El Barcelona venci¨® al Sp¨®rting en Gij¨®n despu¨¦s de 14 a?os

El sistema de Cruyff no corre peligro. Tras el descalabro de Osasuna, las victorias en Aarhus y Gij¨®n deben de haber devuelto la confianza a la familia azulgrana. Sin embargo, en El Molin¨®n, Julio Salinas se qued¨® tan sorprendido como Tati cuando Garc¨ªa de Loza se?al¨® penalti en un forcejeo entre ambos. El Barcelona jug¨® entonces un rato a placer, lo que fue suficiente para inclinar de su parte el triunfo, el primero que obtiene en el campo del Sp¨®rting desde la temporada 1974-1975, cuando precisamente marc¨® Cruyff.Antes de la decisiva acci¨®n en el ¨¢rea del Sp¨®rting, los equipos se hab¨ªan tanteado, aunque el local parec¨ªa menos decidido a irse al ataque. Pero aqu¨¦llo no estaba claro. Con el golazo de Beguirist¨¢in, ya s¨ª lo estuvo y, durante el segundo tiempo, el Barcelona dio por bueno el resultado y jug¨® muy c¨®modo. Casi se tom¨® un respiro despu¨¦s de una semana intensa.

Cruyff esperaba cierta colaboraci¨®n de Pedro, pero no le fue necesaria. La generosidad del rival procedi¨® de la actitud medrosa del resto del equipo. El Barcelona rob¨® muchos balones en el centro del campo porque sus atolondrados adversarios buscaron el juego en corto y no el pase en profundidad, que s¨ª les iba bien.

Jug¨® desde el principio Sergi por primera vez en la temporada, mientras que Aloisio y Serna actuaron como defensas marcadores y Lineker, Beguirist¨¢in y Julio Salinas cambiaron muchas veces de posici¨®n tratando, y consigui¨¦ndolo, que los cinco defensas asturianos se confundieran. Precisamente en una de esas acciones Beguirist¨¢in se hizo con el bal¨®n en su banda buena, que es la izquierda; hizo un quiebro perfecto y busc¨® el palo corto de Pedro, que reaccion¨® tarde. Poco antes Sierra hab¨ªa enviado a la cruceta de su porter¨ªa una pelota que trataba de despejar a c¨®rner.

Tras el descanso, el Barcelona se volvi¨® mucho m¨¢s conservador y ya casi no hubo partido. El Sp¨®rting sigui¨® siendo incapaz de encontrar una soluci¨®n a su juego ofensivo. Jes¨²s Aranguren introdujo algunas modificaciones que no mejoraron nada. El sobresaliente marcaje de Serna a Felipe, de quien m¨¢s se espera en los ataques del Sp¨®rting, fue un freno decisivo para que el encuentro discurriera con toda tranquilidad para los visitantes. El Bar?a pudo ampliar incluso el resultado en alg¨²n que otro contraataque y en un remate de Bakero a un poste. Garc¨ªa de Loza hizo la vista gorda en un agarr¨®n de Sierra a Beguirist¨¢in cuando ¨¦ste estaba en el ¨¢rea peque?a en posici¨®n de remate.

Fue, por tanto, un partido que qued¨® resuelto pronto y en el que el Sp¨®rting no tuvo ninguna capacidad de reacci¨®n. Por cierto, el equipo asturiano lleva sin ganar en El Molin¨®n desde el 15 de enero, fecha en la que se disput¨® la ¨²ltima jornada de la primera vuelta del campeonato.

La recuperaci¨®n del Barcelona hay que atribuirla, pues, en cierta medida al Sp¨®rting, que estuvo excesivamente precavido -puede que hubiera perdido igual, pero el p¨²blico habr¨ªa disfrutado m¨¢s con una actitud m¨¢s ofensiva por parte de Aranguren- y no encontr¨® nunca la soluci¨®n que tantos entrenadores dicen tener para romper el ya archiconocido sistema de Cruyff.