Por fin
Por fin ha muerto. Era lo que todos esperaban de ¨¦l para no motejarlo de inconsecuente, y aunque todas las razones se conocen o se suponen, la verdad es que las ten¨ªa todas. Recibo la noticia por un hilo de voz telef¨®nico, y mi primera reacci¨®n, absurda, es de frustraci¨®n. Ya nunca lo conocer¨¦ y nuestra fallida entrevista en enero, mirando al mar, tendr¨¢ que quedar pendiente para siempre.Habl¨¦ con ¨¦l el pasado diciembre. Hab¨ªa venido a Espa?a, como tantas otras veces (aunque no es cierto que tuviera una casa en Pollensa ni un piso en Madrid), para cuidar de sus macerados pulmones y, como siempre, para escribir. Era capaz de escribir en cualquier parte. La idea de la entrevista sali¨® de ¨¦l (estaba harto de Viena, de la Prensa vienesa y de Heldenplatz) y, por tel¨¦fono, me pareci¨® la persona m¨¢s educada y amable del mundo. Con todo, pens¨¦ que no aguantar¨ªa mucho en Torremolinos, a pesar de sus buenos prop¨®sitos de invernar all¨ª: se hab¨ªa cambiado tres veces de habitaci¨®n, el hotel le parec¨ªa "terrible", hab¨ªa estado enfermo, iba a llegar de Austria su hermano m¨¦dico... Me dijo que quer¨ªa una entrevista sin tambores ni trompetas, sin fot¨®grafos ni grabadoras: "Usted v¨¦ngase para ac¨¢ y ya veremos lo que sale. Hablaremos".
Pens¨¦ que no ser¨ªa f¨¢cil entrevistar a Bernhard. Habr¨ªa que dejarlo hablar, de lo que ¨¦l quisiera, pero de todas formas prepar¨¦ unas cuantas preguntas, y prepar¨¦ tambi¨¦n mi justificaci¨®n (en su ¨²ltimo libro de conversaciones con Kurt Hoffman se met¨ªa expresamente conmigo ... ). S¨®lo unos d¨ªas antes de la entrevista me llamaron de Suhraamp para decirme que el se?or Bernhard hab¨ªa tenido que regresar con urgencia a Austria.
"Sobrevivi¨¦ndome"
"Tengo adherencias en los pulmones, probablemente desde hace mucho, una vez tuve una pulmon¨ªa. Supongo que se formaron por alguna raz¨®n. Y tengo un padecimiento que es cr¨®nico, una dilataci¨®n cardiaca, incurable. Con ella se pueden vivir tres cuartos de hora o tres a?os, y hasta siete a?os m¨¢s. En opini¨®n de los m¨¦dicos, tendr¨ªa que estar muerto hace ya tiempo: llevo varios a?os sobrevivi¨¦ndome".
No creo que fueran razones de salud las razones. Sencillamente, hab¨ªa muerto el ser de su vida" y ¨¦l hab¨ªa dado ya lo mejor de s¨ª mismo: algunas de las p¨¢ginas m¨¢s bellas e impresionantes de la literatura del siglo XX. "No entiendo el miedo a la muerte, porque morir es algo tan normal como comer... ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando no pueda m¨¢s? Pues que acabar¨¦ con mi vida... Se lo aseguro".
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