Francisco Araiza: "Mi interpretaci¨®n de 'Werther' es apasionada"
La funci¨®n ser¨¢ transmitida hoy por TVE
Su apellido tiene resonancias vascas, pero naci¨® en Ciudad de M¨¦xico hace menos de 40 a?os. Es la primera vez que Francisco Araiza canta ¨®pera en Madrid. Anteriormente hab¨ªa intervenido en los conciertos inaugurales del Auditorio con el Requiem de Verdi y hab¨ªa dado un recital en el teatro Real. La elecci¨®n de Werther para su presentaci¨®n en la capital supone un desaf¨ªo, al ser uno de los papeles en que Alfredo Kraus ha sentado c¨¢tedra. "Mi interpretaci¨®n es apasionada, expresiva", dice el tenor.
"Tengo una gran identificaci¨®n con el lenguaje, las sensaciones y el dramatismo de la obra. Alfredo Kraus es imposible de imitar, de seguir", dice Francisco Araiza cuando se le recuerda que las comparaciones con Kraus son inevitables, "su elegancia nata, la capacidad vocal, lo que hace musicalmente entre los compases es ¨²nico. Mi interpretaci¨®n del personaje quiz¨¢ sea menos purista t¨¦cnicamente, pero es complementarla a la suya pues lo enfoco desde un punto de vista apasionado, expresivo al l¨ªmite".No est¨¢ satisfecho, sin embargo, de su actuaci¨®n de deb¨² en el teatro de la Zarzuela, el pasado d¨ªa 4. "Se cre¨® una situaci¨®n tensa con la irrupci¨®n del ruido de los fuegos artificiales de carnaval, que propici¨® un estado de nerviosismo y falto de concentraci¨®n. Es como si se hubiese metido el diablo en la escena". Manifiesta su disgusto por la fr¨ªa reacci¨®n del p¨²blico al finalizar la obra, y se muestra contrariado por alg¨²n aspecto esc¨¦nico. "La presencia de los angelitos al final es risible; destruye todo el sabor tr¨¢gico de la obra".
Araiza simultane¨® hasta los 23 a?os su actividad de asesor en administraci¨®n de empresas con los primeros pasos musicales en el coro de la universidad de M¨¦xico. "Cuando me ofrecieron la direcci¨®n de una filial en el norte de M¨¦xico recapacit¨¦ sobre lo que hab¨ªa hecho, mis deseos y aspiraciones, y decid¨ª dedicarme s¨®lo a la m¨²sica". Tras obtener un premio de un concurso internacional en M¨²nich, fue contratado como tenor l¨ªrico mozartiano en la Opera de Karlsruhe, donde permaneci¨® tres a?os.
Conoci¨® a Karajan en Berl¨ªn en 1977, "a 150 metros de distancia, con una nube de 50 personas a su alrededor y comunic¨¢ndonos a trav¨¦s de micr¨®fonos". El m¨ªtico director le encarg¨® que se preparase las arias de La pasi¨®n seg¨²n San Mateo, de Bach, y las dos intervenciones de Don Ottavio en el Don Giovanni de Mozart, para realizar una audici¨®n. Pospuesta dos a?os por razones de salud del maestro, al producirse, Karajan le pidi¨® que entonase el aria de La flauta de Tamino y la serenata de Fenton de Falstaff. La belleza de la voz y la l¨ªnea musical de Araiza impresionaron al todopoderoso director, que le abraz¨® dici¨¦ndole: "Desde ahora es usted un cantante Karajan". Deb¨² en Salzburgo, grabaciones. "Cuando hice La flauta m¨¢gica en 1980 pens¨¦ que era el momento culminante de mi carrera". Tamino siempre ha sido el rol mozartiano favorito de Araiza.
En 1983, sustituyendo a Dvorsli en Manon, de Massentet, empez¨® a cambiar de repertorio. "Mi voz no es de naturaleza l¨ªrica est¨¢tica como las de Edith Mathis o Alfredo Kraus, sino que parte de un centro que con el paso del tiempo y la madurez se va ensanchando". Los valores mel¨®dicos de la ¨®pera francesa empezaron a sustituir paulatinamente a Mozart y los bellcantistas. "Ahora, cuando excepcionalmente realizo alguna de las ¨®pera; de la primera ¨¦poca, como Cener¨¦ntola en Salzburgo, tengo que tener un cuidado t¨¦cnico especial y no simultanearla con ninguna otra".
Aunque es requerido y act¨²a en los grandes teatros americanos, su trabajo se desarrolla fundamentalmente en Europa y especialmente en Viena. "En Estados Unidos la ¨®pera se tiene que financiar con la venta de entradas y las subvenciones privadas, con lo que depende de los caprichos programadores de los patrocinadores. En Europa a¨²n se tiene el privilegio de una mayor libertad en la experimentaci¨®n art¨ªstica".
Babelia
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