Nadie quiere equivocarse

RAFAEL VIDAL, La inversi¨®n ha optado por quedarse en tierra de nadie, en tanto el entorno socioecon¨®mico no logre definir su evoluci¨®n inmediata, y en este entorno tambi¨¦n se incluyen los mercados internacionales. Tras la ruptura definitiva de las negociaciones entre Gobierno y sindicatos hay que plantearse hasta d¨®nde puede estar descontado el incremento de los precios al consumo de enero y la posible reacci¨®n de Wall Street a la pol¨ªtica del nuevo presidente. A falta de respuestas concretas, el dinero ha decidido no asumir m¨¢s riesgos, en t¨¦rminos generales, por lo que los mercados de valores se han visto muy limitados en sus movimientos.

Aun as¨ª, los ajustes se han dado en casi todos los grupos, sobre todo en el bancario, en el que el papel ha sido menor que en los d¨ªas anteriores, posiblemente por efecto de los recortes acumulados, que han inducido a algunos inversores a esperar tiempos mejores. Los grupos industriales siguen ofreciendo buenas posibilidades, a juzgar por la mayor animaci¨®n de sus valores, pero el caso es que algunos t¨ªtulos acumulan presi¨®n y que cualquier buena o mala noticia puede hacer saltar al mercado en uno u otro sentido.

Las posiciones al cierre eran similares a las del d¨ªa anterior, limit¨¢ndose a completar algunos picos que en el corro podr¨ªan haber hecho variar el precio y habr¨ªan impedido el buen fin de la operaci¨®n, al atraer al factor contrario, tanto en uno como en otro sentido. Y es que las posturas de compradores y vendedores est¨¢n demasiado cercanas, es decir, indecisas.