Un golpe a precio de saldo
El bofet¨®n de un polic¨ªa, juzgado por orden del Tribunal Constitucional, es castigado con la mitad de la pena del 'roce' a Boyer
Los jueces no se ponen de acuerdo sobre el coste jur¨ªdico de una bofetada. Si hace unas semanas el agresor que roz¨® a Miguel Boyer fue condenado a 10.000 pesetas de multa, el bofet¨®n de un polic¨ªa a un ciudadano ha sido ventilado por la mitad de ese precio, seg¨²n el fallo conocido ayer y dictado en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional que oblig¨® al juez de distrito n¨²mero 25 de Madrid a pronunciarse sobre el caso.
El origen de esta causa fue la bofetada que el 10 de noviembre de 1985 propin¨® el agente de guardia de la comisar¨ªa de polic¨ªa de Chamart¨ªn, de Madrid, a Manuel Mart¨ªn Fern¨¢ndez, que acudi¨® all¨ª, acompa?ado de su esposa, para denunciar el robo de objetos de su veh¨ªculo. El matrimonio aparc¨® el coche junto a la comisar¨ªa, el polic¨ªa orden¨® su retirada y cuando Mart¨ªn daba explicaciones, recibi¨® un bofet¨®n, que inmediatamente denunci¨® en comisar¨ªa. A su vez, el polic¨ªa acus¨® al denunciante de desobediencia.Los sucesivos jueces que conocieron ambas denuncias se olvidaron de la bofetada, a pesar de que Mart¨ªn acompa?¨® el parte de la casa de socorro sobre las lesiones sufridas. El titular del juzgado de distrito n¨²mero 25 de Madrid conden¨® a Mart¨ªn a una multa de 7.500 pesetas por "ofensa leve a agente de la autoridad" y el juez de instrucci¨®n n¨²mero 5 de Madrid confirm¨® la sentencia. Ante la ausencia de resoluci¨®n sobre la bofetada recibida, Mart¨ªn solicit¨® el amparo del Tribunal Constitucional, cuya sala segunda (ve¨¢se EL PA?S del 25 de octubre de 1988) orden¨® al juez juzgar y fallar sobre la denuncia formulada.
5.000 pesetas
As¨ª lo ha hecho el juez sustituto del juzgado de distrito n¨²mero 25 de Madrid, que ha condenado al polic¨ªa Isidoro Bola?os Jim¨¦nez a 5.000 pesetas de multa. En la sentencia se declara probado que Bola?os di¨® al denunciante "con la mano abierta, un bofet¨®n en la cara, en su parte izquierda, del que fue asistido posteriormente en la casa de socorro de Buenavista, cuyo parte textualmente rese?a: 'aqueja dolor contusivo en regi¨®n molar izquierda'".El juez razona que "el polic¨ªa actuante, al verse ofendido en su persona, reaccion¨® maltratando de obra al implicado, sin causarle lesi¨®n, pese a que exista un parte de la casa de socorro, pero claramente del mismo no se desprende objetivamente la rese?a de ninguna lesi¨®n", matiza, "sino m¨¢s bien la rese?a de una alegaci¨®n". Conclusi¨®n: desobedecer al aparcar le cost¨® a Mart¨ªn 2.500 pesetas m¨¢s de lo que le ha costado al polic¨ªa abofetearle.
As¨ª y todo, Mario Silva Arriola, abogado del abofeteado, comenta que "aunque la condena es menguada", dice, "sanciona la conducta impropia de un funcionario p¨²blico, para quien el fiscal insisti¨® en pedir la absoluci¨®n".
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