un silencio total sobre el ¨²ltimo deseo de Dal¨ª; s¨®lo ellos sab¨ªan efectivamente que el Estado espa?ol era el destinatario final de todos los bienes de Dal¨ª, pero jam¨¢s se lo comentaron a nadie, con lo que han demostrado que fueron fieles a Dal¨ª".

Los lementos del alcalde

El hijo del cuidador reconoci¨® que su padre s¨ª que coment¨® el deseo de Dal¨ª a su madre, ya que el pasado fin de semana cuando trascendi¨® la noticia de que Dal¨ª no hab¨ªa dejado nada a la Generalitat, ella sab¨ªa el destino final del patrimonio del pintor.Los Chicot, pese a la muerte del genial pintor, contin¨²an entrando en el castillo. Dos o tres veces al d¨ªa, los Chicot rompen el silencio del jard¨ªn y de la planta baja del castillo de P¨²bol. "A mis padres les gusta mantenerlo todo limpio, y cada d¨ªa entran al castillo para limpiar, el jard¨ªn y el polvo de algunos muebles", dijo Pere Chicot. Miquel Vil¨¢ Vila, el otro testigo del ¨²ltimo testamento de Dal¨ª, no quiso hablar ayer sobre la firma del pol¨¦mico documento. "Aquel d¨ªa el notario de Dal¨ª nos dijo que deb¨ªamos firmar el testamento, confirmar que all¨ª dec¨ªa lo que hab¨ªamos o¨ªdo y olvidarnos para siempre de todo; yo he hecho lo que me dijeron y jam¨¢s he comentado nada a nadie, ni tan siquiera a las personas que me ofrecieron dinero".

Benjam¨ª Artigas Burch, alcalde de La Pera (CiU), se?al¨® por su parte que "el testamento que se ha hecho p¨²blico no es el verdadero, porque no me creo que Dal¨ª se hubiera olvidado completamente del futuro del museo de Figueres y del castillo de P¨²bol". Artigas cree que "alguien nos ha enga?ado a todos porque Dal¨ª quiso siempre ser enterrado aqu¨ª, en P¨²bol, junto a Gala, y ahora est¨¢ en Figueres". El alcalde de esta peque?a localidad, que reconoce no haber mantenido jam¨¢s buenas relaciones con el pintor, declar¨® que "estoy seguro que el ¨²ltimo deseo de Dal¨ª ha sido ocultado". Sobre el silencio de Chicot y Vil¨¢ Artigas explic¨® que es l¨®gico que no dijeran nada porque ambos depend¨ªan de Dal¨ª y no quisieron perder sus empleos o los de sus esposas".

El alcalde de La Pera declar¨® que "todo el pueblo se siente frustrado por el testamento de Dal¨ª, parece como si no signific¨¢ramos nada para ¨¦l, aunque siempre, si hemos de decir la verdad, hemos estado marginados, especialmente por la Administr¨¢ci¨®n central, y el ¨²ltimo ejemplo est¨¢ en el hecho de que el gobernador civil de Gerona [Pere Navarro] ha enviado a una dotaci¨®n de la Guardia Civil para que custodie el castillo de P¨²bol, sin siquiera comunic¨¢rmelo".