Los comunistas italianos refundan el partido en clave socialdem¨®crata
JUAN ARIAS Los comunistas italianos abren hoy una p¨¢gina in¨¦dita en la historia contempor¨¢nea de su pa¨ªs y tal vez en la de la izquierda europea. El mayor partido comunista de Europa occidental sufrir¨¢ en su XVIII congreso, que hoy comienza en Roma, una refundaci¨®n pol¨ªtica con el prop¨®sito de convertirse en el gran representante italiano de la socialdemocracia. El compromiso hist¨®rico de Enrico Berlinguer ha muerto. El nuevo secretario general del PCI, Achille Ocehetto, pretende convertirse en la alternativa al socialismo de Bettino Craxi.
El XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista Italiano se abre hoy con una presentaci¨®n del ex secretario Alessandro Natta, repuesto de un infarto, que podr¨ªa ser elegido presidente del partido. Por su parte, el nuevo secretario general, Achille Occhetto, leer¨¢ su ponencia durante una hora. Ochetto plantear¨¢ las l¨ªneas maestras del nuevo curso del partido, su refundaci¨®n, pero tocar¨¢ al congreso decidir muchas de las cosas concretas y votarlas en escrutinio secreto, algo que ocurrir¨¢ por vez primera en un congreso del PCI.Se trata de un documento que ha sido aprobado por el 96% de los congresos regionales y de federaci¨®n. Pero, seg¨²n los dirigentes de Botteghe Oscure, sede de los comunistas italianos, no por eso el debate dejar¨¢ de ser animado y trascendental.
Entre las 161 delegaciones extranjeras de 85 pa¨ªses, esta vez m¨¢s de la mitad no representan a partidos comunistas. De Europa, por ejemplo, estar¨¢n presentes 33 partidos socialistas (Enrique Bar¨®n representa al PSOE), socialdem¨®cratas y verdes y s¨®lo 26 comunistas.
Como ha escrito el fil¨®sofo Salvatore Aleca, uno de los mayores divulgadores de las ideas en las que se est¨¢ inspirando el nuevo curso del PCI, esta vez "el l¨¦xico de Botteghe Oscure est¨¢ lleno de los ecos de los dem¨®cratas americanos, de la socialdemocracia alemana, de los pensadores liberales como Ralpli Darendorf, es decir, de culturas hasta el momento extra?as a la tradici¨®n comunista". Hasta tal punto es fuerte la revoluci¨®n, que el PCI, en clave de reformismo, est¨¢ dispuesto a llevar a cabo este XVIII Congreso, que Napoleone Colajanni, uno de los grandes intelectuales del partido, lo ha abandonado, decepcionado al creer que ya no va a quedar nada de comunista en el mayor partido marxista de Occidente.
Los nuevos dirigentes del PCI no han querido, por respeto, anticipar el discurso program¨¢tico que esta ma?ana leer¨¢ Occhetto, y que, al parecer, ser¨¢ la base te¨®rica sobre la que se funda la "discontinuidad" de Occhetto con la vieja l¨®gica comunista. Una de las l¨ªneas maestras de la refundaci¨®n del PCI, que cambiar¨¢ completamente sus estatutos, ser¨¢ el problema del medio ambiente, o lo que Occhetto llama "la reconversi¨®n ecol¨®gica de la econom¨ªa".
Otro tema fundamental ser¨¢ el de la posible reunificaci¨®n de comunistas y socialistas para volver a la llamada casa com¨²n de los or¨ªgenes. El problema est¨¢ en que en este momento, entre los dos partidos hermanos, al mismo tiempo que un deseo de aunar fuerzas, existe tambi¨¦n, y sobre todo, una fuerte competici¨®n, ya que Craxi piensa que dicha unificaci¨®n no ser¨¢ posible hasta que unas elecciones no reequilibren las fuerzas comunistas y socialistas en Italia, donde el PCI cuenta a¨²n con el 26% de los votos y el PSI con el 14%.
