Amores, guerras y cruces

Un d¨ªa de cine bastante consistente el de la jornada de hoy, a diferencia del mortecino de ayer. Para empezar, la sobremesa se acompa?a con la pel¨ªcula Barrab¨¢s, una majestuosa superproducci¨®n sobre la novela del premio Nobel Par Lagerkvist -ya llevada anteriormente a las pantallas por el sueco Alf Sj?berg, con Ulf Palme de protagonista-, donde se cuentan las aventuras del c¨¦lebre ladr¨®n que fue perdonado de la cruz por el pueblo de Judea en lugar de Jesucristo.La pel¨ªcula no oblitera el lado filos¨®fico de la historia, centrado en las dudas espirituales de su protagonista, pero se rinde al es pect¨¢culo de lujo; excelentes son, en este sentido, las escenas de las minas o las del circo romano y sus brutales peleas de gladiadores, resueltas con ritmo febril por un Richard Fleischer en plena forma. Excelentes son tambi¨¦n las interpretaciones de su multiestelar reparto, a empezar por Anthony Quinn, como siempre exaltado y efectivo. No es filme Barrab¨¢s, sin embargo, para ver por la peque?a pantalla, pues pierde la mitad de los atractivos apuntados.

La Il Guerra Mundial es el marco temporal del filme En otro tiempo, en otro lugar, el primer largometraje de Michael Radford, aunque su centro dram¨¢tico lo rigen otras batallas, menos sangrientas y m¨¢s carnales: las que sostienen unos prisioneros italianos con los habitantes del peque?o pueblo escoc¨¦s en el que est¨¢n confinados. Apuntes costumbristas, un desasosegador aire de tragedia en las im¨¢genes y un agudo sentido del encuadre como generador de percepciones certifican el talento de Michael Radford, menos visible en sus siguientes 1984 y Pasiones en Kenia.

Comedia rom¨¢ntica

Una estupenda comedia rom¨¢ntica es La muerte en vacaciones, dirigida en 1934 por el fino y sensible Mitchell Leisen. Su protagonista no lleva guada?a y h¨¢bito seg¨²n la conocemos, sino que es un caballero con trajes de impecable confecci¨®n que pasa unos d¨ªas entre nosotros -para solaz de accidentados y enfermos, que no expiran- y llega a descubrir su opuesto y su enemigo: la vida y el amor. Magn¨ªfico Fredric March en su divertido papel de ultratumba.

Aunque venga firmada por William A. Wellman, no se cuenta el filme A?os felices entre uno de sus cl¨¢sicos. Es una sencilla historia ubicada en la Am¨¦rica finisecular y en la rigidez de su sistema educativo, al que har¨¢ frente un jovencito Dean StockweIl, hoy memorable Howard Hughes en Tucker.