Psicosis de agentes en Argentina

El ataque al cuartel de La Tablada ha desencadenado una aut¨¦ntica paranoia entre la izquierda, empe?ada en encontrar agentes dobles por todas partes, en un intento de autoconvencerse de la imposibilidad de que fuerzas progresistas sean capaces de parir un grupo de asesinos terroristas. Las denuncias no se han quedado en los rangos intermedios. Las dos viejas glorias vivas de la guerrilla argentina de los setenta, Mario Firmenich, dirigente de los montoneros, y Enrique Gorriar¨¢n Merlo, dirigente del Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo (ERP), est¨¢n en entredicho.

Se acusa a Mario Firmenich, actualmente encarcelado y condenado a cadena perpetua, de haber sido "un agente doble, al servicio de los militares argentinos". De Enrique Gorriar¨¢n Merlo, sospechoso de haber dirigido el ataque a La Tablada, se supone que podr¨ªa ser "un agente de la CIA".Para complicar m¨¢s el panorama, al mismo tiempo que en los medios de comunicaci¨®n se lanzan estas acusaciones, un nuevo libro, El heredero de Per¨®n. Menem, entre Dios y el diablo, relata que hubo por lo menos tres contactos en Panam¨¢ entre dirigentes de los montoneros, guerrilleros peronistas de izquierda y el coronel golpista de ultraderecha Mohamed Al¨ª Seineld¨ªn. Seineld¨ªn se encontraba en Panam¨¢, con permiso del Ej¨¦rcito argentino, para asesorar a las Fuerzas Armadas paname?as en la formaci¨®n de comandos. El libro detalla que "en noviembre de 1986 le visitaron Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perd¨ªa, miembros de la Mesa Nacional del Peronismo Revolucionario (PR). A mediados del 87 volvieron a conversar Perd¨ªa y Montoto, este ¨²ltimo coordinador del plenario del PR de la provincia de Buenos Aires". Concluyen los autores que Seineld¨ªn so?aba con un nuevo 17 de octubre, fecha sagrada del peronismo, del cual ansiaba ser protagonista, como le alentaban los montoneros en mancomunado delirio".

Adem¨¢s de estos contactos entre Seineld¨ªn y los montoneros, la Prensa argentina se ha hecho eco de un art¨ªculo publicado en la revista norteamericana The Nation, donde se acusa a Firmenich de "agente doble al servicio del Ej¨¦rcito argentino". Seg¨²n una investigaci¨®n de Martin Andersen, ex corresponsal de la revista Newsweek en Buenos Aires, basada en informaciones de inteligencia, un coronel del Batall¨®n 601 manejaba a Firmenich, hoy condenado a cadena perpetua.

Especulaciones

El carrusel de acusaciones y denuncias se ha desencadenado con el asalto a La Tablada. En general, la izquierda argentina ha reaccionado con un sofisma ante La Tablada: "Es as¨ª que la izquierda lucha por el bien y el progreso de la humanidad. Es as¨ª que en La Tablada se cometi¨® un atentado terrorista. Luego los asaltantes de La Tablada no pueden ser de izquierda, sino que actuaron infiltrados, inducidos o manipulados". Las especulaciones van desde el teniente coronel golpista Aldo Rico hasta la CIA. Todo, menos reconocer el potencial asesino que encierra la soberbia armada de la guerrilla argentina, ahora en La Tablada y antes en los setenta.

En este intento de buscar topos y conjuras interiores y exteriores, los tiros apuntan ahora a Gorriar¨¢n. Primero se insinu¨® la sospecha con la pregunta de por qu¨¦ Gorriar¨¢n siempre ha conseguido zafarse de las acciones en que interviene y mueren muchos de sus acompa?antes. La lista es larga e invita a la sospecha. Gorriar¨¢n consigui¨® fugarse del penal de Rawson en 1972. Se le dio por muerto en julio de 1976, cuando los militares liquidaron a Roberto Santucho y otros dirigentes del ERP. Gorriar¨¢n particip¨® en el atentado contra el dictador nicarag¨¹ense Somoza en Paraguay en 1980. Ahora se sospecha su presencia en La Tablada, y hay indicios de que Gorriar¨¢n, con su mujer y dos hijas gemelas, dirigi¨® desde fuera, por radio, las operaciones.

El prestigioso periodista Horacio Verbitsky apuntaba en el diario P¨¢gina, 12 dos hip¨®tesis: "1) Gorriaran Merlo fue siempre un agente de la inteligencia norteamericana y condujo el golpe de La Tablada a sabiendas; o 2) El Movimiento Todos por la Patria (MTP), principal grupo que actu¨® en La Tablada, estaba infiltrado por la inteligencia del Ej¨¦rcito".

Estos intentos de buscar la conjura por parte de la izquierda argentina, adem¨¢s de estar plagados de errores f¨¢cticos, dejan sin explicaci¨®n c¨®mo pudo la CIA inducir a casi una docena de dirigentes curtidos en luchas pol¨ªticas de a?os a meterse en La Tablada. La v¨ªa de explicaci¨®n de La Tablada hay que buscarla m¨¢s bien en la incapacidad de an¨¢lisis pol¨ªticos y la capacidad criminal de sus participantes.