Los presidentes de Catalu?a, Andaluc¨ªa y Madrid reclaman su protagonismo ante 1992

Los presidentes de las comunidades aut¨®nomas de Andaluc¨ªa, Catalu?a y Madrid expresaron ayer en Sevilla, donde mantuvieron diversas reuniones, su prop¨®sito de asumir "con toda energ¨ªa" la responsabilidad que les corresponde para "aprovechar la oportunidad hist¨®rica que significa 1992". Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, Jordi Pujol y Joaqu¨ªn Leguina tambi¨¦n coincidieron en que "el sentido pol¨ªtico del encuentro no se le oculta a nadie", y reclamaron el papel institucional que les corresponde ante los principales eventos que se celebrar¨¢n en Espa?a en 1992.

La cumbre de los presidentes de Andaluc¨ªa, Catalu?a y Madrid, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, Jordi Pujol y Joaqu¨ªn Leguina, respectivamente, ten¨ªa por objeto perfilar la coordinaci¨®n de los actos organizados en 1992 -los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, la Exposici¨®n Universal de Sevilla y la capitalidad cultural europea que ostentar¨¢ Madrid-, as¨ª como sentar las bases que permitan "aprovechar el dinamismo y capacidad de desarrollo que ese a?o se concentrar¨¢ en las tres ciudades".La iniciativa parti¨® de Rodr¨ªguez de la Borbolla y tendr¨¢ continuidad en pr¨®ximas entrevistas conjuntas, cuya fecha no ha sido fijada.

Al margen de los contenidos apuntados estaba previsto que los presidentes auton¨®micos ratificaran con su presencia en Sevillla la consolidaci¨®n de lo que, desde instancias andaluzas, se ha dado en llamar Ia diagonal de las tres ciudades protagonistas del hecho del 92". Ello no fue posible e incluso provoc¨® manifestaciortes contradictorias entre Leguina y el presidente de la Generalitat catalana.

Eje y tri¨¢ngulo

Mientras Leguina asegur¨® que el objetivo de la cumbre era "presentar p¨²blicamente el eje Barcelona-Madrid- Sevilla", como sustitutivo del "cl¨¢sico tri¨¢ngulo Madrid-Bilbao-Barcelona", el presidente catal¨¢n, que compareci¨® ante los periodistas minutos despu¨¦s de Leguina, se neg¨® a hablar de "ejes" y manifest¨®, inclu.so, que dicho t¨¦rmino la parec¨ªa "malsonante". Para Pujol, el car¨¢cter de la cumbre era "m¨¢s global", e insisti¨® en que la idea a transmitir no deb¨ªa ser otra que la de tres comunidades que asumen Ia responsabilidad que les corresponde para aprovechar la oportunidad hist¨®rica de 1992". Por su parte, Rodr¨ªguez de la Borbolla, rest¨® importancia a la disparidad de criterios y sentenci¨® que el mensaje de Leguina y Pujol "es lo mismo, pero dicho de varias maneras".Seg¨²n Leguina, en la actualidad se perfila un eje europeo que pasa por Barcelona, Madrid y Sevilla, al que hay que concebir como "una geoestrategia" de desarrollo en materia de comunicaciones, transportes y proyectos industriales. Tambi¨¦n remarc¨® que dicho eje tendr¨¢ un sentido econ¨®mico fundamental para las tres comunidades, al tener todas ellas unas perspectivas "muy buenas", aunque reconoci¨® que tambi¨¦n existe una "cierta competitividad en cuanto a la captaci¨®n de inversiones". "Esto exige buscar la complementariedad", agreg¨® el presidente madrile?o.

Pujol, por su parte, declar¨®, al ser preguntado sobre las declaraciones de Leguina, que ¨¦l no se atrev¨ªa "a esquematizar tanto" y manifest¨® al respecto que el Pa¨ªs Vasco "tiene y seguir¨¢ teniendo" un importante papel que jugar, y que el centro del "renacimiento del Sur est¨¢ en el Mediterr¨¢neo".

En un coloquio posterior, Rodr¨ªguez de la Borbolla destac¨® la importancia de la cumbre y calific¨® como "algo trascendente" el que tres presidentes de comunidades aut¨®nomas estuviesen hablando, no de sus respectivas regiones, sino del futuro de Espa?a. "Estamos aqu¨ª", dijo, "practicando con los hechos una determinada concepci¨®n del Estado de las autonom¨ªas, concepci¨®n que es constructiva, integradora y firme". Estas palabras fueron matizadas por Pujol, quien indic¨® que se trataba de un gesto y no de un hecho. "En pol¨ªtica", dijo Pujol, "son a veces m¨¢s imporantes los gestos que los hechos, pues comprometen a m¨¢s".