George Bush se compromete a dar un "giro social"
George Bush, 20 d¨ªas despu¨¦s de ser elegido, concluy¨® esta madrugada su luna de miel pol¨ªtica al presentar a la naci¨®n sus opciones presupuestarias para una "Am¨¦rica m¨¢s compasiva y m¨¢s justa", en un dificil marco de austeridad exigida por un d¨¦ficit presupuestario de 150.000 millones de d¨®lares (17,5 billones de pesetas). El nuevo presidente de Estados Unidos descendi¨® a la realidad, y anunci¨®, ante una sesi¨®n conjunta del Congreso, que el "giro social" con el que quiere desmarcarse del reaganismo pasa por un crecimiento cero del presupuesto militar.Al menos en el primer a?o de la era de Bush no habr¨¢ mas impuestos. Anunci¨® incluso una pol¨¦mica reducci¨®n del impuesto sobre las ganancias del capital. Aunque para muchos observado res, descartando el aumento de la presi¨®n fiscal, Bush est¨¢ intentando la imposible cuadratura del c¨ªrculo, su presidencia dedicar¨¢ algo m¨¢s de dinero para la educaci¨®n, para la lucha contra la droga, la protecci¨®n del medio ambiente y las viviendas para los guetos urbanos, en un intento de paliar la miseria de la nueva subclase creada bajo el reaganismo. Pero hay poco dinero libre incluso para el limitado activismo social que pretende Bush y que no tiene nada que ver con la era, bajo los presidentes dem¨®cratas, de apagar la pobreza con programas federales.
Bush, a pesar de estos pinitos de mayor sensibilidad social, no abandona a su clase. No en vano es el hijo de un banquero de Wall Street, y su partido, el republicano, es el de los grandes negocios. El presidente iba a anunciar, en su discurso televisado en directo (a las tres de la madrugada del viernes, hora espa?ola), una reducci¨®n al 15% del impuesto sobre las ganancias de capital, que hasta ahora son tratadas como ingresos ordinarios con tipos del 18%, 28% o 33%.
Freno a la especulaci¨®n
Bush, que asegura que esta reducci¨®n provocar¨¢ en el a?o fiscal pr¨®ximo un ingreso suplementario de 5.000 millones de d¨®lares al aumentar el crecimiento ec¨®nomico, explic¨® que s¨®lo se aplicar¨¢ a las inversiones que se hayan mantenido un m¨ªnimo de tres a?os. As¨ª se tratar¨¢ de evitar la tendencia, considerada excesiva, a la especulaci¨®n a muy corto plazo en bolsa. Los dem¨®cratas ya han puesto el grito en el cielo por lo que consideran un regalo para los superricos cuando se est¨¢ pidiendo a la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n que se apriete el cintur¨®n.El Pent¨¢gono s¨®lo tendr¨¢ en el a?o fiscal de 1990, que comienza el pr¨®ximo 1 de octubre, un aumento igual al de la inflaci¨®n, lo que contrasta con la petici¨®n de Reagan, al dejar la Casa Blanca, de un 2% por encima de la tasa de inflaci¨®n.
Esto significa que los militares tendr¨¢n que conformarse con 2.000 millones de d¨®lares menos el pr¨®ximo a?o. Menos dinero para la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), conocida como guerra de las galaxias, que Bush ha decretado ya que es un sue?o imposible como paraguas total para evitar la incineraci¨®n nuclear.
En 1991 y 1992, Bush permitir¨¢ al Pent¨¢gono crecer un 1 % sobre la inflaci¨®n, y un 2% en 1993. El presidente y la mayor¨ªa de los norteamericanos creen que el rearme de los a?os de Reagan es suficiente, y ahora se trata de eliminar grasa sobrante y mantener el m¨²sculo de las defensas estadounidenses, atacando al mismo -tiempo el despilfarro y la corrupci¨®n imperantes en el sistema de adquisiciones militares.
El presupuesto de Bush, que servir¨¢ como punto de partida para una dif¨ªcil y larga negociaci¨®n con el Congreso dominado por los dem¨®cratas, prev¨¦ un d¨¦ficit, pr¨®ximo a los 92.000 millones de d¨®lares (10.7 billones de pesetas), por debajo del l¨ªmite m¨¢ximo de 100.000 millones que no se puede sobrepasar por la legislaci¨®n de Graham Rudinan, que proyecta y obliga a un equlibrio presupuestario en cuatro a?os.
Aunque esta cifra es inabarcable, es insuficiente para cumplir todas las promesas de Bush de ser, un presidente con mayor sensibilidad social. Porque se niega tercamente a subir los impuestos, algo que los expertos consideran que tarde o temprano deber¨¢ hacer y s¨®lo el coste de pagar los intereses de la deuda (triplicada bajo Reagan hasta 2,8 billones de d¨®lares) se llevar¨¢ 160.000 millones de d¨®lares, un 14% de todo el gasto del Gobierno federal.
La presidencia del sucesor de Rolald Reagan gastar¨¢ un poco m¨¢s en educaci¨®n: prometi¨® ser el "presidente de la educaci¨®n" para evitar la situaci¨®n actual del pa¨ªs m¨¢s poderoso de la Tierra, educando deficientemente a su juventud en relaci¨®n con sus competidores japoneses o europeos.
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