Baker inicia sin recelos su visita a Espa?a
Cuando James Baker llegue hoy a Madrid, por primera vez en cuatro a?os un secretario de Estado norteamericano no tendr¨¢ que lamentarse de la insolidaridad del aliado espa?ol al expulsar a sus aviones. Con el contencioso de las bases como agua pasada, Estados Unidos consulta en Madrid con un aliado al que en Washington se considera ya firmemente anclado en la OTAN y que no levanta mayores recelos de los que puedan suscitar Italia u Holanda.
Baker explicar¨¢ durante su estancia de horas en Madrid -en la que sobre todo escuchar¨¢, dicen fuentes americanas- que Bush est¨¢ formulando su pol¨ªtica exterior y necesita la opini¨®n de los aliados europeos. Tambi¨¦n est¨¢ en proceso de revisi¨®n -a¨²n no hay ni siquiera secretario de Estado adjunto para Latinoam¨¦rica- la pol¨ªtica hacia Centroam¨¦rica y el sur del continente.Y aunque este viaje est¨¢ centrado sobre todo en las cuestiones Este-Oeste, Baker y la Administraci¨®n espa?ola tal vez aprovechen para intercambiar opiniones sobre Latinoam¨¦rica y la deuda. En principio, Baker, un profesional de la pol¨ªtica moderado, que ha sido definido como "un caballero que odia perder", se muestra partidario de una soluci¨®n negociada para Nicaragua y de examinar la nueva propuesta de la guerrilla salvadore?a.
James Baker -considerado en Washington como casi un primer ministro de Bush y a quien el presidente llama "mi hermano m¨¢s joven"- no tendr¨¢ en su fugaz paso por la capital espa?ola ning¨²n problema especial que tratar con su hom¨®logo Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez o en su visita al palacio de la Moncloa para ver al presidente Felipe Gonz¨¢lez. Acaba de visitar Grecia, un garbanzo negro para Washington, donde se est¨¢ repitiendo, corregido y aumentado, el calvario de la negociaci¨®n de las bases americanas y donde Baker ha tenido que poner el dedo en la llaga de la supuesta tolerancia de Atenas con el terrorismo de Oriente Pr¨®ximo.
La escala de Baker, el abogado tejano de 58 a?os que lo ha sido casi todo en pol¨ªtica (jefe del gabinete de Reagan, secretario del Tesoro y ahora de Estado) y la ausencia de contencioso alguno entre los dos pa¨ªses reflejan la normalizaci¨®n de las relaciones entre Espa?a y Estados Unidos. Las autoridades espa?olas previsiblemente comunicar¨¢n a Baker el pl¨¢cet al casi con toda seguridad nuevo embajador estadounidense en Madrid, el millonario de Florida Joseph Zappala.
En Baker, que todav¨ªa est¨¢ estudiando sus expedientes de pol¨ªtica internacional y carece, al igual que Bush, de una visi¨®n estrat¨¦gica global, las autoridades espa?olas encontrar¨¢n sobre todo a un pol¨ªtico pragm¨¢tico que resume su filosof¨ªa negociadora as¨ª: "Llevar al adversario a donde quieres, en tus propias condiciones". En este sentido, no es muy diferente de sus interlocutores del Gobierno socialista, sobre cuyos problemas con los sindicatos informa estos d¨ªas ampliamente la gran Prensa norteamericana. The New York Times, que defiende sin reservas la gesti¨®n de Gonz¨¢lez, escrib¨ªa el lunes que est¨¢ llevando a cabo el "experimento econ¨®mico m¨¢s atrevido de la ¨²ltima d¨¦cada".
Armas nucleares
Espa?a no alberga armas nucleares y Washington ya ha aceptado su pol¨ªtica en este sentido. Por tanto, no se ve directamente afectada por el contencioso planteado por la RFA, que quiere aplazar la decisi¨®n de modernizar las armas nucleares de corto alcance.Baker llega para establecer un primer contacto con nuevos interlocutores, para escuchar y tomar nota de las sensibilidades espa?olas respecto a las relaciones Este-Oeste, y, espec¨ªficamente, para saber qu¨¦ se piensa en Madrid de la respuesta que deba darse al l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov. En Madrid -no buscar¨¢ Baker un apoyo expl¨ªcito a la modernizaci¨®n de los misiles Lance. Este apoyo s¨®lo lo ha obtenido en Londres.
[Baker, que lleg¨® ayer a Roma procedente de Atenas, debe entrevistarse en la ma?ana de hoy con las autoridades italianas antes de partir hacia Madrid. En Roma, un portavoz del secretario de Estado norteamericano anunci¨® que ¨¦ste ha decidido vender su importante paquete de acciones que posee en el Chemical Bank, de Nueva York, para poner fin a un eventual conflicto de intereses entre esa participaci¨®n y su cargo pol¨ªtico, informa France Presse].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- James Baker
- Viajes oficiales
- Visitas oficiales
- Guerra fr¨ªa
- Pol¨ªtica exterior
- Estados Unidos
- Armas nucleares
- Contactos oficiales
- Presidencia Gobierno
- Gobierno
- Conflictos pol¨ªticos
- Gente
- Historia contempor¨¢nea
- Historia
- Armamento
- Administraci¨®n Estado
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Turismo
- Pol¨ªtica
- Defensa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sociedad