Los amigos de Mitterrand
El informe de la bolsa sobre el 'caso Pechiney' aumenta las incognitas en torno al esc¨¢ndalo financiero
La COB salva a P¨¦lat de las acusaciones m¨¢s graves y carga las tintas en el primero, a quien empieza ya a calificarse de "culpable ideal". La investigaci¨®n oficial tampoco aclara las inc¨®gnitas m¨¢s importantes. Pelat, llamado el vicepresidente, es el ¨ªntimo entre los ¨ªntimos, compa?ero diario de paseos de Mitterrand y socio en negocios de Robert, hermano del presidente. Th¨¦ret, por el contrario, no mantiene lazos tan directos con Mitterrand aunque bordea el poder y nunca ha ocultado ser uno de los mayores financiadores del Partido Socialista, con el que se ha embarcado en frustradas aventuras period¨ªsticas. Antiguo militante trotskista, se le considera un marginal que no frecuenta los cen¨¢culos del establishment y que, seg¨²n sus amigos, sigue siendo "un boy scout". Su asociaci¨®n con el italiano Giancarlo Parretti para comprar la cadena de cines Path¨¦ le granje¨® fuertes enemistades. Tiene 76 a?os y est¨¢ internado en un hospital, aquejado de problemas cardiacos, tras sufrir un infarto en noviembre.La COB destroza las coartadas de Th¨¦ret para intentar escapar del esc¨¢ndalo, en el que ha obtenido un beneficio de 175 millones de pesetas, el mayor de los logrados por los seis compradores identificados en Francia de acciones de la sociedad norteamericana Triangle, adquirida el 21 de noviembre de 1988 por la empresa estatal Pechiney. La COB, sin medios para investigar fuera de Francia, no desvela los nombres de los responsables de la fuga informativa ni penetra en la pista que lleva desde Suiza hasta la ¨ªsla caribefta de, Anguilla.
Desde ese min¨²sculo para¨ªso fiscal de las Antillas occidentales, alguien compr¨® el mayor paquete de acciones -91.000- de Triangle entre el 18 de agosto y el 18 de noviembre, tres d¨ªas antes del anuncio de la oferta p¨²blica de adquisici¨®n de acciones (OPA). Los t¨ªtulos se adquirieron a unos 10 d¨®lares y se vendieron a m¨¢s de 50, con unos tres millones y medio de d¨®lares de plusval¨ªa. El comprador se esconde tras el rimbombante nombre de International Discount Bank and Trust (IDB), un banco fundado en 1984 en The Valley (Anguilla) que cuenta con s¨®lo dos empleados en plantilla.
El IDB oper¨® a trav¨¦s de una sociedad domiciliada en Ginebra, Socofinance, a la que el banco est¨¢ ligado, y las ¨®rdenes de compra fueron dadas por Mark Lowe, un trader que trabajaba en la sede londinense de Prudential Bache y que a final de a?o abandon¨® la casa para establecerse por su cuenta. Todos los expertos burs¨¢tiles est¨¢n convencidos d¨¦ que Lowe, que se pasea por Londres en un Rolls blanco y posee un lujoso castillo en Borgo?a, conoc¨ªa la existencia de un delito de iniciados (utilizaci¨®n irregular de informaci¨®n confidencial). "Un cliente no compra 9 1.000 t¨ªtulos de un valor de 10 d¨®lares que ni siquiera aparece en las pantallas Reuter o Quotron sin que haya una confidencia detr¨¢s", dicen. ?ste era el caso de las acciones de Triangle.
Los movimientos de compras y ventas de Socofinance demuestran un conocimiento preciso de la evoluci¨®n de las negociaciones entre Pechiney y Triangle, que se inician en julio de 1988, cuando el liban¨¦s Samir Traboulsi presenta a Alain Boublil -entonces jefe de gabinete del ministro de Econom¨ªa Pierre Beregovoy- al propietario de Triangle, Nelson Peltz. El 28 de julio, el presidente de Pechiney, Jean Gandols, dos ejecutivos y un asesor almuerzan con Peltz y Traboulsi. En agosto, dos directores de Pechiney se entrevistan dos veces con Peltz y Traboulsi, una en Montecarlo y otra en el yate del intermediario liban¨¦s, en C¨®rcega. Asiste tambi¨¦n Boublil, encargado por el Gobierno de seguir las negociaciones. El 18 de agosto, el mismo d¨ªa de la ¨²ltima entrevista, Socofinance empieza a comprar acciones de Triangle. Las conversaciones prosiguen en septiembre, pero el d¨ªa 27 de ese mes el propietario de Triangle rompe bruscamente las negociaciones. El mismo d¨ªa, Socofinance o, lo que es lo mismo, el IDB empieza a vender las acciones. Peltz vuelve al di¨¢logo y el 11 de octubre invita a comer al presidente de Pech¨ªney. Socofinance vuelve a comprar.
Acuerdo en Palm Beach
El 11 de noviembre, un mes m¨¢s tarde, el acuerdo se concreta en la lujosa villa, valorada en 2.000 millones de pesetas, que Peltz posee en Palm Beach (Florida). Pero falta la autorizaci¨®n del Gobierno, dado el car¨¢cter de Pechiney de empresa p¨²blica. Gandois empieza a informar a los ministros afectados el d¨ªa 14, aunque la autorizaci¨®n definitiva no llega hasta el 16 o el 17. En esos cinco d¨ªas, del 14 al 18, es cuando se producen las compras masivas de acciones en Francia -56.350 en total.
Sin embargo, las transacciones ascendieron en ese plazo a 238.020 t¨ªtulos. De ellos, 109.300 fueron negociados por brokers en Estados Unidos, y la pista de otros 60.000 se pierde por el momento en Suiza (45.000) y Luxemburgo (15.000). Tanto la COB como la Comisi¨®n de Control de Cambios (SEC), su equivalente norteamericana, han pedido la colaboraci¨®n de las autoridades suizas para descubrir a los iniciados protegidos por el secreto bancario. La SEC ha obtenido ya el permiso, pero deber¨¢ cumplir ahora una serie de laboriosos tr¨¢mites que se prolongar¨¢n durante meses.
Francia espera que la investigaci¨®n oficial del gendarme de la Bolsa de Nueva York descubra las inc¨®gnitas. La SEC investiga incluso a los propietarios de Triangle, Nelson Peltz y Peter May, que se han embolsado 100.000 millones de pesetas con la venta a Pechiney de su filial American National Can, n¨²mero dos mundial del sector del embalaje.
La subida del valor de las acciones de Triangle de 10 a 50 d¨®lares es inferior a la que corresponder¨ªa a tan alto n¨²mero de transacciones, por lo que se sospecha la existencia de un acuerdo ilegal entre compradores y vendedores.
Peltz y May han edificado su imperio con bonos basura (operaciones de alto inter¨¦s y mucho riesgo) popularizados por la sancionada firma de Nueva York Drexel Burriham Lambert, que negoci¨® m¨¢s de 70.000 acciones de Triangle. Peltz y May manten¨ªan excelentes relaciones con Michael Milken, el tibur¨®n m¨¢s voraz de Wall Street.
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