El visir de los placeres
J. A. S., Samir Traboulsi, nacido en Beirut hace 49 a?os, tiene vocaci¨®n (le intermediario. Por su mediaci¨®n entre Pechiney y Triangle cobr¨® 12 millones de d¨®lares. Su intervenci¨®n burs¨¢til en otro esc¨¢ndalo, el del banco Societ¨¦ Generale, le proporcion¨® 400 millones de pesetas. ?se es uno de sus trabajos: observar desde su despacho parisiense los videoterminales de la Bolsa, y comprar y vender, comprar y vender. Pero no s¨®lo acciones. Tambi¨¦n trafica con armas.
Hijo de unos comerciantes libaneses de g¨¦neros de punto, lleg¨® a Par¨ªs a los 26 a?os equipado s¨®lo con su encanto personal en el rostro, un t¨ªtulo de diplomado en Derecho en el bolsillo y la ambici¨®n de hacer fortuna en el cerebro. Apodado durante un tiempo el visir de los placeres, se dedicaba, al parecer, a proporcionar chicas de Madame Claude y de otras casas similares a los pr¨ªncipes ¨¢rabes que veraneaban en la Costa Azul o al traficante de armas saud¨ª Adnan Kashogui.
Amante de la noche, play boy, frecuenta las fiestas de Par¨ªs, Montecarlo o Saint Tropez y empieza a introducirse en los c¨ªrculos de la jet set. Sus contactos le llevan a conocer al tradicante de armas saud¨ª Akram Ojjeh, que se reparte el mercado mundial con Kashogui, y se convierte en su lugarteniente.
En 1974 se casa con Paola, brasile?a de 36 a?os, clienta de Christian Dior. A la salida de una fiesta en casa del presidente de esta casa de alta costura, a la que asist¨ªan numerosos arist¨®cratas, Traboulsi sufre un atentado. El 19 de enero de 1982, dos j¨®venes italianos, sospechosos de pertenecer a la Mafia calabresa, le disparan tres tiros, que le alcanzan en la espalda y una pierna. Los investigadores creen que se trata de un ajuste de cuentas ligado al tr¨¢fico de armas.
Caballero de la Legi¨®n de Honor, amigo de la derecha y de la izquierda, su irresistible ascensi¨®n se ha producido en los ¨²ltimos cinco a?os. Cuando todo el mundo le acusaba, el informe de la COB sobre el esc¨¢ndalo s¨®lo le dedica ocho l¨ªneas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.