Juego para colegiales

Sin palabras

Interpretaci¨®n y creaci¨®n de Pepe Rubianes. Puesta en escena de Joan LI. Bozo. Teatro Alfil, 15 de febrero.

Pepe Rublanes lleva muchos a?os de c¨®mico andante, contando historias divertidas con imitaciones afinadas: desde una aceituna a una multitud. Prescinde ahora de las palabras, es decir, de la literatura c¨®mica en que se sustentaba, y se limita al gesto, la onomatopeya y la producci¨®n de ruidos para contar unas cuantas historias en poco m¨¢s de hora y cuarto de representaci¨®n (con descanso). Parece imposible disociar lo que hace en el escenario del p¨²blico con el que le he visto actuar: colegiales creciditos. Se retorc¨ªan de risa; no s¨¦ si m¨¢s las chicas o es que sus voces y peque?os alaridos de satisfacci¨®n son m¨¢s audibles. Las historiets de Pepe Rubianes no son inocentes: tienen una buena carga de lo que hace poco se hubiera llamado procacidad, obscenidad e irreverencia. Tampoco son inocentes chicos y chicas, y lo m¨¢s satisfactorio es ver y escuchar su regocijo, que demuestra a qu¨¦ grados de comprensi¨®n, de libertad y de falta de pacater¨ªa se ha llegado. Creo que es sano, aunque es indudable que a muchos les parecer¨ªa indeseable o peligroso. Cada uno tiene su manera de entender la sociedad.Considerado para adultos, el espect¨¢culo no tiene mayor inter¨¦s. No porque est¨¦ mal hecho, que no lo est¨¢, sino porque la capacidad de esc¨¢ndalo divertido es menor. Y porque le falta esa literatura que utiliz¨® Pepe Rubianes en algunos de sus inolvidables espect¨¢culos. No los mejora con la actuaci¨®n sin palabras.