?ltimamente, adem¨¢s, el gran activismo de Occhetto, de 53 a?os, s¨®lo dos a?os menor que Craxi, y que ha afirmado a este corresponsal "venderemos cara la piel", ha hecho m¨¢s tensas las relaciones entre Craxi y Botteghe Oscure. Un bot¨®n de muestra ha sido que, tras haber sido programada la presencia del PCI en la reuni¨®n de partidos socialistas de la Comunidad Europea, Craxi ha echado todo por la borda despu¨¦s de que Occhetto, volviendo de su encuentro hist¨®rico con Gorbachov, dijera, d¨ªas atr¨¢s, que la dificultad para que el PCI participe con pleno derecho en la izquierda socialista europea es Craxi. Y aunque Occhetto desminti¨® posteriormente dicha afirmaci¨®n, el l¨ªder socialista no ha querido volverse atr¨¢s y el encuentro no pudo realizarse por el momento.
Y es que, de repente, el PCI, que parec¨ªa agonizante, ha empezado a levantar la cabeza con el protagonismo de Occhetto, e inmediatamente ha empezado a recuperar la atenci¨®n de todo un potencial socialista que late en este pa¨ªs, como alternativa a la Democracia Cristiana (DC), y que puede concretarse en votos al PCI o, como alternativa a la propia crisis comunista, al PSI de Craxi.
El congreso tendr¨¢ que declarar con claridad sobre qu¨¦ bases concretas est¨¢ dispuesto el PCI a protagonizar una batalla de alternativa democr¨¢tica y reformista en este pa¨ªs con el PSI para llevar a la DC a la oposici¨®n, tras m¨¢s 40 a?os de presencia ininterrumpida en el poder.
Pero Occhetto sabe muy bien que cuenta a¨²n con una base fuertemente antisocialista y, sobre todo, marcadamente anticraxiana, hasta el punto que en uno de sus recientes discursos el mayor aplauso lo arranc¨® cuando dijo: "Estad tranquilos, que el nuestro no va a ser un congreso del PSI".
Voluntad de alternativa
Pero, por lo pronto, es la primera vez que el PCI afirma sin ambages, incluso como lema del congreso, su voluntad de "alternativa", olvid¨¢ndose definitivamente del compromiso hist¨®rico formulado por Berlinguer.
El PCI, que acepta plenamente su papel de oposici¨®n, cambia al mismo tiempo profundamente el concepto de tal oposici¨®n, que va a consistir, m¨¢s que en la contestaci¨®n y boicoteo de las leyes presentadas por el Gobierno de centro-izquierda, en la creaci¨®n de un aut¨¦ntico Gobierno en la sombra, que trabajar¨¢ paralelamente a la direcci¨®n del partido, con la finalidad de oponer a las leyes y proyectos gubernamentales "otros proyectos alternativos" que presentar¨¢ a la discusi¨®n y voto del Parlamento.
En realidad, lo que pretende el nuevo partido de Occhetto es presentarse al pa¨ªs como el verdadero partido socialdem¨®crata italiano, al considerar que el socialismo llamado craxiano se est¨¢ agotando y est¨¢ vac¨ªo de contenidos culturales.
Los nuevos y j¨®venes dirigentes del equipo de Occhetto son conscientes de que las cosas no van a ser f¨¢ciles, ya que han heredado un partido en plena crisis, debido tambi¨¦n al ocaso del eurocomunismo. Saben que la competici¨®n con el PSI ser¨¢ a¨²n dif¨ªcil y llena de obst¨¢culos, pero no cabe duda de que por vez primera puede afirmarse que "todo est¨¢ cambiando y a la vez" dentro del elefante rojo (como es conocido popularmente el PCI). Hasta el Botteghe Oscure est¨¢n patas arriba, lleno de alba?iles que van a renovar tambi¨¦n la casa material que deber¨¢ albergar a un partido que tiene la esperanza de resucitar, hasta el punto que ha querido situar su congreso, en el que se abren de par en par las puertas a los cat¨®licos, en plena Pascua de Resurrecci¨®n".
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