Con la bendici¨®n del Kremlin

J. A.La mejor tarjeta de presentaci¨®n de Achille Occhetto, secretarlo general del Partido Comunista Italiano (PCI), en su primer congreso -que se abre esta ma?ana en Roma- son sus cinco horas y cuarto de di¨¢logo en el Kremlin, hace menos de un mes, con el presidente de la URSS, Mijail Gorbachov. Sobre todo, porque Occhetto volvi¨® de Mosc¨² con la bendici¨®n del profeta de la perestroika para enterrar el viejo concepto berlingueriano de eurocomunismo y dar luz verde a la euroizquierda.

El l¨ªder sovi¨¦tico le dijo claramente al dirigente del mayor partido comunista de Occidente que, puesto que el mundo cambia, deben cambiar tambi¨¦n las fuerzas del movimiento obrero. "Nos hemos liberado de los estereotipos del marxismo y juntos encontraremos las soluciones", dijo Gorbachov a Occhetto.

Poco despu¨¦s, el l¨ªder comunista italiano resum¨ªa as¨ª ante la Prensa, en Mosc¨², su encuentro con Gorbachov: "He encontrado un clima nuevo. Las relaciones entre las fuerzas reformistas se desarrollan fuera de los viejos esquemas de las organizaciones internacionalistas, en un dinamismo en todos los terrenos, con una relaci¨®n dial¨¦ctica con todos. As¨ª es posible hoy buscar una unidad nueva entre todas las fuerzas de renovaci¨®n, mirando al a?o 2.000 no al pasado y asumiendo la democracia como valor fundamental".

Y analizando el pasado de la Uni¨®r Sovi¨¦tica, que hab¨ªa llevado al PCI en tiempos de Enrico Berlinguer al famoso strappo o ruptura, al considerar los comunistas italianos que la Revoluci¨®n de Octubre ha "agotado su capacidad de fuerza pro pulso: a", como hab¨ªa afirmado Berlinguer, Occhetto ha afirmado: "Para una cierta fase de la historia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, grupos consistentes se adue?aron del poder, abandonando los objetivos y los ideales del socialismo, mientras que hoy se intenta introducir elementos de democratizaci¨®n para un socialismo humano".

Por primera vez, los comunistas italianos van a cap¨ªtulo sin que Mosc¨² suponga para ellos una pesada herencia.

Y, as¨ª, Occhetto puede considerarse el secretario comunista con m¨¢s suerte para afrontar la dif¨ªcil y delicada prueba que supone un congreso de esta envergadura.