La aportaci¨®n internacional

Por primera vez desde que se fund¨® la Feria de Arte Contempor¨¢neo (Arco) no se ha producido la sensaci¨®n de una presencia internacional meramente accidental. No me refiero al hecho sabido de que en la presente edici¨®n el n¨²mero de galer¨ªas extranjeras supere con creces al de las espa?olas, lo que, por otra parte, es algo normal en una feria que se autoproclama internacional, sino a la calidad de las mismas que en nada se diferencia de lo que se ve en otras importantes ferias de Europa. Arco 89 merecer¨¢ ser recordada corno la edici¨®n en la que se ha producido una aut¨¦ntica apertura cosmopolita o, si se quiere, en la que la internacionalizaci¨®n del mercado art¨ªstico espa?ol, hasta hace muy poco regido en r¨¦gimen aut¨¢rquico, se ha convertido en una realidad palpable.Presencia internacional

Aunque no todas de las 113 galer¨ªas extranjeras necesariamente exhiben obra de pintores no espa?oles, como tampoco las espa?olas se han privado de contar con artistas de todo el mundo, es evidente que la presencia de arte internacional es abrumadora.

Empezando por los maestros de la vanguardia hist¨®rica, que es a¨²n el apartado comparativamente m¨¢s flojo en Arco, hay que llamar la atenci¨®n sobre los pabellones de Theo, especialista en estos menesteres y que cuenta, entre otros, con Degas, Picasso y Mir¨® excelentes; el del belga Isy Brachot, con sus caracter¨ªsticos lotes de surrealistas, entre los que sobresalen los Ren¨¦ Magritte; el del italiano Cleto Polcina, con un potent¨ªsimo Masson; el de la veterana francesa Denise Ren¨¦ y su completo cat¨¢logo de artistas geom¨¦tricos y constructivos; el de la brit¨¢nica Annely Juda y sus tambi¨¦n caracter¨ªsticamente notables fondos de constructivistas sovi¨¦ticos y dada¨ªstas, etc¨¦tera.

Seg¨²n nos vamos aproximando hist¨®ricamente a las vanguardias m¨¢s recientes, el n¨²mero, la variedad y animaci¨®n aumentan. En este sentido, galer¨ªas cl¨¢sicas en este g¨¦nero, como la francesa Lelong -con su amplia selecci¨®n que abarca desde Mir¨®, Alechinsky, Michaux, T¨¤pies y Palazuelo hasta Nicola de Maria y James Brown- o la anglonorteamericana Marlborough -con un variado repertorio que incluye Auerbach, Bacon, Kitaj, Larry Rivers, A. Katz, Botero, etc¨¦tera- se llevan la palma, sin olvidamos de la neoyorquina Robert Miller, que presenta Joan Mitchell, Lee Krasner, Alex Katz o A. Warhol, y a¨²n menos de la parisiense Galeria de France, con sus Dubuffet y sus Soulages sobresalientes.

De todas formas, como ya se ha indicado, es en el campo de lo que podemos denominar, en sentido amplio, el arte m¨¢s reciente donde se encuentra lo mejor. Hay tres galer¨ªas que me han impresionado particularmente al respecto: Brooke Alexander, con obras de Artschwager, Bosman, el omnipresente McCollum, Rifka, etc¨¦tera y un soberbio cuadro de Peter Nadin; Jean Bernier, siempre excelente, con, sobre todo, Kounellis y fant¨¢sticas piedras de R¨¹ckriem, y, a mi juicio, la m¨¢s impresionante como pabell¨®n, Konrad Fischer.

Hay toda una serie de galer¨ªas que en este aspecto son absolutamente recomendables: Crosuel-Robelin Bama, Gr?sslin-Ehrhardt, Kent Fine Art, Yvon Lambert, Lisson, Thomas Segal, Six Friedrich, Christian Stein, Annemarie Verna, John Weber y Donald Young. En la barah¨²nda ferial, donde se est¨¢n descubriendo cosas hasta el d¨ªa de la clausura, hay que tomarse estas indicaciones a t¨ªtulo orientativo. No puede ser de otra manera cuando el visitante se ha de enfrentar, durante s¨®lo cinco d¨ªas y en un espacio de m¨¢s de 11.000 metros cuadrados, a millares de obras diferentes.