Un poco de metaf¨ªsica

Fausto, Fernando, fragmentos es un t¨ªtulo lac¨®nico, recargado m¨¢gicamente de la letra F, que significa que el espect¨¢culo se compone de fragmentos aislados del Fausto que durante muchos a?os escribi¨® Pessoa; suponen una quinta parte aproximadamente de lo que public¨®. La versi¨®n se debe a Antonio S. Ribeiro; la dramaturgia, a Ricardo Pais y a Ribeiro; la concepci¨®n y la direcci¨®n, a Pais. La idea visual y de situaci¨®n est¨¢ en un estudio de radio en el que se interpreta Fausto. Uno de esos magn¨ªficos decorados mec¨¢nicos, que tiene la virtud de aproximar unpoco m¨¢s el escenario de la comedia al infinito, aunque aparezcan a veces las esferas celestes para aumentar el car¨¢cter c¨®smico en el que se ha dedivagar sobre vida y muerte,sobre todo de repeticiones, deencadenamientos, de multiplicidades de personalidades que,horror, conducen siempre al vac¨ªo. Aqu¨ª viene el sutil suceso de que habiendo sido Pessoa.hombre de diversas individualidades, de personalidades alotr¨®picas, Fausto sea tambi¨¦n as¨ª: todos, los seis pers¨®najes, son tambi¨¦n Fausto con distintas acepciones. Y todos sufren y se desesperan con la atrocidad de la metafisica. Alos Faustos de estos fragmentos no les sirve de nada la ciencia, ni la cultura, ni el amor, ni las drogas. Hasta que les llegalo que parece ser el final. Temono haber¨ªo comprendido todo,no tanto por el idioma portugu¨¦s que los actores dicen con admirable prosodia y belleza, como por la situaci¨®n fragmentaria de la pieza y la elevaci¨®n de cada discurso.La escenograf¨ªa de Antonio Lagarto es, para la mayor parte de espectadores que se distancian de la obra, el mayor punto de atracci¨®n. Escenario construido, m¨®vil, animado, y el vestuario y un considerable atrezzo en el que se mezclan s¨ªmbolos de todas clases, no siempre discernibles. El p¨²blico de teatro no suele gozar excesivamente de la metaf¨ªsica. Algunos espectadores se fueron al final de la primera parte, pero la inmensa mayor¨ªa permaneci¨® para agradecer a nuestros ilustres visitantes del Teatro Nacional Do?a Mar¨ªa 11 de Lisboa el considerable esfuerzo de poner en pie este espect¨¢culo. Pessoa -o los Pessoas- es m¨¢s admirado y querido en Espa?a por sus poemas que por esta aproximaci¨®n al teatro al que le han ayudado p¨®stumamente.