El caso Rushdie

nos ha aportado una lecci¨®n, poco comentada, sobre la hipocres¨ªa de la diplomacia occidental. La irracional amenaza de muerte contra el escritor brit¨¢nico ha provocado una leg¨ªtima reacci¨®n de los pa¨ªses europeos, que han llamado a sus embajadores y han ordenado la expulsi¨®n de los que se han manifestado dispuestos a cumplir la orden de Jomeini, como el corresponsal de la agencia oficial iran¨ª, Ima, en Espa?a.Pero pocos d¨ªas antes, la visita del ministro de Asuntos Exteriores iran¨ª a Espa?a, cuando Amnist¨ªa Internacional y otras organizaciones hablaban de la ejecuci¨®n sumar¨ªsima de centenares de opositores pol¨ªticos en las c¨¢rceles de Ir¨¢n, s¨®lo provoc¨® "cautos reproches" por parte de nuestro ministro de Asuntos Exteriores, seg¨²n public¨® su peri¨®dico, y no evit¨® que se negociasen acuerdos comerciales e incluso se hablase del levantamiento del embargo de armas.

?C¨®mo es posible que centenares de cad¨¢veres reales no valgan lo mismo que un presunto cad¨¢ver futuro para nuestros representantes diplom¨¢ticos?-