Los 'cr¨ªticos' del PSOE piden a Redondo que los ugetistas refuercen el ala izquierda del partido
Todos los sectores cr¨ªticos hacia la actual direcci¨®n del PSOE se encuentran a la espera de que el secretario general de UGT, Nicol¨¢s Redondo, autorice la participaci¨®n de t¨¦cnicos sindicales que son tambi¨¦n miembros del PSOE en un trabajo pol¨ªtico destinado a fortalecer "el ala izquierda" de este partido y rectificar su actual "estrategia antisindical". Las expectativas de esos sectores se han incrementado despu¨¦s de que Nicol¨¢s Redondo afirmara ante 2.000 t¨¦cnicos de UGT que no piensa renunciar al "socialismo dernocr¨¢tico" como proyecto.
Las declaraciones de Redondo fueron hechas el pasado lunes, en el contexto de una r¨¦plica a manifestaciones anteriores de Julio Anguita, secretario general del PCE, quien anim¨® a la unidad org¨¢nica de UGT y de CC OO. El secretario general de UGT contest¨® con una declaraci¨®n de independencia sindical y pol¨ªtica. Pero la idea de que Redondo est¨¢ pensando qu¨¦ hacer con su proyecto viene avalada tambi¨¦n por informaciones sobre contactos privados de miembros significados del PSOE con dirigentes sindicales.El grupo m¨¢s caracterizado es el de Izquierda Socialista (IS), que mantiene un di¨¢logo fluido con cuadros medios del sindicato. Hace dos semanas se produjo una reuni¨®n de alto nivel entre Nicol¨¢s Redondo y Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur con Antonio Garc¨ªa Santesmases, Manuel de la Rocha e Ignacio Sotelo, todos ellos miembros conocidos de IS. El contacto estaba destinado a plantear la necesidad de que los socialistas que son miembros de UGT dispongan de un "referente pol¨ªtico", que no les deje al pairo de las acusaciones gubernamentales en el sentido de que no pueden aspirar a traducci¨®n pol¨ªtica alguna que no sea la del partido comunista.
Pero ni Izquierda Socialista ni el grupo constituido en tomo a personalidades que tuvieron altos cargos en otras etapas de la gesti¨®n socialista -Juli¨¢n Campo, Juan Francisco Mart¨ªn Seco, Luis Velasco- tienen realmente fuerza por s¨ª mismos. Este ¨²ltimo grupo, que ya hizo un efimero intento de elaborar un documento, en 1987, ha vuelto a reunirse, ampliado ahora con la presencia del secretario general del PSOE vizca¨ªno Ricardo Garc¨ªa Damborenea, reputado en todos los ¨¢mbitos de dicho partido como el dirigente actual m¨¢s pr¨®ximo a Nicol¨¢s Redondo.
"No asustarse"
La corriente Izquierda Socialista salud¨® ayer con esperanza los intentos de ese grupo. Uno de los portavoces de IS, Manuel de la Rocha, recomend¨® al otro sector que "no se asuste" si decide dar un paso adelante, porque "hay muchas personas que pueden converger en tomo a unas ideas b¨¢sicas".De la Rocha adelant¨® la coincidencia de la corriente a la que pertenece con las ideas b¨¢sicas del otro grupo: el proyecto del partido socialista no puede desarrollarse sin los sindicatos, y es necesaria una autocr¨ªtica acerca de las pol¨ªticas que han llevado a la ruptura con la central. "Yo no soy partidario de que UGT act¨²e en el seno del partido, sino de que los militantes socialistas que son tambi¨¦n cuadros de UGT trabajen en el partido", precis¨® De la Rocha. "Si lo hacen, ser¨¢ posible fortalecer un ala izquierda en el PSOE".
Los cr¨ªticos mantienen tambi¨¦n contactos con los grupos situados en torno a determinados l¨ªderes regionales, entre los cuales el m¨¢s significado es el presidente de la comunidad aut¨®noma madrile?a, Joaqu¨ªn Leguina, quien no apoy¨® la convocatoria de huelga general lanzada por UGT pero tampoco est¨¢ de acuerdo con una pol¨ªtica que conduzca a la ruptura total con el sindicato.
Sin embargo, la direcci¨®n federal del partido conserva un dominio suficiente de los resortes internos de poder, como para poner en peligro la estabilidad de los dirigentes que se le enfrenten. El ministro de Econom¨ªa Carlos Solchaga, y su pol¨ªtica econ¨®mica se encuentran en el punto de mira de muchos sectores, pero no son el ¨²nico adversario: tienen enfrente tambi¨¦n a pr¨¢cticamente todo el aparato federal. La cantidad y cualidad de las tropas con que Gonz¨¢lez y Guerra pueden dar la batalla interna, si ¨¦sta llegara a plantearse en serio, es lo que hace tentarse la ropa a muchos de los que buscan, la oportunidad de expresar su cr¨ªtica.
Zafarse de la tenaza
Para zafarse de esa tenaza, Joaqu¨ªn Leguina y su grupo de confianza han intentado una tercera v¨ªa: sugerir a Felipe Gonz¨¢lez la conveniencia de disponer de otra plataforma interna, de flexibilizar su pol¨ªtica econ¨®mica y de no conducir hasta sus ¨²ltimas consecuencias la batalla antisindical.Pero el jefe del Ejecutivo no les ha hecho mucho caso. Felipe Gonz¨¢lez y su entorno est¨¢n convencidos de que no hay salida para el conflicto que la c¨²pula socialista mantiene con Nicol¨¢s Redondo. Y adem¨¢s piensan que UGT y los cr¨ªticos de su partido lo pueden convertirse en caballos de Troya de los comunistas. Por esa raz¨®n el propio presidente del Gobierno dio la m¨¢xima relevancia en su reciente debate parlamentario con Nicol¨¢s Sartorius a los datos disponibles sobre una supuesta operaci¨®n de acoso y derribe contra el Gobierno socialista, programada hace un a?o en el espacio comunista.
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